EL EUCROCRISTIANO TIBIO / OPINIÓN

Las enseñanzas de la sesión (II)

Foto: DAVID ZORRAKINO (EP)
21/01/2024 - 

CARTAGENA. En el Tibio anterior expuse que, durante la sesión parlamentaria de los decretos, los partidarios del Gobierno aprendieron que les convenía pactar de antemano las cesiones a los separatistas, en vez de hacerlo a última hora e improvisando. Adelante con la transformación de España en un Estado plurinacional, pero demos la impresión de que controlamos la descentralización y evitemos que parezca que nos la imponen a cambio de dejarnos en nuestros puestos.

En realidad, no es tan distinta la lección que aprendieron los opositores al Gobierno. ¿Hay alguna cesión que Sánchez esté dispuesto a negarles a los separatistas para seguir de presidente? ¿Lo hace por mero interés personal o está convencido de que conviene vaciar por completo al Gobierno español de competencias? Mis conocidos del PP se muestran unánimes en que la principal enseñanza de la sesión es que, con tal de seguir en la Presidencia del Gobierno, Sánchez carece de límites en su disposición a satisfacer las peticiones de los separatistas. Y lo argumentan.

Antes los separatistas decían que los tribunales europeos corregirían los desmanes de los jueces españoles; ahora resulta que tampoco se fían de los jueces europeos y piden el auxilio de los sanchistas para puentearlos. En respuesta, aseguraban los ministros que la precedencia del derecho procesal europeo sobre el español era intocable. Además, había que reflejar en uno de los decretos la transposición pertinente de la directiva europea porque lo exigían sus autoridades. En apenas unas horas, la eliminaron sin más del decreto. 

Segunda cesión: las balanzas fiscales. De negarse a elaborarlas a hacerlas y publicarlas. ¿Por qué? Para allanar la senda al cupo fiscal catalán, con severo perjuicio a las demás regiones españolas. Solidaridad a la catalana: lo mío para mí y lo tuyo para todos. Otro acuerdo genial: cederles la competencia en inmigración, lo que parece tan inconstitucional como la amnistía. No obstante, lo han prometido, lo que probaría la carencia de límites de Sánchez.

"Los separatistas ya no tratan de sacar a Cataluña de España, sino de sacar a España de Cataluña"

Sentada esa premisa, me comentan los peperos su segunda lección: todo este desaguisado es posible por el pacto establecido entre las izquierdas de España y los separatistas, sean de izquierdas o derechas, como el PNV y Juntos. Esta coalición, optimistamente llamada progresista, pretende vaciar las competencias centrales, pero durará poco por la gran heterogeneidad de los aliados de los sanchistas. Por ahí van los pensamientos de los peperos.

En mi opinión, su análisis es tan correcto como incompleto. Los separatistas ya no tratan de sacar a Cataluña de España, sino de sacar a España de Cataluña. En efecto, si el Gobierno separatista catalán lograse gestionar sus impuestos, vigilar sus fronteras, imponer el monolingüismo en su idioma, hacerse cargo de su seguridad y desarrollar su propio sistema de relaciones internacionales, ¿en qué se diferenciaría Cataluña de una nación independiente?

Es verdad que el presidente Sánchez se ha mostrado capaz de pactar con cualquiera cualquier cosa con tal de permanecer en el poder. Pero faltaría a la verdad, que es mi principal compromiso, si no añadiese dos matices. Primero, una cosa es firmar y otra es cumplir. Afirman los juristas que la jerarquía del Derecho europeo sobre el español apenas queda disminuida por quitar el punto pertinente del decreto aprobado. O sea, que la aplicación de la amnistía seguiría retrasándose si se plantease alguna cuestión prejudicial ante los tribunales europeos.

Y tampoco cederá el Gobierno español todas las competencias en inmigración a los separatistas, cautela que ya ha anunciado Sánchez. ¿Por qué? Se necesita una ley orgánica para hacerlo y podría ocurrir que Podemos e incluso Sumar no la apoyasen (eso merece Tibio aparte).

"Cual perros ladradores, pero poco mordedores, los de Junts no paran de amenazar, pero no han cumplido ninguna de sus amenazas"

Entonces, ¿han hecho el tonto los separatistas al aprobar los decretos? En absoluto. Hay un detalle que probablemente los analistas del PP han subestimado: los separatistas aprendieron en 2017 que la segregación de Cataluña no será factible en mucho tiempo. No solo no la reconoció ningún país europeo, sino que les aplicaron el 155 sin contratiempos y los jueces los procesaron sin dificultades. En consecuencia, Juntos gesticulará mucho, pero aprobará todo aquello que necesite Sánchez para subsistir. Aprobaron la formación de la Mesa del Congreso, apoyaron la investidura de Sánchez, han dado luz verde a los decretos y han aprobado las enmiendas a la amnistía de los sanchistas. Cual perros ladradores, pero poco mordedores, los de Juntos no paran de amenazar, pero no han cumplido ninguna de sus amenazas. No pueden poner en riesgo la amnistía, que es lo único que los sanchistas pueden darles sin cabrear a Sumar. Si no quieren seguir llevándose chascos en las votaciones parlamentarias, los del PP deben asumir que Juntos, Bildu y ERC apoyarán a Sánchez sin exigirle la independencia. Ha vuelto la política del pez al cesto.

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