Hoy, 1 de octubre, se celebra el Día Europeo de Fundaciones y Donantes. Una jornada para difundir su labor y reivindicar su papel en la sociedad: las fundaciones quieren dar visibilidad a su contribución al desarrollo socioeconómico de nuestra sociedad, que es muy relevante para el bienestar social, medioambiental y económico, como quedó especialmente patente durante la pandemia. Porque dan mucho a los demás y, para hacerlo, también exigen un apoyo de las administraciones, especialmente en el marco fiscal.
En España la celebración este año tiene un especial significado, porque la Asociación Valenciana de Fundaciones (AVF), junto a otras entidades del Tercer Sector, ha apoyado un “Manifiesto por la Filantropía. El Mecenazgo no puede esperar más”, por el que solicita al Gobierno tener un marco jurídico favorable y estable en materia de incentivos fiscales, que ayude a aumentar la filantropía en nuestro país y, como mínimo, situarla en el nivel medio europeo. Se pretende impulsar la reforma de la Ley de Mecenazgo, cuyo trámite parlamentario está paralizado, pese a contar con el apoyo de la mayoría de los grupos parlamentarios.
Asimismo, en el marco de esta iniciativa, el día 17 de octubre se celebrará en el Congreso de los Diputados una Jornada titulada “La reforma del mecenazgo a debate”, en la que se debatirá sobre la reforma de la Ley de Mecenazgo en la que intervendrán organizaciones no lucrativas, ciudadanos y representantes de los grupos.
Desde la Asociación Valenciana de Fundaciones (AVF) queremos destacar en un día como hoy que las entidades que conforman el Tercer Sector están desempeñando un papel cada vez más relevante en las sociedades desarrolladas, porque pueden atender las necesidades de determinados colectivos de una forma más cercana y eficiente que el Sector Público. Son la expresión de la acción filantrópica, del compromiso, del altruismo y de la sensibilidad individual y social.
Actualmente, el gasto de las Entidades no Lucrativas (ENL) en actividades de interés general supera los 15.000 millones de euros. Sus actuaciones benefician a más de 46 millones de personas. Sólo en el caso de las fundaciones, en los últimos 12 años se ha multiplicado por 2,45 el número de beneficiarios finales y directos de sus actividades de interés general.
Durante la pandemia, muchas fundaciones de diversos sectores (asistencial, científico, sanitario, voluntariado, etc.), pusieron a disposición de la sociedad todo su potencial y experiencia, funcionando a la perfección sin injerencias del poder político, ni de organismos públicos, lo cual demuestra cual es la verdadera naturaleza de tales entidades, su operatividad, su eficacia y su razón de ser, primando la atención de las necesidades sociales generales a las que el Estado no alcanza a cubrir.
En el conflicto bélico en Ucrania, de nuevo, han demostrado una capacidad de reacción extraordinaria, atendiendo a las personas refugiadas, creando escuelas, centros sanitarios, etc.
Por todo ello resulta imprescindible reivindicar la labor de las fundaciones en el contexto social actual, por cuanto son los únicos operadores jurídicos que, con patrimonio y gestión principalmente privados, únicamente persiguen, por ley, la consecución de fines de interés general en la sociedad, carentes de ánimo de lucro y aplicando principios de no discriminación.
Desde la Asociación Valenciana de Fundaciones (AVF), pretendemos sumar esfuerzos con el fin de que el sector fundacional de la Comunidad Valenciana sea visible, tanto para las instituciones públicas, como para la sociedad en general, y a su vez promover la profesionalización del sector, facilitar su acceso a nuevas fuentes de financiación tendentes al cumplimiento de los fines fundacionales, defendiendo los intereses de las entidades asociadas y del conjunto del sector fundacional de la Comunitat Valenciana
Los poderes públicos deben apoyar más al sector fundacional, el cual ha demostrado, y sigue demostrando, su actitud altruista y su apoyo incondicional a la sociedad y a los más necesitados en los momentos de mayor dificultad, con independencia de ideologías, de colores políticos y de propagandas, sin esperar nada a cambio, simplemente por su propia esencia que es la de cubrir y defender el interés general de la sociedad, para lo cual fueron constituidas.
Los políticos que nos gobiernan, así como los que nos gobiernen en un futuro, no deben olvidar la destacada labor que estas organizaciones están desarrollando en el día a día, y la beneficiosa función que en el futuro pueden cumplir para el progreso y bienestar social, por lo que resulta inaceptable que el sector fundacional sea un mero objeto de promesas electorales incumplidas, porque en definitiva, privando de medios a las fundaciones para cumplir sus fines, a quien se perjudica es a la sociedad en su conjunto, dado que es evidente que el Estado no llega a cubrir todas las necesidades sociales de forma eficiente.
Ignacio Soler Serrano es socio-abogado de Carrau Corporación y secretario de la Asociación Valenciana de Fundaciones
Más que una Flor es la campaña navideña llevada a cabo por Fundación Novaterra. Una campaña donde las flores de Pascua que adornan nuestras casas, negocios y la ciudad en general son la principal herramienta para combatir la pobreza; y son el reflejo que se sigue trabajando en una inclusión socio laboral digna para todas las personas por igual. Se trata de una campaña que hace mejores y más bonitas a las empresas y entidades que participan en ella.