podrán integrarse bodegas de ocho municipios de la provincia

Los vinos de Castellón avanzan hacia la Denominación de Origen

La UE aprueba las modificaciones al pliego de condiciones de la IGP, un documento que servirá de base para solicitar la marca de calidad.

1/08/2021 - 

CASTELLÓ. La Unión Europea ha dado luz verde a las modificaciones del pliego de condiciones de la Indicación Geográfica Protegida (IGP) Vins de la Terra de Castelló que los bodegueros de Castellón solicitaron en el año 2013, un documento que permitirá ampliar el área de influencia de la IGP y que será la base del escrito a partir del cual se solicite la Denominación de Origen (DO) para los vinos de las comarcas de Castellón. El Diario Oficial de la UE del 5 de julio de 2019 publicó la aprobación del expediente, pero no ha sido hasta ahora cuando los responsables de la IGP han sido informados, según ha señalado su presidente, Juan Carlos Pavía, que no se explica “el retraso a la hora de dar la información y de quién es el error”, aunque mantiene que “lo importante ahora es que ya podemos empezar a trabajar para constituirnos en DO”.

Entre las modificaciones aprobadas se encuentra la ampliación del área de la IGP a la que podrán integrarse bodegas de los municipios de Villahermosa del Río, Benafigos, Benicarló, Peñíscola, Santa Magdalena de Pulpis, Càlig, Sant Jordi i Vinaròs. Un hecho que califica de “positivo” Juan Carlos Pavía, “ya que la marca de calidad Vins de la Terra de Castelló podrá incrementar su superficie, que en la actualidad es de 200 hectáreas” cuando, según los datos que tiene en su poder la Conselleria de Agricultura en la provincia de Castellón hay 800 hectáreas de viñedo. El responsable de los viticultores de Castellón explica que algunas bodegas de la zona de Benicarló estaban esperando esta decisión para poder entrar en la IGP. Pavía considera que “ampliar siempre es bueno y si entra más uva en la marca puede suponer una mejor producción”.

Dieciséis bodegas con 600.000 litros de producción actual

El presidente de los bodegueros dice no saber si todos los productores que ahora se encuentran al margen de la IGP querrán estar dentro de la futura DO, pero afirma que “estar dentro de una DO es tener un paraguas de calidad y es mejor que estar solo, ahora lo que tenemos que hacer es buscar un equilibrio y que todos se sientan bien”. En la actualidad, la IGP Vins de la Terra de Castelló la integran 16 bodegas que pueden llegar a producir unos 600.000 litros y con la nueva ampliación se podría superar el millón. “Esta es una cantidad irrisoria si la comparamos con la producción que había en los años 70 cuando solo la Cooperativa de Sant Mateu recolectaba más de 20 millones de kilos de uva”, explica Pavía.

Los viticultores están ahora a la espera de que el DOGV ratifique la aprobación de la Unión Europea del nuevo pliego que ha eliminado la limitación de cepas por hectárea, aunque se limita la producción en 8.000 kilos de uva tinta por hectárea y 9.000 por uva blanca. Una de las modificaciones importantes reflejada en el documento aprobado es que a partir de ahora los vinos de la IGP podrán reflejar en el etiquetado que el vino ha estado en barrica cuando haya pasado un mínimo de tres meses, “cosa que hasta ahora no podíamos hacer”, dice Juan Carlos Pavía.

Estos son los pasos a seguir a partir de ahora

La intención de la IGP es profesionalizar el equipo que se encargue de realizar las gestiones burocráticas y de esta manera iniciar los trámites para alcanzar la DO, para lo que se tiene que redactar un nuevo pliego “que no variará mucho del que ya tenemos aprobado”, dice Pavía. El responsable de los viticultores explica que “quizá se intente optar a tener una categoría diferenciada de otras marcas de calidad que podría ser el vino ecológico, ya que aquí en la provincia no tenemos como nexo de unión una variedad diferenciada a otro lugar del Mediterráneo”. Otra de las intenciones de la IGP es solicitar que en el etiquetado también quede plasmado el reconocimiento de parcelas o municipios con su nombre propio, “que sería una fórmula para poder proteger lugares concretos, lo que supondría un salto cualitativo importante”, asegura. Además, se quiere pedir la integración de la garnacha blanca en la DO.

En la actualidad, el 90% de la producción de las bodegas de la IGP son variedades de uvas tintas, entre las que destacan el Tempranillo, Cabernet Sauvignon, Merlot y Shyra, mientras que solo el 10% es uva blanca, como el Macabeu o el Chardonnay.

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