VALÈNCIA. La externalización de servicios en la sanidad pública valenciana ha provocado que, trabajos que hasta ahora estaban prestándose por trabajadores integrados entre el personal estatutario de los centros hospitalarios, vayan a desaparecer de los concursos de personal. Así lo recogía hace unas semanas el Diari Oficial de la Generalitat Valenciana (DOGV), donde aparecían las categorías profesionales declaradas 'a extinguir'.
Lo hacían en el marco de estabilización del personal interino, donde se reflejaban aquellas plazas de plantilla y vacantes que serían estabilizadas pero con vistas a desaparecer. Un total de 449 repartidas entre una veintena de profesiones y que, cuando se vayan dando jubilaciones, terminarán por desvanecerse como personal público.
La figura con más plazas 'a extinguir' es la de marmitón o ayudante de cocina. Un total de 149 plazas que han dejado de ser necesarias al pasar los servicios de cocina de los centros hospitalarios a ser licitados. De hecho, también 29 plazas de cocinero están destinadas a desaparecer al ser prestadas por empresas externas.
Entre éstas también aparecen siete plazas de obreros y que, a día de hoy, poco sentido tienen en el marco sanitario, donde ya todas las obras y reparaciones quedan enmarcadas en contrataciones o concursos con terceros. Entre las destinadas a la reparación de instalaciones se encuentra la de calefactor, profesión dedicada a la reparación de aparatos de calefacción, y donde hay 21 plazas.
También la de lampista, perfil destinado a la fontanería, electricista, y la de mecánico, pintor, carpintero o peones. Entre otras profesiones dedicadas a los servicios están las de conductor, con 76 plazas o empleados de lavandería, con 49. A éstas se unen una plaza de bibliotecario, dos de costurero, dos de peluquería o 35 de telefonista.
También están previstas 'a extinguir' tres plazas de limpieza, tres de profesor de EGB y una de profesor de logopedia.