periodista experta en el mundo árabe, Palestina, Israel y en la resolución de conflictos

Lola Bañón: "Vivimos un momento delicado que puede tener consecuencias para la zona y la UE"

15/10/2023 - 

CASTELLÓ. Lola Bañón Castellón, licenciada en Ciencias de la Información por la UAB, es doctora en Periodismo por la Universidad de València. Su tesis fue un extenso trabajo de investigación sobre los orígenes de los movimientos islamistas radicales en Arabia Saudita. Es autora del libro Palestinos, en el que retrata la vida cotidiana de la población palestina refugiada. Ha merecido diversos reconocimientos y premios por su labor periodística en Oriente Próximo. Ha recibido, entre otros, el Premio Defensa de los Derechos Humanos de Amnistía Internacional y Pont del Mediterrani de la Mostra de València.

Pertenece al Comité de dirección de la Agencia de la ONU para los Refugiados Palestinos, UNRWA, y fue la vicepresidenta de la Plataforma de Mujeres Artistas por la Paz y contra la Violencia de Género, un colectivo que ha viajado y desarrollado proyectos  de cooperación en Palestina, Irán, Egipto y campamentos de refugiados saharauis. Durante 25 años fue periodista en el área de internacional de Canal 9, especializada en el mundo árabe. En la actualidad es profesora de la Universidad de València y colaboradora de otras universidades mediterráneas.

Lola Bañón vive estos días con la intensidad propia de su estrecha relación con periodistas y representantes de la cultura y la sociedad palestina, y también israelí. Son momentos convulsos, dolorosos,  tristes, cargados de infinidad de matices. Atravesamos un tiempo muy delicado, que puede tener graves consecuencias, que amenazan los frágiles equilibrios en las relaciones de los gobiernos de la zona.

-Tras una semana del ataque de Hamás en Israel y los bombardeos sobre Gaza, la actualidad está siendo vertiginosa, con una grave escalada de violencia y muerte. ¿Cómo valora este momento?
-Ahora mismo estamos pendientes de la invasión militar terrestre por parte de Israel, una operación muy complicada que en el caso de Gaza presenta una mayor dificultad al tratarse de un territorio donde los últimos años se ha ido forjando un movimiento de fuerte resistencia armada. Y también estamos viviendo la emergencia humanitaria de la población de Gaza, que habita una gran prisión al aire libre desde hace décadas.

"Israel es hoy un estado consciente de su fragilidad, es una situación nueva; y el pueblo palestino entiende con esta acción que su lucha continúa y aglutina en torno a su causa a otros países árabes"

Sin duda, esta semana se ha dado una vuelta en la historia del conflicto muy importante, esta operación ha tenido un efecto mortífero para Israel y ha provocado una gran inseguridad en la población israelí, que hasta ahora contaba con una cierta tranquilidad basada en su superioridad militar. En estos momentos Israel es un estado consciente de su fragilidad, una situación nueva en la historia del conflicto. Por otra parte, el pueblo palestino entiende con esta acción que su lucha continúa, consiguiendo aglutinar en torno a la causa palestina a otros países árabes.

Una cosa son los gobiernos y otra las poblaciones, el mundo árabe siempre ha estado con los palestinos, pero no sus gobiernos. Los ataques de esta semana tienen una primera consecuencia política, la congelación de las conversaciones entre Israel y Arabia Saudita, que se intentaban normalizar y han quedado deshechas. Esto es un hito en el contexto árabe.

-¿Qué puede pasar tras la unión y fortalecimiento de los países árabes en este escenario y conflicto frente a una posible fragilidad del gobierno israelí y la confrontación social que se está viviendo en el país?
-Sin duda, este conflicto no se va a quedar focalizado en el mismo conflicto, porque va a influir en el juego de fuerzas de Oriente Próximo de una manera muy importante. La conclusión primera es la conciencia de Israel de que es vulnerable, la segunda es que Irán está dispuesto a no permitir que se imponga la hegemonía de Arabia Saudita con una alianza con Israel. Y la tercera conclusión importante es la demostración palpable de que Hamás no está solo, ahí están Hezbollah e Irán.

Es una situación que debe hacer pensar a Israel sobre su conducta militar, porque una operación de invasión terrestre puede pasarle factura: sus últimas guerras no han sido de triunfo total y Hezbollah es una gran potencia militar en la zona. Además, ahora hay rehenes y la población israelí está pidiendo a gritos su liberación, pero desde el punto de vista palestino esa petición no puede concretarse si no hay una negociación y un intercambio de prisioneros.


-¿Estamos ante un conflicto que puede afectar gravemente a la geopolítica de la zona así como a la Unión Europea y otros países?
-Lo más importante es que se enfríen las relaciones de Arabia Saudita con Israel así como la evidencia de una relación sólida como es el eje de Irán, Hezbolá y Hamás. También habrá mas consecuencias, como la paralización de conversaciones con otros países hacia Israel, como es el caso de Emiratos, y a medio-largo plazo puede afectar a Marruecos, que tiene una fuerte relación con Israel.

Y también puede haber consecuencias para Europa, porque si empieza una escalada bélica importante en la que Israel requiera ayuda, no hay que olvidar que Europa está apoyando a Ucrania y no va a poder seguir con ese respaldo a Ucrania, con lo cual Rusia, que está más en el eje de Irán, Hezbollah y Hamás, va a verse reforzada en la guerra de Ucrania; y Europa va a ser una perdedora. La ayuda militar internacional en una guerra de grandes dimensiones va a romper muchos de estos equilibrios precarios. No olvidemos la presencia y el poder de EEUU en la zona. Es un escenario muy peligroso y Europa va a tener una situación muy incómoda.

-¿Cómo está viviendo la población palestina esta situación, teniendo en cuenta que son territorios ocupados por Israel bajo el dominio de sus gobiernos desde hace décadas?
-En estos momentos Palestina es una entidad dividida políticamente, con Hamás gobernando en Gaza; y en Cisjordania, la Autoridad Palestina. La mayor parte de los palestinos no son islamistas pero pasa que la totalidad de los palestinos sí que están unidos en la defensa de su causa. Y quién ha concretado, antes y ahora, la defensa de su causa ha sido Hamás. Aunque muchísimos palestinos, aunque la gente no lo crea, rechazan la violencia y no están nada satisfechos con que haya muertes, lo que sí existe es la convicción de que Hamás es la única fuerza capaz de defender consistentemente y de manera efectiva la recuperación de Palestina. Y esto lo dicen y defiende también la gente laica palestina.

Por otra parte, la ineficacia de la Autoridad Palestina es evidente. Hay zonas de Cisjordania donde no pueden entrar, pero ¿quién tiene la responsabilidad? Es muy fácil el discurso que dice que la Autoridad Palestina es corrupta. Hay gente dentro que lo es, pero también hay gente que no lo es y que ha forjado su vida en la defensa de la libertad de Palestina y que han entregado su vida a esta causa. La Autoridad Palestina ha resultado ineficaz y hay que mirar la historia que demuestra que Israel apoyó y dejó hacer a Hamás con total impunidad para minar la fuerza de los partidos que componían la Autoridad Palestina y que eran el núcleo de la Organización para la Liberación de Palestina, la OLP. Israel pensó, hace décadas, que Hamás era una entidad religiosa que hacía acciones caritativas y que no iba a provocar más problemas. No olvidemos que el islamismo palestino no existía antes de los años 80.

Israel pensaba que podía mermar el liderazgo de Yasir Arafat y tener más poder sobre Palestina. Esto ha sido una gran equivocación histórica de Israel y ahora mismo no tiene una interlocución de calidad, porque su relación con la Autoridad Palestina no es políticamente sana. La Autoridad Palestina no funciona porque gobernar un territorio ocupado por otro estado es muy complicado, hasta el punto de que la legislación internacional atribuye a la potencia ocupante la responsabilidad de gestionar los servicios básicos del territorio ocupado; por lo tanto, la Autoridad Palestina es una entidad que no puede gestionar. Tal como he dicho, evidentemente, tiene problemas de corrupción. ¿Pero no los tiene Israel con un primer ministro como Netanyahu, imputado en varios cargos y que tiene pendientes procesos muy importantes por corrupción? Hay corrupción en la Autoridad Palestina, pero también hay mucha gente que ve con impotencia cómo se les ha segado la posibilidad de interlocución con Israel y con buena parte de la Unión Europea, y también con Estados Unidos. Ha habido una sucesión de errores importantes y se han ido minando las relaciones.

"Las declaraciones institucionales son un elemento interesante para fijar la posición pública, pero siempre y cuando sirvan a la causa de la diplomacia y a la construcción de la paz. una declaración que se sitúa en una parte de la tragedia es una declaración inservible"

-Conociendo Palestina, Gaza y los territorios ocupados de Cisjordania, la población valora positivamente las acciones sociales de Hamás...
-Es totalmente verdad. Primero, y aunque dentro cuente con varios movimientos, Hamás es una rama de los Hermanos Musulmanes, una gran entidad en todo Oriente Próximo, que han tenido en la acción caritativa una parte importante de su relevancia. No olvidemos que es unos del mandamientos del islam y que es su línea de pensamiento.

También hay una razón muy evidente. En los territorios palestinos no existe un sistema de bienestar. Hamás sabía muy bien que esta realidad conectaba con su ideología y que le aportaba las adhesiones de una mayoría social. Hemos estado en campos de refugiados de Palestina donde la gente nos ha contado que Hamás iba repartiendo cajas de alimentos a las viudas, huérfanos, personas vulnerables, y allí no aparecía nadie ni de partidos de la izquierda ni de la Autoridad Palestina.

Hay que añadir también que Hamás ha recibido financiación del exterior, entre otros, de los países del Golfo. En cambio, las fuerzas de izquierda palestina, e incluso la Autoridad Palestina, han contado con menos recursos, no tienen oxígeno para poder desarrollar acciones sociales. Eso también lo hemos visto en los viajes que hemos hecho juntas a Palestina con la Plataforma de Mujeres Artistas por la Paz y contra la Violencia de Género. Nos pedían ayuda y recursos.

Hamás ha podido desarrollar de manera muy eficaz acciones sociales como escuelas, hogares de huérfanos… Este es el éxito, en principio, de los islamistas en todo el mundo árabe. Hamás ha sido muy eficaz, porque cuando se daba una emergencia o una necesidad humanitaria ahí estaban para atenderla. Esto hizo que Hamás ascendiera rápidamente en todos los territorios ocupados. De hecho, cuando se convocaron elecciones, Hamás siempre ha obtenido buenos resultados. Cuenta con el apoyo de un sector importante de la población, incluso de gente que no es religiosa, porque les consideran los únicos que saben defender la causa palestina.

-Es una realidad que se ha ido repitiendo en Oriente Próximo, el apoyo a las fuerzas radicales islamistas desde Occidente ha desestabilizado la balanza social en varios países para dividir a la población y mermar el poder de sus gobiernos.
-Claro, Israel pensó en un principio que Hamás se iba a limitar a acciones religiosas y caritativas. Además Hamás no mostró su interés en participar en la vida política, porque el secretismo y la discreción es una de las características de los movimientos islamistas, también en Egipto, en Siria… Bueno, porque además estaban reprimidos, pero en todos los casos confundieron esa característica silenciosa con el deseo de participar en la vida política. Estas circunstancias han provocado un intenso debate dentro de los Hermanos Musulmanes. Al final optaron por la presencia política y coparon el poder, lo vimos en las primaveras árabes en Egipto y Túnez. Han tenido mucho éxito electoral porque han desarrollado ayuda asistencial en países donde no existía. Y, paralelamente, han desarrollado un importante brazo armado a través de brigadas como la Al-Qassam, en el caso de Palestina.


-La verdad y la información están siendo las primeras víctimas en este conflicto. Es muy preocupante la manipulación y la difusión de propaganda. Se está generando una tensión extrema.
-Este tema siempre ha sido muy delicado, es difícil de sintetizar y levanta muchas emociones, pero yo creo que, especialmente, las y los periodistas, quienes estamos en el espacio público, tenemos que hacer un esfuerzo por concretar, y por dejar siempre muy claro desde el punto de vista profesional, que una persona que cree en los Derechos Humanos no puede justificar ninguna muerte violenta de nadie, esto es una declaración de intenciones, que parece obligada hacerla en este tema pero hay que insistir. Solo hay que ver lo que está pasando en las redes sociales.

En primer lugar, es inadmisible cualquier muerte violenta de cualquier persona, de cualquier lugar. En segundo lugar, desde el punto de vista moral o religioso, seamos de la creencia que seamos, el respeto a la vida humana es algo innegociable.

Dicho esto, insisto, las personas debemos saber por qué se producen las cosas y qué consecuencias tienen, y esto se produce, obviamente, por algo, porque una ocupación de más de sesenta años tiene a un pueblo sometido a la desesperanza. Hay una ocupación y no puede haber una solución de carácter militar porque cada vez que se produce una represión militar la otra parte se reafirma en su necesidad de defenderse. Es un conflicto con muchos matices, difíciles de comprender y todo el mundo está hablando y opinando de todo con una ligereza muy preocupante.

"Es una lástima que la UE se haya situado en una sola parte, es un gran error, es la antítesis de cualquier proceso de negociación. Me duele la débil, escasa o nula visión de política exterior de la Unión Europea que podría jugar un importante papel como mediadora y, en cambio, se ha situado en una parte"

-¿Cómo valora que muchos gobiernos se estén posicionando en la única defensa de Israel con resoluciones y declaraciones institucionales?
-En este sentido me duele la débil, escasa o nula visión de política exterior de la Unión Europea que podría jugar un importante papel como mediadora y, en cambio, se ha situado en una parte. No puede decir que Israel tiene derecho a defenderse y no poner la vista en la otra parte, porque las víctimas palestinas, y solo hay que mirar las cifras, son lamentables, denunciables, son un drama para la humanidad, como los son todas las víctimas de Israel, Palestina y del mundo. Cada muerte es un drama en el corazón de las personas que tenemos un mínimo de normalidad cerebral. Lo que hay que recalcar es que la ocupación de Palestina es una ocupación que sostiene Israel con apoyos claros, con la condescendencia de la Unión Europea y Estados Unidos.

Es una lástima que la UE se haya situado en una sola parte, es un gran error, es la antítesis de cualquier proceso de negociación. Aquí hay un problema, provocado por una nación europea que es Reino Unido, que se ha perpetuado en el tiempo, que se ha prolongado, evidentemente con los resultados de la guerra de 1967 y la ocupación total. Asimismo, tenemos siempre la vista puesta en un Israel opresor, pero hay una parte muy importante de un Israel que está en contra de la ocupación aunque su visibilidad es muy escasa. Desde la ocupación de 1967, intelectuales israelíes han alzado la voz advirtiendo que iba a traer muy malas consecuencias. Y diría más, tengo relación con dirigentes israelíes que se definen como sionistas, muchos han estado en gobiernos anteriores y también advierten de que no dejar a los palestinos crear su propio estado iba a significar a la larga una amenaza para el propio estado de Israel, y si la situación sigue así, Israel está en constante peligro.

Creo, por otro lado, que las declaraciones institucionales son un elemento interesante para fijar la posición pública, pero siempre y cuando sirvan a la causa de la diplomacia y a la construcción de la paz. En este sentido, una declaración que se sitúa en una parte de la tragedia es una declaración inservible a nivel político, siempre y cuando la política se piense como elemento constructor de la paz. Es una tragedia lo ocurrido con el ataque de Hamás, pero es también una tragedia las enormes cifras de muertos que ha habido estos años en Gaza. Duele muchísimo en el exterior cuando la gente ve que hay una diferente ponderación sentimental y emocional de los muertos. Es algo inaceptable, por lo que las declaraciones institucionales deben ser redactadas como elemento diplomático de concordia, de contribuir al desarrollo de la paz y no a la estigmatización de una parte frente a otra en los conflictos.

En la política exterior europea tenemos un déficit de política exterior y la UE no será fuerte si no posee una política exterior independiente. España en estos momentos, presidiendo, tiene una posición que podría impulsar el papel europeo de moderador, debería haber sido muy firme en una una declaración institucional que permitiera generar interlocuciones. No se gana nada con ensalzar a una parte y denostar a la otra parte. Noam Chomsky ya lo dijo: en la utilización de las palabras en muchos conflictos se revela la falta de capacidad intelectual para querer entenderlos. Las declaraciones de representantes institucionales deben existir pero no pueden ser elementos para que los políticos queden bien, deben ser puentes que generen situaciones de diálogo y de paz.

-¿La solución pasaría por la reivindicada creación del Estado de Palestina, por la convivencia de los dos estados?
-Pienso que la solución de los dos estados en estos momentos es totalmente inviable porque, entre otras situaciones, la construcción de asentamientos desbocados hace imposible la continuidad territorial que es precisa para que haya un estado que pueda tener su territorio y soberanía. Es la trampa en que se ha situado Israel porque hoy es imposible la solución de los dos estados y esto hipoteca a medio y largo plazo el futuro de Israel como estado. 

-Los asentamientos de colonos en territorio ocupado palestino han sido declarados ilegales por la ONU y otros organismos internacionales, hay varias resoluciones que advierten sobre esta imposición israelí...
-Sí, son ilegales, pero Israel se defiende porque cumplen con la ley israelí. Hay un importante aspecto que no verbaliza el gobierno israelí, pero sí muchos intelectuales y grupos sociales, y es que desmantelar el sistema de ocupación compromete de manera directa el estado de Israel tal y como ha sido concebido. Si desmantelas asentamientos judíos, significa, por ejemplo, desmantelar la red del agua, además de que los asentamientos surgieron para ser una red de control de las ciudades palestinas, para que la población no tenga movilidad en los territorios ocupados, por lo que el estado de Israel debería repensarse totalmente.


-¿Cuál es ahora la radiografía ciudadana y social de Israel?
-Hay algo muy importante, es un país muy extendido en dos visiones del mundo radicalmente diferentes. Hay una parte de israelíes que son como nosotros, trabajan muchas horas al día, pagan impuestos y están sometidos a las obligaciones propias de una sociedad moderna pero peor que en los países europeos, porque cumplen tres años de servicio militar obligatorio, hombres y mujeres, jóvenes. Por otro lado, hay una población ultraortodoxa que no paga impuestos, que tiene un montón de ventajas sociales debido a la demografía extraordinaria que tienen, son familias con muchos hijos y viven de los subsidios que son pagados por los impuestos de toda la población israelí que trabaja y que hace malabares para mantener a sus familias. Esta población ultraortodoxa se dedicaba a mantener los principios religiosos, pero han ido formando partidos políticos y ahora son decisivos en la formación de gobiernos. Este grupo social es uno de los que impone la adopción de medidas extremas contra el pueblo palestino. Son los que quieren el Gran Israel y el exterminio de todos los árabes. Hay una gran fractura social en la sociedad israelí.

-En los últimos meses, además, el liderazgo del primer ministro israelí parece estar muy debilitado y confrontado por una alta tensión social.
-Netanyahu va a acabar muy mal, así se está viendo. Es un superviviente político que lleva veinte años en el poder, a pesar del viacrucis que ha hecho durante dieciocho meses en la oposición. Estas décadas ha gobernado gracias a una coalición nacionalista y religiosa. Ahora mismo, el ataque de Gaza le ha servido para formar una coalición nacional, algo con lo que nunca hubiera soñado: hasta la izquierda está con él, todos están con él en la idea de la supervivencia de Israel que está en peligro; y claro que está en peligro. Hace unas semanas Netanyahu no podía imaginarse este gobierno de coalición. La operación de Hamás beneficia instantáneamente a Netanyahu que, en cierta manera, lo consolida aunque sea un momento de extrema debilidad.

Netanyahu vive una situación muy delicada ante la opinión pública, que ahora se relega a un segundo plano, con la reforma que estaba llevando a cabo del control absoluto del Estado y del país, con una sociedad que está saliendo masivamente a la calle en contra del gobierno, con una explosión social muy dura y complicada. Pero ahora mismo la sociedad solo tiene en su mente a los rehenes. En cada casa y familia israelí hay soldados, hay reservistas, se han movilizado a más de 300.000, y por lo tanto el destino de los rehenes y la gestión de esta crisis es lo que va a determinar la supervivencia o no de Netanyahu.

Hay que recordar que el soldado israelí Gilad Shalit, retenido hace  tiempo en Gaza, pasó cinco años secuestrado y la historia se resolvió con la liberación de mil presos palestinos. Tal como se gestione esta crisis supondrá el apoyo social, o un problema de consecuencias imprevisibles en la política israelí. Es complicado que el primer ministro  salga indemne.

"PIENSO QUE LA SOLUCIÓN DE LOS DOS ESTADOS EN ESTOS MOMENTOS ES TOTALMENTE INVIABLE PORQUE LA CONSTRUCCIÓN DE ASENTAMIENTOS DESBOCADOS HACE IMPOSIBLE LA CONTINUIDAD TERRITORIAL PRECISA. ES LA TRAMPA EN QUE SE HA SITUADO ISRAEL"

También hay que mirar históricamente, porque la mítica Golda Meir dimitió justo después de la guerra de Yom Kippur, en 1973, por aquella mala gestión. Fue un golpe moral muy duro y similar al actual, porque la imagen de estado invencible de Israel sufrió una conmoción en aquel momento con la invasión de los ejércitos de Siria y Egipto, es un sentimiento muy parecido al que tienen ahora. Es muy difícil que Netanyahu  salga adelante.

-Es autora del libro Palestinos, en el que dibuja la vida y experiencia de un pueblo, ¿qué le ha aportado el conocimiento de estos territorios y sus habitantes?
-Parece retórico y poético, pero mi relación con Palestina me ha permitido conocer el lado humano de una población muy abierta, muy mediterránea, muy fuerte, muy convencida de sus ideales y, definitivamente, muy concienciada de que al final lograrán su objetivo. He conocido muy pocos casos de disidencia mental y anímica de palestinos.

Para mí, ese ejemplo de fortaleza ha sido muy importante, pero como periodista, en mi primer viaje allí viví la revelación de que en la información internacional existe un sesgo importante y que la mirada de la información internacional contiene dosis de manipulación que impiden conocer la realidad de las cosas que pasan en el mundo, porque este tipo de información es una de las más sujetas a intereses. Esto me permitió ir con mucho cuidado y ser más cauta. Y otra lección periodística es que escuchar las dos voces no es la panacea del buen periodismo, hay que ver qué hay detrás de las dos voces.

Este conflicto es, si cabe, de los que más ha salido en los medios, pero sigue siendo desconocido, una vez más, hay prejuicios, sobre todo porque hay un control absoluto de la información y una imposición israelí de una narrativa llena de irrealidades.