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proyecto Green Thinking

La silla valenciana que marca "el futuro del ecodiseño"

19/11/2022 - 

VALÈNCIA (EFE). Una silla doméstica fabricada solo a partir de dos materiales completamente reciclables, desmontable por completo, ergonómica y planteada para minimizar el espacio necesario durante el transporte recoge algunas de las principales vías de futuro del ecodiseño. El Centro de Investigación e Innovación Aitex, integrado en la Red de Institutos Tecnológicos de la Comunitat Valenciana (Redit), ha desarrollado esta pieza de mobiliario en su proyecto Green Thinking, que también ha aplicado los principios del ecodiseño a alfombras elaboradas con materiales reciclables y prendas laborales con fibras naturales regeneradas resistentes al agua y traspirables.

Así lo detalla en una entrevista con EFE el director de proyectos de Sostenibilidad y Tecnología de Materiales de Aitex, Lucas Frochoso, que ha definido el ecodiseño como “una manera más sostenible de diseñar que tiene en cuenta valores medioambientales y no solo relacionados con el coste o la estética”. “Cuando ecodiseñamos tenemos en cuenta factores como la disponibilidad de materias locales, la variedad y calidad de materiales, los métodos de reciclaje disponibles para el fin de vida del producto…”, explica Frochoso, que ha considerado esta práctica como “la gran desconocida”.

El proyecto Green Thinking, financiado por el Instituto Valenciano de Competitividad Empresarial (Ivace) mediante fondos el Fondo Europeo de Desarrollo Regional (Feder), ha aplicado todos estos principios en el diseño de una silla, pensada al milímetro y elaborada con “materiales y procesos que no son muy revolucionarios pero sí más sostenibles”. En concreto, la silla solo consta de dos materiales, un tubo de metal común y una parte textil de poliamida, tejida en una máquina de punto, una tricotosa rectilínea que puede ir variando el punto a medida que elabora un tejido.

De este modo, el tejido de la silla “puede ser más resistente o rígido en la parte del asiento y más elástico en la parte de la espalda”, a pesar de tejerse de una sola vez, lo que garantiza un uso mínimo de material y menos residuos. “La poliamida es un material con mucha resistencia y muy buenas calidades, que tiene un tiempo de uso o vida útil muy elevado, es decir, que dura muchos años”, explica el director de proyectos, que añade que “el reto” era evitar la espuma. Y es que si bien garantiza la comodidad de las sillas, la espuma es “inflamable, contaminante, basada en químicos y muy difícil de reciclar”, señala Lucas Frochoso.

Además, la silla Green Thinking es “cien por cien desensamblable”, de modo que se facilita separar sus dos partes para el reciclaje de los materiales, además de favorecer que el usuario la pueda montar, desmontar y reparar sin ayuda. “Cuando se desmonta, las piezas se curvan todas en un mismo sentido, de forma que se pueden guardar en una caja bastante plana y así ocupan un espacio mínimo en los palés a la hora de transportarlas”, añade el investigador, que explica que eso permite cargar los vehículos de transporte con más unidades, ahorrar costes y reducir las emisiones.

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