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ley de acompañamiento de 2024

Los altos cargos de la Generalitat podrán dar clases y cobrar por ellas el equivalente al 30% de su sueldo

Foto: KIKE TABERNER
22/09/2023 - 

VALÈNCIA. El Consell de Carlos Mazón ha recuperado uno de los asuntos que resultaron más polémicos durante el primer mandato del Botànic: la compatibilidad del ejercicio de los altos cargos con la docencia. Una puerta que quedó cerrada en 2016 con la Ley de Incompatibilidades y Conflicto de Intereses de los cargos no electos impulsada por Compromís y que, ahora, el Gobierno de PP y Vox busca retomar a través de una modificación de la Ley de Acompañamiento de 2024 para permitir a los miembros de su gobierno que compatibilicen ambas labores.

La reforma, en concreto, añade un nuevo artículo a la norma aprobada hace siete años y señala que en el caso de los cargos no electos, es decir, los miembros del Ejecutivo, el "ejercicio del cargo será compatible con la docencia universitaria, la docencia en centros de selección y perfeccionamiento de empleados". Es decir, que cualquier conseller, secretario autonómico o director general podrá desempeñar tales responsabilidades y a su vez ser profesor en una universidad pública, privada o una academia particular "en régimen de dedicación a tiempo parcial", según el anteproyecto. En definitiva, ser pluriempleados.   

La propuesta, que deberá aprobarse por un pleno del Consell y posteriormente tramitarse en Les Corts, contempla que en caso de que los altos cargos ejerzan de docentes en algún centro o universidad puedan percibir un salario nada desdeñable. "La cuantía de las compensaciones percibidas por la actividad docente o de investigación no podrá en ningún supuesto exceder del 30% de la retribución que corresponda al alto cargo", contempla la modificación planteada por Presidencia de la Generalitat. 

Un salario que, por tanto, se sumaría al que ya perciben como altos cargos y que en ningún caso es inferior a los 58.000 euros, ya que entre el primer y tercer escalón del Consell todos los sueldos oscilan de los 95.521 que cobra el president a los casi 60.000 euros anuales que percibe un director general. En definitiva, un cambio que, a la postre, permitirá que los altos cargos puedan ver engrosadas sus nóminas aunque no sea a través de una subida de salarios pura y dura a los miembros del Gobierno valenciano.  

Preparar oposiciones

Junto a esto, la modificación de Acompañamiento también pone negro sobre blanco que los altos cargos podrán compatibilizar el cargo "con la preparación para el acceso a la función pública siempre que no impida o menoscabe el estricto cumplimiento de sus deberes y obligaciones, ni comprometa la imparcialidad y la independencia en su ejercicio, ni perjudique el interés público". O dicho de otro modo: que aquel que sea alto cargo, pueda prepararse mientras unas oposiciones. 

Unos cambios que son especialmente significativos. En el pasado se diseñó una ley de incompatibilidades con un régimen muy estricto, pero a pesar de que en un principio se pensó en permitir que los altos cargos pudieran compatibilizar el cargo con la docencia, lo cierto es que terminó descartándose por diferentes motivos. 

Por un lado, había miembros del Consell que consideraban que podía ofrecer una imagen negativa de falta de implicación en la gestión de lo público. A su vez, era difícil conjugar que esta actividad no fuera a ir en "detrimento" de la dedicación que exige un puesto de alto cargo con las responsabilidades que tienen a sus espaldas y los presupuestos de cientos de millones de euros -en algunos casos miles de millones- que deben encargarse de ejecutar

Cabe apuntar que los altos cargos, además, no tienen horario fijo, por lo que se planteaba la dicotomía de qué ocurriría cuando tuvieran que adaptar sus agendas públicas a sus horarios lectivos. Y, por si fuera poco, la norma estatal de incompatibilidades exigía exclusividad para el alto cargo, de manera que la posibilidad de permitirlo quedó finalmente aparcada. 

La opción de que un alto cargo pueda preparar durante el ejercicio de sus funciones en los cuatro años que dura la legislatura unas oposiciones resulta también especialmente llamativo. Ambas tareas requieren una implicación por parte de quien las lleva a cabo inmesurables. Con la diferencia de que el primero obtiene por ello un sueldo público.

Dos sueldos

Ahora bien, no fue la única razón para que se descartara modificar la ley de incompatibilidades. La ley nacional impide a un alto cargo cobrar dos sueldos. Y visto así, para algunos miembros del anterior Consell la posibilidad de tener dos ingresos era un punto conflictivo porque podía dar mala imagen para un gobierno que enarbolaba la bandera de la regeneración. 

Algo que, de hecho, se podría ahora extrapolar al Gobierno de Mazón, quien ha llevado por consigna desde que accedió a la Presidencia la necesidad de reducir la grasa de la administración, los gastos supérfluos y la reducción de los altos cargos para minimizar el gasto público. Este cambio, sin embargo, permitiría a sus consellers y altos cargos obtener de alguna manera un 'sobresueldo' más allá de su remuneración proveniente de las arcas pública. 

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