VALENCIA. Fumata blanca en el Palacio Euskalduna de Bilbao. Los accionistas de BBVA, con el 96% de los votos a favor, han dado luz verde a la ampliación de capital de la entidad para poder acometer la oferta pública de adquisición (opa) hostil sobre Banco Sabadell lanzada el pasado 9 de mayo. La entidad ha conseguido reunir al 70,74% de su capital en la Junta General Extraordinaria de Accionistas celebrada en la mañana de este viernes.
Esta acción es un paso previo para poder seguir adelante con una operación sobre la que todavía tienen que decidir los accionistas de Banco Sabadell y diferentes reguladores. Por ahora, la posición del Gobierno de España es la del rechazo, aunque cabe recordar que carece de la capacidad para vetar la opa.
El importe nominal máximo de la ampliación aprobada será de 551,9 millones de euros, con aportaciones no dinerarias, mediante emisión y puesta en circulación de hasta 1.126 millones de acciones con un valor nominal de 0,49 euros por título y con los mismos derechos y obligaciones que las acciones que la entidad tiene actualmente en circulación.
El presidente de la entidad, Carlos Torres, ha dado un discurso previo a la votación en el que ha destacado las fortalezas del banco "en todas las geografías" en las que está presente, siempre con "cuotas destacadas" y una rentabilidad "siempre en el primero o segundo lugar".
En este sentido, ha empezado tratando la digitalización, de la que ha asegurado que BBVA es "pionera" en el sector, con "canales sencillos, siempre accesible", que gran parte de sus usuarios utilizan cada día. También ha hecho referencia a la sostenibilidad, pues la entidad destinó 70.000 millones a negocio sostenible en 2023, cinco veces más que en 2018, según su presidente.
Todo ello, asegura Torres, da lugar a "clientes más satisfechos" y a una "posición de liderazgo" que queda reflejada en los índices de recomendación. "Además de ser rentables y eficientes también tenemos un gran crecimiento", ha añadido a lo largo de su intervención. Todo ello, considera, da lugar a que BBVA tenga un "perfil único de crecimiento y rentabilidad único en Europa".
Entre aplausos de los presentes en el Palacio Euskalduna de Bilbao, ha recordado que el valor de las acciones se ha multiplicado casi por tres en los últimos años y ha destacado la entidad como uno de los proyectos más interesantes a nivel europeo en materia bancaria.
Como ya se ha ido desvelando en las semanas previas a esta Junta, una de las cuestiones en las que BBVA se ha apoyado de cara la opa es el ahorro de costes en materia tecnológica. "El gasto en tecnología se ha convertido en una de las primeras magnitudes de costes en el sector", ha expresado Torres. Por ello, con la opa: "Ganamos escala, diluimos los costes fijos, pudiendo ofrecer a los clientes de ambas entidades mejores productos y servicios a precios más competitivos".
"Los bancos que más invierten en tecnología, como BBVA, son los que obtienen mayores rentabilidades", ha considerado el presidente de esta entidad, que además ha remarcado a España como un país con "una economía resiliente, dinámica y que ha crecido más que la media europea en los últimos años". En este sentido, cabe recordar que el banco estima un crecimiento del 2,1% en 2024 y del 2,5% en 2025.
"La incorporación de Banco Sabadell representa una gran oportunidad", ha seguido Torres sobre su discurso antes de la votación de la ampliación de capital para poder acometer una opa sobre Banco Sabadell, una entidad que ha considerado "de alta calidad".
"Con la integración de ambos negocios ganamos escala", ha remarcado Torres: "A la mayor cuota de BBVA en banca minorista sumaríamos la mayor cuota de Banco Sabadell en materia de pymes". De hecho, en esta materia ha recordado la apuesta de BBVA en los primeros meses del año, con un incremento de 51.100 clientes autónomos y pequeñas y medianas empresas.
"Potenciaremos su modelo de gestión de pymes y mantendremos las líneas de circulante durante al menos 12 meses", ha incidido Torres, con el objetivo de construir "un banco más fuerte, competitivo y rentable". Además, ha asegurado que la fusión llevaría a un ahorro de costes estimado de 850 millones de euros a lo largo de tres años y unos costes de reestructuración de 1.400 millones de euros antes de impuestos.
"Esta operación es positiva para todos nuestros grupos de interés", ha reivindicado Torres, tanto para clientes, como trabajadores, como la sociedad en general. "Gracias a la mayor escala tendremos una mayor capacidad de concesión de crédito a familia y empresas, que estimamos de 5.000 millones al año", ha asegurado.
Por último ha recordado que el centro corporativo de Sant Cugat se mantendría tras la operación y que en aquellos sitios estratégicos se podría mantener el uso de ambas marcas. Uno de estos enclaves podría ser la provincia de Alicante, donde Banco Sabadell tiene una gran presencia tras la absorción de la Caja de Ahorro del Mediterráneo. Aunque, por ahora, la entidad no ha confirmado cuáles son dichos lugares donde se mantendrían ambas marcas. "Confiamos plenamente en el éxito de la operación. La oferta es extremadamente atractiva", ha finalizado su discurso Carlos Torres.
Durante la Junta General de Accionistas también han intervenido varios representantes de los trabajadores, que se han mostrado entre las críticas al banco y la confianza en la opa. En primer lugar, el representante de AEB, que representa el 30% de los empleados, ha considerado que la operación "supondría un cambio en el mapa bancario tanto español como europeo". "Le rogamos, señor presidente, que los ajustes no se realicen a costa de los trabajadores de ambas entidades", ha añadido antes de recordarle a Torres: "Confiamos en que usted aprovechará la gran oportunidad sin perjudicar al principal activo del banco, su plantilla".
Una operación sobre la que el ministro de Economía, Comercio y Empresa de España, Carlos Cuerpo, ha recalado esta misma mañana que la posición del Gobierno sigue siendo la del rechazo a la misma. "Nuestra posición en el Gobierno fue muy clara con esta situación, por la preocupación que hemos tenido por el posible exceso de concentración que supondría la fusión entre ambas entidades", ha explicado Cuerpo, quien ha señalado los "potenciales perjuicios para clientes financieros, de acceso al crédito de las pymes, empleo o para la red territorial de las entidades", según recoge EFE.
Con esta ampliación de capital BBVA da un paso más hacia la opa hostil sobre el 100% de Banco Sabadell, que implicaría la pérdida de la sede social de esta última entidad en Alicante, así como que el banco resultante fuera el más grande en la Comunitat Valenciana por número de oficinas.