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en la frontera / OPINIÓN

Los cálculos de Diana Morant con la Dana

5/01/2025 - 

La ministra de Ciencia e Innovación Diana Morant, secretaria general a su vez del PSPV-PSOE, ha hecho cuentas muy peculiares con respecto a las ayudas para los afectados por la riada en el cinturón de València el pasado 28 de octubre: "Las ayudas del Gobierno para la Dana son 40 veces superiores a las del Consell". Dichas ayudas las ha cifrado en 40.000 millones de euros. La ministra ha tratado así de afear al Gobierno autonómico en una comparación demagógica y desproporcionada con la única intención de sacar pecho en esta carrera de locos por ver quién hace más. 40.000 millones, ¡Oh¡ Sin especificar plazos y, sobre todo, sin matizar cuántas ayudas son a fondo perdido  y cuales son de vuelta y, quién sabe, con recargo; créditos a devolver con sus respectivos intereses (que se supone que serán 'blandos').

Hay un galimatías importante con las cifras. En la página oficial de Moncloa no hay ningún sumatorio de 40.000 millones, sino un desglose exhaustivo, y sucesivo, del tipo de ayudas en función de la causa: reconstrucción de viviendas, rehabilitaciones de locales industriales y polígonos dañados, adecuación de ríos, pantanos y barrancos, además del importante desembolso que se está ejecutando en la reconstrucción de la red viaria de Renfe/Adif y en carreteras nacionales. La patronal autonómica CEV que preside Salvador Navarro rebaja esas expectativas en 16.000 millones según una reunión mantenida hace escasos días en la que se lamentó profundamente de que ni la Generalitat (el vicepresidente Gan Pampols) ni el Gobierno (el comisionado José María Ángel) se hayan reunido con los empresarios.

El Consell de la Generalitat que preside Carlos Mazón está siendo más prudente: trocea las líneas de acción (compra de coches por ejemplo, restauración de los trenes de cercanías) en un intento de no generar expectativas de muy difícil cumplimiento. A mí lo que me preocupa realmente es que haya duplicidades que deriven, además, en una burocracia desmedida para controlar las ingentes cantidades de dinero que se están barajando. Si fuéramos de verdad una democracia avanzada se crearía una ventanilla única para marear lo menos posible a los afectados: y justo están creciendo este tipo de quejas. La burocracia excesiva es el colesterol del sistema.

También me preocupa que alguien haga el agosto a costa de la desgracia, como cuando el tráfico de mascarillas en tiempos de la pandemia que salpicó hasta al hijo de Nati Abascal, Rafael Medina, duque de Feria. Los pijos también hurtan. Ello por no citar a Ábalos/Koldo/Aldama, triunvirato que estos días se pasea por los juzgados como Pedro por su casa. Por las mascarillas y por cien cosas más.

En este contexto, los 40.000 millones de Morant me producen un poco sonrojo y, ojo, puede que al final, a varios años vista, se baraje una cifra similar. 40.000 millones son dos tercios del presupuesto global de la Generalitat Valenciana (2024), para que nos hagamos una idea. Lo que denota la ministra y la lideresa del PSOE regional no es más que un anticipo de la envenenada campaña electoral a costa de la desgracia ajena: de hecho, ya ha comenzado, cosa que puede saturar muchísimo y beneficiar por cierto a partidos extremos como Vox que por el momento no ha dicho estas boca es mía.

Yolanda Díaz, exlíder de Sumar que sigue ejerciendo como tal a falta de un recambio nítido, ha iniciado una cruzada por la rebaja de la jornada laboral a 37,5 horas y frente al rechazo total de la patronal CEOE y de Cepyme. La ministra de trabajo se ha tomado la cruzada como una cuestión de supervivencia político sin ningún tipo de matiz: en España hay una cultura de "echar más horas que un reloj" sobre todo en pequeñas empresas y establecimientos sin que ello implique necesariamente una mayor productividad. En eso podemos estar de acuerdo, lo mismo que en los horarios relativamente privilegiados de buena parte de funcionarios y empleados públicos.

No todos los empresarios responsables pueden bajar la jornada a las bravas: antes hace falta una pequeña revolución cultural en el ámbito del trabajo en la que ellos son los primeros responsables. Es lo que más o menos piensa el sector PSOE del Gobierno frente a la crispación de Sumar. Yolanda Díaz contra el ministro de Economía Carlos Cuerpo: "Es casi de mala persona". Aquí tenemos el termómetro del monumental cabreo de Díaz quien raramente pierde los papeles de esta manera. En fin, este es el Gobierno que nos ha tocado en suerte.

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