VALÈNCIA. Queda por finalizada la gala de premios del audiovisual valenciano, que celebra su quinta edición en Castelló, con una gala pasada por agua y salvada constantemente por los comentarios acertados de la presentadora, Maria Juan. Vasil da la campanada en los premios Berlanga de su quinta edición. Los votos de la Acadèmia Valenciana de l’Audiovisual encumbran a Avelina Prat en un palmarés muy poco repartido y que dejan como gran olvidada El agua, que si bien ha sido loada por crítica y público, no ha sido profeta en su tierra.
En un año en el que las bases ya han restringido varias candidaturas por su “valencianidad”, la terna de las nominaciones en las principales categorías dejaba los espacios claros: Vasil y Llenos de gracia, dos feel-good movies (la primera, de un corte más autoral, la segunda más industrial), y por otro, el misterio de El Agua que vendría a haber tomado el testigo de Espíritu Sagrado. Avelina Prat ha encandilado a los y las votantes y se ha hecho con las estatuillas a mejor largometraje de ficción, mejor guion y mejor dirección, mientras Elena López Riera solo ha podido aplaudir a Pascual Valero (Mejor actor de reparto) y a Luna Pamies (Mejor actriz principal, incontestable), quien ha agradecido a Elena que "se encontraran" y confiara en ella tan plenamente y le diera el regalo de participar en el film. Aunque Maria Juan ha querido recordar como antes de El Agua había que irse hasta Berlanga para encontrar una película de valencianos en Cannes.
Vasil también ha ganado en las categorías de música original (Vincent Barrière), sonido (Iván Martínez-Rufat) y actriz de reparto (Susi Sánchez). Al recoger Avelina el premio al mejor guion cha querido comentar, claramente emocionada, como todo esto al final va “de contar historias” y anima a que todos los que se encuentran en este mundillo sigan haciéndolo. En el momento en el que ha subido a recoger el premio por mejor dirección ha querido celebrar el buen año que vive el audiovisual valenciano, y animar de nuevo a que se hagan cada vez más películas.
Vasil es una muy buena representante del cine valenciano, que supone la presentación de la voz de Prat (es su ópera prima), y que cuenta con el altavoz en España de estar brillantemente protagonizada por Karra Elejalde. El pero, como otras muchas veces, no se le hace a la ganadora, sino a un palmarés que no ha tenido en cuenta la excelencia de otras películas. En este caso, la primera valenciana en estar en Cannes, dirigida por una de las voces con más potencial de nuestro audiovisual, López Riera. Si bien la jovencísima directora si que contaba con la aclamación del público y de la presentadora Maria Juan, que bromeaba con poder tener unos premios en un futuro que fueran los López Riera, aprovechando la doble vertiente de la broma para quejarse de que no hay premios ni años para las mujeres, aunque destacando que se trata de la gala con más nombres femeninos hasta el momento.
La otra gran ganadora que deja la velada es Desenterrats. Y eso es, en realidad, toda una revelación, porque hasta ahora nunca una serie de ficción había saltado tantas barreras en el palmarés. Además de ser la mejor serie de ficción, también ha sido reconocida en las categorías de montaje y post-producción (Arnau Cortés, Carlos Hernández, Héctor Monerris y Àngela Revert), dirección de fotografía e iluminación (Gabo Guerra y Natxo Alapont) y actor protagonista (Pep Sellés). Es especialmente llamativo el éxito de esta serie, que cabe recordar que tenía À Punt en el cajón y que ha sacado a emisión los jueves a las 23:00. El mejor actor protagonista, Pep Sellés, ha querido dedicar el premio a un relato de “cabezonería”, contando un thriller en Alcoi que pudiera alcanzar el éxito con una visión y un proyecto tan ambicioso.
Entre las curiosidades del palmarés a destacar, la categoría de actor principal contaba este año con una terna poco carismática; mientras que la de maquillaje era una pelea de David contra Goliat, en la que ha salido como vencedora la Goliat valenciana, Ana Lozano, por la producción de Hollywood Being the Ricardos. Cabe destacar también en el momento de entrega a mejor vestuario, con una triple nominación para Giovanna Ribes que ha acabado ganando por Llenos de gracia, y curiosamente el premio se lo ha entregado su tocaya, Giovanna Ribes, la guionista.
Llenos de gracia se conforma, además de con el mejor vestuario, con la mejor dirección de producción (Lorena Lluch). El juego de las llaves se vuelve a València de vacío. Y en la categoría de cortometraje, el debutante Iván Fernández de Córdoba está de enhorabuena por su trabajo en Quieto Billy. Más allá de la ficción, Mujeres sin censura viene a re-confirmar el trabajo de Eva Vizcarra. En el formato corto, otro gran nombre del documental valenciano, Adán Aliaga por Hardcore. Por su parte, L’Hora Fosca se ha alzado con el galardón a mejor serie documental, sin ninguna otra producción nominada contra la que competir. La animación, por otra parte, se ha repartido todo lo que se podía repartir: mientras que Mironins era la única en categoría de largometraje, en serie le ha cedido el puesto a El món de Pau, y el mejor cortometraje sale de la escuela Primer Frame, 1996.
La gala ha sido escenario del primer discurso de Teresa Cebrián, nueva presidenta de la Academia Valenciana del Audiovisual, quien bromeaba sobre como su guionista habia comenzado el discurso de una manera menos solemnte de lo que ella le hubiera gustado. Aún asó ha querido agradecer la noche a las autoridades, los amigos y todos los nominados y ganadores, aquellos que hacen posible la gala y permiten que se repita año tras año, y recuerda el momento que está viviendo el audiovisual valenciano: “Hace 4 años se puso en marcha la Academia Valenciana del Audiovisual, al principio la gente se preguntaba si era necesario que existiera, pero se puede decir rotundamente que el audiovisual valenciano existe y atraviesa el mejor momento”; comentaba la presidenta, “los nombres valencianos están en los festivales más importantes del mundo, y estamos recuperando a los profesionales que vuelven, y hacer cine desde aquí comienza a ser una realidad”.
También ha querido agradecer a Jose Luis Moreno su trabajo previo y le da la bienvenida a Francesc Felipe, a quien recuerda que a pesar del buen momento del cine es muy importante tener en cuenta que quedan muchas cosas por resolver: “Necesitamos valencianos con papeles protagonistas, más músicos, más técnicos y más jóvenes que se formen en el audiovisual. Más y mejor financiación y poder coproducir en igualdad de condiciones. Tenemos que apoyar la televisión pública, y generar un sector más inclusivo y que genere obras más comprometidas. El audiovisual es un trabajo colectivo, y para hacer ese equipo os necesitamos a todos y todas”. En el el final del discurso Cebrián ha querido invitar alas mujeres a que hagan grande la academia, recordando que de 317 integrantes tan solo 106 son mujeres, y ha querido invitar a una de ellas a terminar el discurso, la actriz y académica Natalia Galocha, quien ha dado el punto final a las palabra de Teresa aclarando que son necesarias las voces jóvenes y que hay que generar tejido para hacer cine “desde aquí y entre todos”.
Sin duda uno de los momentos clave de la noche ha sido la entrega al premio honorífico para Antonio Llorens por su trayectoria. La entrega la ha realizado Raquel Tamarit, quien ha repasado brevemente la trayectoria del hombre que “más ha dado visibilidad a todos los trabajos del cine” y que ha trabajado de todo: programador, asesor, crítico, director… Tamarit lo ha definido también como uno de los primeros en comprender los oficios que se salen del plano de la cámara. La política a acompañado a Llorens al escenario a recoger el premio, quien no ha dudado en agradecer constantemente el galardón a todos los trabajadores tanto del IVC, como a los académicos, y ha recordado su posición de igual como “obrero del cine” junto a Tamarit y rodeado de personas como Abel Guarinos o Teresa Cebrián: “Quiero dedicarlo a todos ellos, y dar las gracias por su excelente trabajo”. Además Llorens ha tenido un breve momento de confusión agradeciendo la retransmisión a Canal 9, y rectificando más tarde al nombre de Á Punt, y abrazado por la ternura del público ha terminado su discurso dedicando el premio a las nuevas generaciones, como la que llega a través de su nieto Sento, de apenas 7 años, que tienen “un futuro maravilloso por delante”.
De la gala cabe destacar el humor con el que su presentadora, Maria Juan, ha sabido desenvolverse ante los pequeños contratiempos del directo: problemas técnicos ocasionados por la lluvia, un presentador despistado que casi se va sin terminar de dar los premios junto a la compañera, y recoger los premios de aquellas personas que no han podido asistir. Maria ha improvisado varios de estos discursos, con premios que no contaban ni con un representante para recogerlo, como ha sido con el caso de El mon de Pau, premio de animación: “No ha venido nadie a recogerlo, así que lo tengo yo que es de animación y estoy animando”, ha comentado la presentadora. Además cabe tener en cuenta el momento obituario, acompañado musicalmente por La Maria, en el que se ha pedido que no se dieran aplausos, un gran acierto con motivo de no generar un momento incómodo: “Es que aparece un director conocido y suenan muchos aplausos y luego un guionista y se queda la cosa en dos personas solo”, ha comentado Maria.