Las actas del BCE apuntan a septiembre como un "buen momento para reevaluar" la política monetaria
Las actas del BCE apuntan a septiembre como un "buen momento para reevaluar" la política monetaria
CASTELLÓ. Las reuniones del próximo mes de septiembre del Banco Central Europeo (BCE) y de la Reserva Federal de los Estados Unidos (Fed) pueden traer consigo una bajada de tipos de interés en sendas instituciones. Las actas del último encuentro de ambas organizaciones, publicadas a lo largo de esta semana, y las previsiones del mercado abren la puerta a que el próximo mes sea momento de relajar sus políticas monetarias, aunque todo dependerá de la evolución de las referencias macroeconómicas.
Las actas del BCE apuntan a septiembre como un "buen momento para reevaluar" la política monetaria
Cabe recordar que el BCE recortó los tipos 25 puntos básicos el pasado mes de junio con el respaldo de la práctica totalidad de los consejeros. De esta manera, la tasa de referencia quedó en el 4,25%, después de casi cinco años sin experimentar una tendencia a la baja. Por su parte, la tasa de depósito cayó hasta el 3,75%, y la de facilidad de préstamo hasta el 4,5%. En aquel momento, la presidenta de la institución, Christine Lagarde, evitó comprometerse con una senda de recortes, aunque el mercado ya pronosticaba que éste no sería el último de 2024.
La pasada reunión, correspondiente al mes de julio, sirvió para mantener los tipos y mostrar cautela por parte del organismo, incidiendo en la idea que la información que tenían disponible hasta ese momento respaldaba "en líneas generales, la anterior valoración". Una prudencia que también reflejan sus actas, publicadas este jueves, aunque con matices de cara al próximo mes de septiembre, un momento "mucho mejor" para tomar decisiones sobre tipos, tal y como apuntó el vicepresidente de la institución, Luis de Guindos, en una entrevista en Europa Press.
En cualquier caso, el Consejo de Gobierno del BCE insistió en la última reunión en conseguir que la inflación regrese al objetivo del 2%, manteniendo los tipos en niveles "suficientemente restrictivos durante el tiempo que fuera necesario" para lograrlo. No obstante, deslizó que el noveno mes del año será "un buen momento para reevaluar el nivel de restricción de la política monetaria, pues contará con los datos de inflación de julio y agosto, así como actualizaciones de otras referencias. Por tanto, en gran medida, el camino que se tome en septiembre dependerá de la evolución de los precios durante los meses de verano.
Las previsiones del mercado sumadas a esta idea apuntan a que septiembre podría ser testigo de otra bajada de tipos de interés por parte del BCE. Además, a todo ello se añaden los datos de salarios en la eurozona publicados esta misma semana, que reflejan una subida del 3,55% en el segundo trimestre, más de un punto inferior a la experimentada en los primeros tres meses del año. En la ya mencionada entrevista, De Guindos señalaba que el BCE pone "especial atención" a estas cifras debido las consecuencias que puede suponer para la inflación de servicios, que es la que "tiene más dificultades para reducirse".
No obstante, el economista jefe para EMEA de Columbia Threadneedle Investments, Steven Bell, apuntaba en un análisis previo a la publicación de estos últimos datos: "En general, yo sería ligeramente negativo con respecto a los tipos de la zona euro". Para ello, se apoyaba en que la inflación subyacente - la referencia del IPC para el BCE - "se ha estancado en torno al 3% en los últimos tres meses", así como en que el BCE "ha ido elevando sus previsiones de inflación". No obstante, dejaba entrever que la decisión de septiembre dependerá en gran medida de estos datos salariales.
Por otro lado, las actas del encuentro del Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC) de la Fed correspondiente al mes de julio señalan que "probablemente será apropiado relajar la política en la próxima reunión", siempre y cuando los datos económicos evolucionen de la misma manera que lo han hecho de forma reciente. A día de hoy, la Fed mantiene los tipos en la horquilla del 5,25% y el 5,5%, sin cambios desde hace poco más de un año.
Las actas muestran sintonía con las palabras del presidente de la organización, Jerome Powell, tras el encuentro. Powell explicaba que la economía estadounidense evolucionaba hacia un entorno más "apropiado" para un recorte de tipos, aunque aún no era el momento para acometerlo. Según la herramienta FedWatch de la consultora CME Group, a las 16.00h de este jueves existía un 71,5% de probabilidad de un recorte de 25 puntos básicos en septiembre; mientras que el 28,5% restante era de medio punto. Además, la probabilidad de que la Fed cierre el año con los tipos en la horquilla del 4,25% y el 5,5% rozaba el 50%.
Sobre la situación del mercado estadounidense, Steven Bell explicaba que el informe sobre empleo que se publique antes de la reunión de la FOMC de septiembre será clave para determinar si el recorte alcanza los 25 o los 50 puntos básicos. "Las perspectivas de recortes de tipos parecen razonablemente buenas en EEUU", apuntaba. En cualquier caso, la evolución de las referencias macroeconómicas y la simposio sobre política económica de Jackson Hole, en el que Powell intervendrá este viernes, prevén deslizar mayores evidencias de los caminos que ambos organismos podrían tomar el próximo mes.