VALÈNCIA. "Siempre se van los mejores" es una frase recurrente en la cultura popular española para referirse a una pérdida. Las muestras de cariño recibidas en las últimas horas por la exvicepresidenta del Consell Mónica Oltra por parte de sus compañeros de Compromís recuerdan, de alguna manera, a ese mensaje.
No obstante, la mayoría de referentes de la coalición han rehusado firmar el epitafio político de la líder espiritual: "Cuando esto acabe, Oltra volverá con más fuerza", decía el presidente de Les Corts, Enric Morera, este martes en los micrófonos de Plaza Radio. Una línea que han seguido otros 'pesos pesados' de la formación como el alcalde de València, Joan Ribó, o el portavoz de la coalición en el Congreso, Joan Baldoví. Este último, incluso, la situó como candidata a la Generalitat el año próximo.
Pero, ¿cuánto hay de cierto en esta proclamación 'friendly'? Es lógico que, tras el varapalo de la dimisión, desde la formación valencianista se proteja la figura de su representante más simbólica, la misma que les llevó a conseguir su récord de 19 escaños en 2015. No obstante, existen varios obstáculos para que Oltra pueda regresar a la primera línea política a corto plazo.
El primero es el calendario judicial. Una formación de peso como Compromís debe ajustar su hoja de ruta de primarias para decidir sus candidato tanto a Les Corts como a los ayuntamientos. Un proceso que, aunque se retrase en un momento dado, no puede estar sujeto a los tiempos de la justicia en el caso de la exvicepresidenta.
En este sentido, la creencia de muchos dirigentes de la coalición es que la causa relativa a Oltra puede ser archivada de forma rápida, lo que en teoría la liberaría para regresar a la primera línea incluso antes de los comicios. Ahora bien, incluso en este escenario entran en juego otra serie de factores como la conveniencia de que pudiera volver a tener protagonismo político si el caso contra los 13 funcionarios de su conselleria sigue vivo o en el caso de que existiera condena sobre ellos.
Todo esto contando un proceso judicial que sea ágil y no termine en apertura de juicio oral, un escenario no descartable que, de producirse, enviaría el caso más allá de las elecciones autonómicas y locales previstas para el 28 de mayo del año que viene. No obstante, al margen de todo esto y pese a las declaraciones solidarias de sus compañeros de partido, tampoco todos se encuentran convencidos de que sea tan fácil un regreso para ser candidata incluso aunque sea exonerada de la causa judicial.
Así, hay quienes en el seno de la coalición considera que el desgaste asumido por Oltra ha sido muy alto en los últimos meses, por lo que creen que, en el caso de que sobreseyeran la causa contra ella, podría realizar una importante aportación simbólica en las campañas, pero dudan de si debiera encabezar la lista como algunos referentes han manifestado públicamente. Especialmente si ya se ha convencido a otros posibles aspirantes como Baldoví si se diera el caso o la propia Aitana Mas si ha cuajado en su papel de vicepresidenta y portavoz.
Con todo, y aunque una de los coportavoces de Compromís, la líder de Més, Àgueda Micó, señalara que la coalición valencianista es un proyecto con muchas voces y "coral", y que la salida de Oltra no frenaba el proyecto político, lo cierto es que el cambio agrava todavía más la falta de liderazgos claros y sólidos a menos de un año de las futuras elecciones, tanto autonómicas como municipales.
Si no ha sido fácil encontrar un sustituto de Oltra para sus cargos ejecutivos en el Consell, no son pocos los que admiten en la formación del guiño que la formación no va sobrada de rostros carismáticos y que puedan tomar el timón de cara a las elecciones de 2023 con garantías de aguantar el tirón electoral ya no sólo a nivel autonómico, sino también en el municipal, el principal bastión de Compromís.
El alcalde de la ciudad, Joan Ribó, coportavoz de Compromís, dijo que en 2023 acabaría su trayectoria en la primera línea de la política. Y aunque el primer edil ha abierto la puerta recientemente a repetir, lo cierto es que tampoco lo ha hecho con mucho entusiasmo, mostrándose dubitativo en múltiples ocasiones preguntado al respecto.
Ahora, con la salida de Oltra y su incierto papel electoral en la campaña del año que viene, se han juntado las ganas y el hambre de comer: a la falta de claros referentes internos para relevar a Ribó y la pérdida de una figura tan simbólica como Oltra deja a Compromís en una situación todavía más complicada. Dicho de otro modo, y en ello están de acuerdo diferentes fuentes, el partido no está para perder el otro pilar fundamental.
En la coalición dan por hecho, antes de la salida de Oltra pero ahora todavía con más seguridad, que el alcalde prestará un último servicio a la coalición aceptando ser cabeza de cartel. Sin ir más lejos, Ribó ya ha empezado la campaña preelectoral 'Visc a València' barrio a barrio, y este miércoles, sin ir más lejos, estuvo protagonizándola en Malilla.
El primer edil, por su parte, ha querido mantener la decisión en el aire públicamente hasta que pase el verano. Pero lo cierto es que los tiempos judiciales difícilmente tampoco van a devolver a Oltra a la primera fila hasta entonces, presumiblemente, lo cual refuerza la idea de que el símbolo de Ribó tampoco puede perderse para 2023.
Hay que recordar que, como publicó Valencia Plaza, al menos alguna corriente de Compromís tanteó al jurista Joaquim Bosch para relevar a Ribó en caso de que él decidiese finalmente dar un paso al lado, como se preveía en un principio. Lo cual da buena cuenta de la incertidumbre que había sobre el futuro de la importante candidatura electoral del próximo año.