CASTELLÓ. El césped de Castalia ha acogido este sábado a los jugadores del Castellón en un entrenamiento completamente atípico. Lo que debía ser una sesión preparatoria para el duelo provincial frente al Villarreal B, se ha convertido en una jornada de despedida por tiempo indefinido debido a la suspensión de la liga.
La plantilla se ha ejercitado sin un objetivo competitivo inmediato, pero con las miras puestas en no bajar la guardia por si la crisis del coronavirus permitiera una reanudación de la actividad. Por ello, ha mantenido el plan de entrenamientos que se había fijado para esta semana.
Pero a partir de ahora el trabajo de los futbolistas será individual. Así lo ha establecido el cuerpo técnico del Castellón, que ha fijado un plan personal para los jugadores con el objetivo de que no pierdan la forma ante una eventual vuelta a la actividad.
Los jugadores han recibido las instrucciones correspondientes antes de despedirse. Lo han hecho con la incertidumbre del tiempo que van a estar sin competir y sin ninguna garantía de que vuelvan a hacerlo esta temporada.