CASTELLÓ. Las asociaciones independientes de citricultores de la Comunitat Valenciana (Avida, Adaribera, Aliv y Alan), han solicitado mediante carta a la consellera de Agricultura, Mireia Mollà, que dirija al Ministerio de Agricultura una solicitud de autorización excepcional del Metil Clorpirifos, el único fitosanitario eficaz contra la plaga del cotonet de Sudáfrica, para poder utilizarlo en marzo y abril, "meses idóneos para combatir los daños y en la que por estar los árboles en floración se garantiza la no existencia de residuos a la recolección", señalan.
Con anterioridad a la campaña de 2020, cuando se prohibió la utilización de este fitosanitario, los daños que producía el cotonet de Sudáfrica se controlaban con formulados a base de Clorpirifos y Metil Clorpirifos. "Aunque la plaga está con nosotros desde 2009, con estos formulados, el agricultor evitaba los daños y no la temía", señalan las entidades.
Tras la no renovación de la comercialización de ambos principios activos por Reglamento de Ejecución (UE) 2020/18 y 2020/17, respectivamente, de 10 de enero de 2020, "la plaga del cotonet se ha descontrolado y los daños van en aumento: de los 120 millones de euros en cítricos valorados por Asaja en 2020, se ha pasado a más de 200 millones en 2021 y a unos 40 millones en caquis, antes no presente, recuerdan. A estas pérdidas, hay que añadir varios tratamientos con fitosanitarios más caros y al trabajo manual y costoso de tirar los frutos dañados al suelo, indican las fuentes.
Con todo ello, los citricultores independientes destacan que el Plan de Acción del Ministerio contra esta plaga "ha fracasado, no ofreciendo soluciones nuevas para la nueva campaña". Además, remarcan los productores agrarios, que la plaga cumple perfectamente con los requisitos para solicitar esta utilización excepcional: “Ser un peligro que no pueda controlarse por otros medios razonables”, único punto que recoge el artículo 53 del reglamento (UE) 1107 (2009), para que un gobierno nacional conceda una autorización excepcional para la comercialización de un fitosanitario que no tenga registro para ello.
"El momento de evitar los daños de la plaga es marzo y abril, meses muy lejanos a la recolección y en los que el árbol está en flor, por lo que no existe ningún riesgo para los consumidores de que se pudiera rebasar el límite de detección marcado por la Comisión Europea de 0.01 mg/kg de producto activo", concluyen.