FOTOS: Antonio PradasCASTELLÓ. Alrededor de 300 vecinos, según la Policía Local, salieron de nuevo a protestar contra la reforma de la avenida Lidón en un acto en el que se elevaron las críticas contra el equipo de gobierno -sobre todo contra la alcaldesa, Amparo Marco- y en la que anunciaron nuevas acciones para intentar parar las obras de reforma de esta avenida. De hecho, David Muñoz, representante legal de la asociación de vecinos ya avanzó una manifestación para el próximo 10 de febrero.
Con gritos de "no a la reforma" y "alcaldesa dimisión", las cerca de 300 personas contaron con el apoyo de los representantes del Partido Popular (y varios afiliados del PP), así como de Ciudadanos y de Vox.
Pese a que los vecinos convocaron a la gente a una manifestación, el no haber cumplido los plazos legales en la petición les impidió celebrarla y el acto se quedó en una concentración en la plaza María Agustina, frente a la Subdelegación del Gobierno.
Los vecinos aseguraban que las protestas son "una muestra de la lucha de David contra Goliat entre los que vivimos aquí y no queremos la reforma y un Ayuntamiento empeñado en hacerla".
En María Agustina el representante legal, junto a la presidenta de la asociación de vecinos, Vicky Amores, aseguraban que "esta reforma es un golpe a la democracia y la alcaldesa nos quiere poner una mordaza" y además, "no quiere recibirnos y no sabemos por qué se esconde ni a qué le tiene miedo", aseguraban.
La remodelación de la avenida Lidón es un controvertido proyecto que ha enfrentado al equipo de gobierno del Ayuntamiento de Castelló con los residentes en la zona. Se trata de una peatonalización de esta avenida, desde María Agustina hasta la basílica del Lledó. Un proyecto con un coste de 2,9 millones de euros, confinanciado con Fondos Europeos y que ya se ha aprobado, por lo que el comienzo de la obra es cuestión de días.
