Los valencianos regalan la naranja mientras lobbies de Europa apoyan a los cítricos sudafricanos

21/01/2022 - 

BRUSELAS. El vídeo de una joven valenciana se ha hecho viral en las redes sociales anunciando su cosecha de naranjas. No hace publicidad de la calidad, simplemente las regala. Y lo hace porque el comprador le ha dicho que el precio es tan bajo que no cubre costes. Mientras tanto, los lobbies del norte claman ante la Unión Europea (UE) por los pobres agricultores sudafricanos, que necesitan exportar sus cítricos a Europa con plagas para que sean rentables, porque en otros países no los aceptan.

Así se expresan tres grupos de presión de Alemania, Holanda y Bélgica, en una carta dirigida a la Comisión Europea, según adelantó el diario Las Provincias. El documento está dirigido al Comité Permanente de Vegetales, Animales, Alimentos y Piensos, organismo en el que pueden participar las Comunidades Autónomas. Lo encabezan Fresh Trade Belgium, DFHV y Fresh Produce Centre, firmado por Janine Luten, de este último. Y piden expresamente que se exima del tratamiento en frío a las importaciones a Europa de los cítricos de Sudáfrica por el alto coste que les supondría.

El Fresh Produce Centre es una plataforma que engloba al 80% de exportadores, importadores, productores y comerciantes holandeses de frutas y hortalizas. Fresh Trade Belgium es la asociación belga de exportadores, importadores y mayoristas de frutas y hortalizas frescas. Mientras que DFHV obedece a las siglas de las asociación nacional alemana del comercio de frutas y verduras. 

Una joven valenciana en un vídeo viral.

Comerciantes holandeses, belgas y alemanes

A estos comerciantes les preocupa la petición del tratamiento en frío para los cítricos sudafricanos porque confían en el cumplimiento de los requisitos fitosanitarios y en la cadena de suministros. Si se aplicara, dice el tratamiento en frío, significaría el “cese efectivo” del 70% de las exportaciones de cítricos sudafricanas a Europa, ya que en otros países ya se les exige. La razón es que “en Sudáfrica no existen las instalaciones necesarias” y, además, supondrían un coste adicional que haría las exportaciones “económicamente inviables”. Cabe recordar que Sudáfrica exige el tratamiento en frío a los cítricos europeos.

A continuación, a nuestros socios europeos les preocupa el “desastrosos impacto socioeconómico en Sudáfrica, que se traducirá en una “disminución drástica de los ingresos y la pérdida de puestos de trabajo asociados”. Y añaden, como dato, que este sector emplea a 140.000 trabajadores y proporciona un medio de vida a 1,4 millones de personas, en Sudáfrica.

Por último, se acuerdan de los europeos, de los consumidores solamente, al referirse a que tendrán que pagar más por los cítricos de Sudáfrica y “no se les garantiza un suministro completo durante todo el año”. Y recuerdan aquí que “con lo sano que es comer naranjas” en época de pandemia. Por todo ello, el sector "se opone enérgicamente” al tratamiento en frío obligatorio, pese a estar probado que es el único que detiene la plaga de la polilla. En los últimos años se ha multiplicado las continuas interceptaciones de cargamentos sudafricanos en los puertos europeos con cítricos contaminados.

Precios ridículos

Por su parte, la Unió de Llauradors i Ramaders viene denunciando el trato de favor de la UE a las importaciones de terceros países con plagas y menor calidad, en detrimento de la producción europea en general y valenciana en particular. Carles Peris, secretario general de La Unió, afirma que “la actual campaña citrícola pone en evidencia la incongruencia existente. Mientras nuestras cosechas no salen de los árboles o se nos pagan a precios ridículos, aquí se les pone alfombra roja a las importaciones para que nos hundan”. Y añade que “las autoridades comunitarias tienen parte de culpa, pero también los importadores que trabajan aquí y allá, y que no tienen escrúpulos en arruinarnos por engordar más su cuenta de resultados”.

La carta del lobby del norte llegó al gobierno de la Unión en noviembre del año pasado, poco después de que el President de la Generalitat Valenciana, Ximo Puig, presentara ante la UE su petición formal de que se aplique el tratamiento en frío. Sin esta medida de sanitaria, las exportaciones sudafricanas entran a territorio europeo con polilla, con el que consiguiente peligro de que esta plaga se extienda por Europa como ya ocurrió con el “cotonet”. Cabe señalar que países como Estados Unidos y Canadá exigen el atamiento en frío, y la misma Sudáfrica también lo exigen para las importaciones.

Esta misma propuesta acaba de ser presentada ante el Consejo de Agricultura, celebrado este lunes en Bruselas entre todos los países miembros, por el ministro español de agricultura. Luis Planas también puso sobre la mesa otra exigencia del campo valenciano, para que se considere la naranja como producto sensible en la revisión bilateral que se está llevando a cabo del Tratado de Sudáfrica de 2016.

Sarah y su madre han perdido la cosecha

Mientras tanto, Sarah Soler y su madre, que decidieron hacerse cargo del campo de naranjos tras el fallecimiento de su padre, ven cómo todo son pérdidas. No sólo han perdido esta cosecha, y el tiempo y dinero empleados, sino que perderán la siguiente si no cogen la naranja del árbol para que florezca la nueva. Una prueba más de que el valor del campo valenciano ha ido cayendo conforme aumentan las importaciones de terceros países sin aranceles ni controles suficientes.

Precisamente, la Unió de Llauradors i Ramaders, que ha estado haciendo presión para que se exija a los cítricos importados los mismos requisitos que se exigen al agricultor valenciano, acaba de denunciar la desastrosa campaña de cítricos y la inacción por parte de las Administraciones o de la interprofesional citrícola española Intercitrus.

La Unió denuncia la inacción de los políticos

También denuncia que, "pese a la magnitud y gravedad de la situación”, la Conselleria de Agricultura no reúne su Mesa de la Producción Primaria ni el Ministerio de Agricultura su Mesa Nacional de Cítricos. “Tampoco se sabe nada”, añade, de la interprofesional Intercitrus, de la que dice que esta “totalmente desaparecida”. A Interciturs la señala al destacar que su inacción se debe, a que “en su seno están representados los mismos comercios que importan luego producción de terceros países como Sudáfrica o Egipto”.

En las redes se multiplican los vídeos virales de agricultores denunciando que tienen aún la fruta en el árbol sin vender. La Unió confirma que “las operaciones comerciales de cítricos son escasas en la actualidad y el porcentaje de fruta sin recolectar en los árboles es muy superior al de otras campañas por estas mismas fechas”.

Como la cosecha de Sarah y su madre, dice La Unió “el problema más grave y evidente se observa en las cotizaciones de la naranja Navelina, con precios oficiales medios en origen de 0,10 €/kg, una, cifra inferior en un 33% a la de la campaña pasada por esas mismas fechas y que no cubre ni siquiera los costes de producción”. Además, las dificultades de la Navelina se están trasladando ya al resto de variedades de naranjas como es el caso de la Late.

Exigen reciprocidad

En este sentido la Unió señala a la Unión Europea , que “no puede negar la evidencia del daño que provocan las importaciones en los productores comunitarios” y cuyo lobby del norte se preocupa más por los productores sudafricanos que por los agricultores valencianos. Ello implica que los cítricos deban ser considerados “como producto muy sensible frente a las importaciones de terceros países”, además de una necesaria “reciprocidad o adopción de cláusulas espejo para que se cumplan los mismos estándares sociales, laborales y medioambientales en los cítricos de fuera respecto a los de aquí”.

Para evitar la entrada de plagas letales que hagan todavía más difícil si cabe la producción europea de cítricos, la Unió viene exigiendo que hay que imponer el tratamiento de frío o “cold treatment” a las producciones importadas de terceros países que tengan riesgo evidente de infestación.

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