el programa estaba presupuestado en cinco millones de euros

Los mil agentes culturales prometidos por Conselleria no llegarán este 2022

11/10/2022 - 

VALÈNCIA. Septiembre de 2021. El conseller Vicent Marzà presenta su nuevo Plan Estratégico, Cultura per a la recuperació. Y de entre todas las medidas, una destaca porque ataca el principal problema de la falta de personal en las administraciones y, a su vez, la precariedad de los agentes culturales: “Proponemos la contratación de 1.000 personas, durante un año, del mundo del activismo cultural, la creación, la didáctica o la mediación cultural para reforzar y densificar las estructuras de mediación cultural”. 

El programa Contracte amb la cultura sería de los primeros que tendría un reflejo tan solo unos meses después, en los presupuestos autonómicos de 2022, con cinco millones de euros. Algo que ya puso en alerta la propuesta inicial: si ese dinero se tenía que distribuir en el trabajo de un año de cada uno de los mil trabajadores, cada agente cultural recibiría no más de 5.000 euros por su trabajo.

La realidad, en todo caso, es que este año, a pesar de estar presupuestado, no se hará ninguna contratación. La Conselleria parece haber tardado en encajar la manera de hacer realidad lo proyectado en el plan estratégico y se retrasa hasta el último año de su aplicación.

Según explica el documento presentado en 2021, “estas 1.0000 personas constituirán una red distribuida por el territorio con el encargo genérico de pensar, diseñar acciones e intervenciones (didácticas, creativas, de apoyo psico-social, de entretenimiento, etc.) para contribuir a la satisfacción de los derechos cultural de la comunidad en que estén incorporados”. El programa se miraba en el programa EMPUJU de contratación de jóvenes por parte de las entidades locales: un año prorroglable a otro y el contrato sería por parte de los mismos ayuntamientos.

Para poder llevar a cabo la contratación —según explican fuentes de conselleria—, se hará teniendo en cuenta los proyectos territorializados. Se están preparando las bases de una llamada a proyectos para que se presenten diferentes propuestas. A partir de entonces, habrá una baremación y, elegidos los correspondientes, se activará un contrato artístico de un año para desarrollarlo, planificado de la siguiente manera: tres meses para analizar la zona concreta donde se quiere implementar el proyecto, treses meses para la adecuación del proyecto donde tenga impacto, y 6 meses para llevarlo a cabo.

El programa, que contaba con la línea presupuestaria de cinco millones, se ha retrasado —como mínimo— un año. Será a lo largo de 2023 cuando se publique y se resuelva la convocatoria, aunque desde conselleria afirman que, igualmente, la duración del contrato será de un año.

Contracte amb la cultura prevé “un agente cultural por cada 5.000 habitantes”. Según el documento de Cultura per a la recuperació, estos “presentarán una propuesta de actividades de formación, participación y programación a una (o más) ofertas de los municipios en convocatoria abierta”. También recomienda el documento, “que los profesionales tengan una experiencia mínima de tres años en actividades de mediación cultural para que desarrollen su programa de manera relativamente autónoma”.

En todo caso, el punto que seguro que no se cumple es el despliegue previsto a lo largo de los tres años, que sufrirá un cambio de calendario al haber tardado tantos meses. El programa establece, ya a lo largo del primer año (2021), la comunicación a los agentes culturales de la propia inicitiativa. Y si bien la conselleria asegura que “se están consensuando con el sector todas las partes del plan estratégico”, el grueso de los posibles beneficiarios no serán conscientes hasta la publicación de las propias bases.

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