CASTELLÓ. La incertidumbre en torno a la propiedad del CD Castellón tiene al club bloqueado en casi toda su estructura organizativa, de modo que los grandes pilares que lo constituyen están ahora mismo con actividad reducida.
La construcción de un proyecto deportivo con el que encarar la próxima temporada es un asunto de gran calado que ahora mismo está en el aire. Pero no es el único. La entidad de la Plana también tiene que despejar dudas en las parcelas económica y social.
En lo meramente futbolístico, faltan elementos esenciales para la formación del equipo que competirá, un año más, en la tercera categoría del fútbol español. La pieza con la que se debe dar forma a este bloque es la dirección deportiva, que ahora mismo encabeza Fernando Gómez Colomer. Pero el actual encargado de esta parcela no tiene claro su futuro debido a las dudas sobre la propiedad.
En el capítulo de las finanzas, la delicada situación del club se ha acentuado esta temporada con el crecimiento de su deuda. El descenso del equipo a Primera RFEF ha supuesto un golpe duro para las arcas de una entidad que ha tenido que habitar en una categoría más deficitaria si cabe que la antigua Segunda B. Así, el Castellón necesita frenar esa hemorragia con una inyección que aporte estabilidad a su tesorería y respirar con tranquilidad.
La parte social tampoco es un tema menor en la sintomatología que presenta el Castellón. Y es que ahora mismo no hay noticias sobre la presentación de la campaña de abonados, que suele anunciarse en las primeras semanas de junio y que este año apunta a ser complicada debido al desencanto que reina entre la afición albinegra.
Así las cosas, el proceso de negociaciones para la incorporación de un inversor al Castellón está teniendo incidencia en todos los aspectos de su actividad como club, además de crear una incertidumbre que afecta a muchos de sus actores.