CASTELLÓ (EP). La consellera de Agricultura, Desarrollo Rural, Emergencia Climática y Transición Ecológica, Mireia Mollà, ha participado en el acto de recepción de tres nuevas crías de quebrantahuesos en el parque natural de la Tinença de Benifassà , que acoge desde 2018 el proyecto de reintroducción 'Benvingut de nou, Crebalòs'.
Mireia Mollà ha destacado la "importancia de este proyecto para la mejora de la biodiversidad en el entorno del parque natural y la colaboración entre distintas entidades y administraciones que lo hacen posible". Ha agradecido, además, la labor que realizan numerosas personas y voluntarios de las poblaciones de la Tinença que cuidan de las crías y de los adultos introducidos en años anteriores.
"La llegada de estos nuevos ejemplares de quebrantahuesos consolidan el proyecto de reintroducción y contribuyen a difundir el patrimonio natural de la Tinença y de la Comunitat Valenciana", ha indicado.
Los escolares de la zona han escogido los nombres de las nuevas crías. Dos de ellas, Durall (macho) y Dena (hembra) proceden del centro de cría en cautividad de Guadalentín, en Cazorla. Ambos nacieron el 4 de marzo y su peso se aproxima a los cinco kilos. Del zoo de Ostrava (República Checa) procede Dalila, nacida el 8 marzo. Actualmente su peso se encuentra alrededor de los 4,5 kilos.
Los tres han sido conducidos a un nido preparado para la ocasión, en el que permanecerán entre 30 y 40 días con vigilancia y asistencia permanente. Una vez pasado este tiempo, darán sus primeros vuelos e iniciarán su vida fuera del recinto.
Cedidos por la Vulture Conservation Fundation, esta entidad coordina la recuperación del quebrantahuesos en toda Europa. Con la llegada de estas tres nuevas crías, son ya nueve los polluelos introducidos.
El programa restaura la riqueza biológica de la Comunitat Valenciana, con la recuperación de esta especie que se extinguió en este territorio a finales del siglo XIX y que ha vuelto a asentarse y a sobrevolar el cielo de la Tinença.
La técnica para conseguir que la especie vuelva a reproducirse en la comarca, tras más de un siglo de ausencia, es la conocida como hacking o crianza campestre. Este método se basa en traer pollos nacidos en cautividad e instalarlos en un nido artificial en hábitat adecuado para que pasen un mes en ese lugar e inicien sus primeros vuelos desde allí.
Con esta técnica se consigue que las crías asocien el lugar de su suelta a su lugar de nacimiento, de manera que, cuando lleguen a la edad reproductora, que se produce en torno a los 6-10 años, seleccionen estos parajes para criar, ya que la especie, a pesar de moverse por amplios territorios durante su fase juvenil, suelen seleccionar para reproducirse lugares próximos a donde nacieron.
En este proyecto participan el Ministerio de Transición Ecológica, los Gobiernos de Aragón y Cataluña y Vulture Conservation Fundation, aunque también se ha contado con la colaboración de la Fundación Fundamos, Red Eléctrica de España, Electra del Maestrazgo, la Asociación de Propietarios Rurales para la Gestión Cinegética de y Conservación del Medio Ambiente (Aproca), así como los ayuntamientos de la Pobla de Benifassà, Vallibona, Rosell y la Asociación de Propietarios Forestales de la Tinença.