La Unión Europea pretende ser la primera región del mundo que regule el uso de la Inteligencia Artificial. El Consejo de la Unión anunciaba recientemente un acuerdo político para una ley que previsiblemente entrará en vigor en 2026.
Los aspectos más debatidos han sido la limitación de los sistemas de vigilancia biométrica (como el reconocimiento facial) o el social scoring, que se refiere a sistemas que puntúan a las personas en función de su comportamiento social o sus características personales). También han generado controversia los sistemas que manipulan el comportamiento humano.
Los más críticos con la ley argumentan que es demasiado restrictiva y que podría frenar el desarrollo y la adopción de la inteligencia artificial en Europa. Sus defensores sostienen que es necesaria para garantizar que la inteligencia artificial se use de forma ética y responsable.
Hablamos de ello con Nuria Oliver, ingeniera en telecomunicaciones, doctora por el Media Lab del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) y cofundadora y directora de la Fundación ELLIS Alicante.