VALÈNCIA. El Anuario de Estadísticas Culturales 2024, publicado hace apenas unos días por el Ministerio de Cultura, aún guarda algunas sorpresas sobre datos sobre el consumo y la inversión. Por ejemplo, el de las particularidades del primer año del Bono Cultural Joven, implementado en 2022 para fomentar el acceso a la cultura entre los jóvenes de 18 años otorgando una tarjeta con un saldo de 400 euros para gastar en establecimientos e iniciativas de los diferentes sectores.
Con un total de 8,32 millones de euros gastados en cultura a través del bono, la Comunitat Valenciana se posiciona como la cuarta región con mayor volumen de gasto, tras Madrid, Andalucía y Cataluña. Este dato cobra aún más fuerza si se analiza el gasto medio por beneficiario, que en la región asciende a 262,1 euros, superando la media nacional de 259,2 euros. Al final, fueron un 56,4% de los jóvenes valencianos de 18 años los que solicitaron y utilizaron esta ayuda, una cifra también superior al 54,3% registrado en el Estado.
Pero tal vez lo más relevante es que más de la mitad de lo que se gastaron los beneficiarios de la Comunitat, un 53,9%, se destinó a actividades de artes en vivo, como festivales, conciertos, teatro o patrimonio cultural. Esta cifra, que representa 4,48 millones de euros, reafirma la intuición de que el Bono Cultural le pagó el abono a festivales de música a muchos jóvenes. Este dato sitúa a los espectáculos en directo como la categoría más demandada, y en la otra parte de la balanza está todo lo demás: los productos culturales en soporte físico (como libros o discos), con un 27,5% y las plataformas digitales, con el 18,6% restante. Arenal Sound, Big Sound y otros festivales con una media de edad muy acorde a los beneficiarios de este bono se sumaron al programa.
Los jóvenes disponen de un año para utilizar los 400 euros en productos o servicios culturales en los establecimientos adheridos, que ya superan los 3.300 en toda España, según ha informado el Ministerio en una nota reciente. El Bono Cultural Joven funciona con una tarjeta de prepago que el beneficiario puede tener de forma virtual en su móvil o recibir de forma física en su domicilio. Cabe recordar que de esos 400 euros se dividen en tres tramos precisamente para favorecer la diversificación del gasto (100 euros para productos físicos; 100 euros para productos digitales, como suscripciones a plataformas, prensa digital, podcast o videojuegos en línea; y 200 euros para artes escénicas: teatro, ópera, cine, danza, museos, etc.).