Martí pedirá con Puig al Gobierno beneficios fiscales para frenar la despoblación en el interior

CASTELLÓ. Defender la ruralidad como sinónimo de bienestar, apostar por medidas fiscales que permitan frenar la despoblación y dotar de servicios a los pueblos de interior son tres de las ideas que ha trasladado el presidente de la Diputación de Castellón, José Martí, a su homólogo en la Generalitat, Ximo Puig, en la reunión mantenida este miércoles en València.

Según han trasladado fuentes de la Diputacion, Martí ha destacado que va a "apoyar totalmente" las mejoras que se incluyan en el Fondo de Cooperación Municipal propuesto por la Generalitat y que reclama aportaciones a las corporaciones provinciales "porque está dentro de nuestra línea de actuación". Al respecto, Martí recuerda que esto va en "defensa de la autonomía municipal", algo que siempre ha defendido, "pues confiamos en la mayoría de edad de los municipios, que saben perfectamente cuáles son sus necesidades y sus prioridades".

Así, Martí insiste en la aplicación, de forma ineludible, de un Fondo de Cooperación "al 50% entre Generalitat y la Diputación que, si encima va a tener rango de ley, permitirá establecer criterios de imparcialidad y objetividad, algo que nos parece fantástico".
 
Otro de los temas analizados en la cita ha sido la creación de una comisión de trabajo entre las dos administraciones para poner encima de la mesa los proyectos que más incidencia puedan tener en los municipios. Esto se ha de plasmar "en comisiones mixtas para que las diferentes consellerias trasladen las actuaciones que afecten a nuestras provincias y tratarlas ahí de manera conjunta", señala.

 
En la lucha contra la despoblación, Martí ha reconocido que muchas de las medidas "no están en nuestras manos", pero "al menos podemos ir codo con codo para hacer un frente común y reclamar acciones precisas y eficaces". Por ejemplo, "es importante que se aplique una discriminación fiscal positiva para toda la gente que apuesta por trabajar o invertir en los pueblos. No es competencia de la Generalitat ni de la Diputación, pero tenemos que hacernos fuertes para que esta reclamación esté presente". Entre otras cuestiones, Martí ha destacado que tienen que ser capaces "de arraigar a los funcionarios que trabajan en los pueblos de interior, buscando para ello fórmulas que premien esa permanencia en su lugar de trabajo".

La austeridad debe permitir la inversión

Por otro lado, se ha analizado en la reunión la Ley de Racionalización y Sostenibilidad de la Administración Local, "que tenemos claro que no puede seguir en vigor tal y como está, porque no puede ser que los ayuntamientos y las diputaciones tengamos más de mil millones de euros sin poder gastar en beneficio de los ciudadanos". Para el presidente de la Diputación de Castellón, es fundamental "acabar con estas restricciones que marca la Ley",  algo que trasladará en la próxima asamblea de la Federación Española de Municipios y Provincias.
 
José Martí ha aprovechado la reunión para ser la "voz" de los alcaldes y alcaldesas de la provincia y trasladar algunos de los problemas que les preocupan. Entre ellos, el hecho de que todos los pueblos tengan acceso a un cajero automático. "Sabemos que la Generalitat está trabajando en esto y seguro que pronto habrá soluciones", adelanta Martí, que pide que "se agilice lo más posible".

Impulso a las brigadas forestales

Asimismo, Martí ha abogado por reforzar la aportación de un millón de euros, respectivamente, que realizan la Administración provincial y la autonómica para reforzar la gestión forestal con las brigadas de mitigación. La propuesta, que ya la tiene encima de la mesa José María Ángel, director general de la Agencia de Seguridad y Respuesta a las Emergencias, es "incrementar el tiempo de trabajo de estas brigadas, pues ahora están seis meses y lo ideal sería prolongar su labor, clave para prevenir los incendios forestales, durante al menos nueve".
 
En términos más generales, José Martí ha ensalzado la coincidencia con Ximo Puig en "reclamar un cambio de respecto a la ruralidad". A su juicio, "es importantísimo ese cambio cultural para que se vea que lo rural, el interior, son sinónimos de salud, de bienestar y de calidad de vida. Que en los pueblos se puede vivir muy bien", añade. El reto, a su juicio, no es fácil, pero para lograr ese cambio "es importante trabajar de forma conjunta".