Sucesión del PSPV: los afines a Morant arrastran en Castellón... pero también se evidencia una fractura

CASTELLÓ. El PSPV de Castellón resucita sus viejas disputas internas (si es que en algún momento quedaron sepultadas). La carrera por la sucesión de Ximo Puig consta que el aparato del partido en la provincia apoya a Diana Morant, la candidata avala por el propio secretario general en la Comunitat y auspiciada desde Madrid, pero al mismo tiempo evidencia que existe una fractura. Así se interpreta de las destacadas ausencias en la cena de este martes en Nules, en la que los afines a la ministra consensuaron su estrategia para impulsar la candidatura en el caso de que al final se celebren primarias.

La convocatoria promovida por el secretario provincial, Samuel Falomir, con la connivencia de la Ejecutiva de País, reunió a cerca de 40 militantes, cargos orgánicos e institucionales. Aunque la idea original era celebrar un encuentro en petit comité, el número de asistentes se disparó al trascender la cita con el boca a boca y la publicación en los medios.

Cargos orgánicos e institucionales

Sin ir más lejos, casi la mitad de los comensales se apuntaron a última hora. Eso sí, lo más importantes ya estaban confirmados desde hacía días. Entre ellos, la alcaldesa de la Vall d'Uixó y secretaria de Acción Electoral de la Ejecutiva Nacional, Tania Baños (mano derecha de José Muñoz en Castellón); el secretario de Organización de la provincia, Joan Morales; el parlamentario nacional Artemi Rallo; la diputada autonómica Ana Besalduch; la exsubdelegada del Consell y sustituta de Puig en el Senado cuando este renuncie, Eva Redondo; o la portavoz adjunta del PSPV en la Diputación, Ruth Sanz. Todas las comarcas estuvieron representadas, así como las principales agrupaciones.

Sin embargo, no todos los invitados acudieron a la cena. En algunos casos, por compromisos de agenda. El secretario de Organización de Castelló ciudad, José Luis López; el alcalde de Morella y diputado provincial, Rhamsés Ripollés; o el titular de Sanidad en el grupo de Les Corts y expresidente de PortCastelló, Rafa Simó, excusaron su no presencia. Estos dos últimos, no obstante, trasladaron su apoyo al movimiento generado en torno a Morant.

Ausencias que muestran la división de la provincia

Otras bajas obedecieron simplemente a una cuestión de posicionamiento, como el exsecretario autonómico de Turismo, Francesc Colomer. Según los mentideros socialistas en el parlamento valenciano, tanto el benicense como la portavoz adjunta del grupo en Les Corts, María José Salvador, y el diputado autonómico y exsecretario provincial, Ernest Blanch, están más alineados con la opción del secretario general de Alicante, Alejandro Soler, a pesar de que hasta hace unos meses se identificaban con el sector ximista. Fuentes consultadas señalan que este cambio sobre las preferencias para el liderazgo del PSPV habría llevado a los organizadores de la cena a excluirles de la relación de nombres.

Tampoco se contaba con convidar a otros dirigentes cercanos a Carlos Fernández Bielsa, el tercer candidato que se especula para unas hipotéticas primarias. Es el caso, por ejemplo, del secretario general de la agrupación de la capital de la Plana, Germán Renau. Las mismas fuentes justifican que por un motivo parecido se rehusó convocar a la diputada nacional, Susana Ros; al alcalde de Vila-real, José Benlloch; y a la exalcaldesa de Castelló y senadora, Amparo Marco. Bien es cierto que hasta ahora ninguno de los tres se ha pronunciado públicamente sobre el proceso de sucesión de Puig. Otra cosa distinta es de puertas adentro.

La provincia de Castellón tiene entre 1.500 y 1.600 militantes. En vista de que un plebiscito como el que se vislumbra en estos momentos cada voto cuenta, parece inevitable la batalla interna. Una contiende que se barrunta especialmente intensa en los grandes municipios, sobre todo en la capital de la Plana, donde la división existente en la Ejecutiva Local resulta un reflejo de lo que ocurre en las bases.