VALÈNCIA. El Club de Encuentro Manuel Broseta está en proceso electoral. El próximo 18 de enero se decidirá en una asamblea general cuál de las dos candidaturas aspirantes acaba sentándose en la junta directiva. La encabezada por Francisco Martínez Boluda se presenta por primera vez, frente a Amparo Matíes, que aspira a su tercer mandato consecutivo. Para ello, cuenta con un equipo "diverso" en el que incluso integra personas que han estado los últimos años en el equipo de su rival en las urnas.
Martínez Boluda es miembro del Club de Encuentro desde hace varias décadas e incluso llegó a ser vicepresidente de la institución en la época de Francisco Puchol-Quixal, que finalizó su mandato en 2015. Tras unos años en China, volvió a València en 2018 y es ahora cuando decide presentarse a la presidencia de la organización. Tanto el propio aspirante como varios miembros de su equipo resaltan que el objetivo del club debe ser "adaptarse a los nuevos tiempos" para que "el socio disfrute" y tenga un "sentimiento de pertenencia": "El club debe ser el ágora donde cada voz es escuchada".
En esta candidatura, Begoña Puigmoltó figura como vicepresidenta; María Pérez Conchillo como secretaria; y Adolfo Montalvo como tesorero. Los vocales son: Martina González-Gallarza, Alfonso Pascual, José Luis Martínez Galvañ, Francisco Soler, Julia Pérez Broseta, Rafael Fernández Guerrero, Alfredo Quesada Ortells, Andreea Hancu, Annik Valldecabres y Luis Trigo. Valencia Plaza habla con Martínez Boluda, Puigmoltó, Pérez Conchillo, Hancu y Trigo para conocer todos los detalles sobre la alternativa a la actual junta directiva.
El candidato a la presidencia considera que es el momento de "renovar el club". De hecho, entre los pilares diferenciales de esta candidatura está la intención de abrir la institución a las nuevas generaciones: "Tenemos que dar cabida y hay que reflexionar sobre nuevas perspectivas, no sobre reactivas. Queremos atraer a las nuevas generaciones", señala Luis Trigo.
En este sentido, el candidato a vocal, añade: "Un reto que tiene este club y que tienen muchas instituciones que nacieron en un momento histórico en el que había un profundo cambio social, es que ahora tiene que evolucionar para dar cabida a la gente joven. El club tiene que hablar de temas que involucren a las nuevas generaciones".
"Para escuchar a alguien perfectamente te metes en internet y le escuchas. Y seguro que probablemente todo lo que diga en el club, básicamente lo ha podido decir en Internet. Entonces tenemos que ofrecer un valor añadido", valora Puigmoltó. "Hay una cosa que he echado en menos como socia. Siempre se ha hecho una cena posterior a la conferencia. No digo que desaparezca, pero se deben incorporar nuevos formatos para que la gente que no puede esperar tres horas sentada pueda tener una conversación en un ambiente más distendido", añade.
“No significa que lo que se ha hecho hasta ahora haya que quitarlo. Debemos incorporar nuevas fórmulas y que todas convivan y acercarnos a lo que espera el socio”, matiza la aspirante a la vicepresidencia. En este sentido, Pérez Conchillo, apunta: "El club de encuentro es una referencia de la sociedad civil valenciana y tiene que generar un networking constructivo, que contribuye a nuestro desarrollo". "Se trata de que la sociedad valenciana tenga un referente, un espacio, y que la junta esté al servicio de los socios".
La candidatura, que proponer un límite de mandatos a un máximo de dos, reivindica que el Club de Encuentro sea la "plaza pública de València", un lugar donde traer ponentes a partir de los cuales generar debate en torno a temas como la ampliación del Puerto, el Corredor Mediterráneo, la Capitalidad Verde Europea, la movilidad, la financiación, y la sostenibilidad, entre otras materias.
"Ha habido una tendencia, casi por inercia, a que el órgano rector era un poco como superior, inalcanzable. Pero somos tan iguales unos que otros, la junta somos igual de importantes que los socios", considera Martínez Boluda. En este sentido, Pérez Conchillo explica que la intención de esta candidatura es conseguir que el socio "sienta que forma parte de este grupo" mediante una estructura "más horizontal" y menos "piramidal". "Lo importante es poder aportar al Club de Encuentro", sintetiza Hancu, que formó parte de la junta directiva de la institución entre 2015 y 2019.
"Como socios, tenemos el derecho legítimo de poder aspirar a cambiar cómo se está gestionando esa asociación. Nosotros lo único que queremos es que se nos pueda dar la oportunidad de poder plantear este nuevo modelo de club y poder gestionar de esta forma que queremos y que se nos dé los elementos de proceso para poder llegar ahí en igualdad de condiciones", reivindica Martínez Boluda.
Al hilo de ello, Trigo añade: "Nuestra candidatura va a mantener y reforzar nuestras virtudes históricas. Nos da un poco de miedo que un modelo más jerarquizado haga que estas virtudes se vayan perdiendo". Además, recuerda la "riqueza" intelectual que aportan las jornadas organizadas por esta institución: "Ponemos en contacto a la sociedad valenciana con líderes. Yo soy de Madrid, pero llevo bastante tiempo en València y las primeras veces que iba al club me sorprendía lo que se relajaba el ponente".
"En Madrid hay muchas jornadas de este tipo. Entonces, al final, el señor o señora viene, da su conferencia y se va. Aquí se quedaba a dormir en Valencia. La persona que venía estaba relajada porque se quedaba aquí y eso tiene una riqueza altísima. Todo eso hay que mantenerlo, adaptándonos, trayendo gente nueva, que nos aporte más", añade Trigo.
El Club de Encuentro Manuel Broseta cumple 40 años en 2024. Es por ello que la candidatura que asuma la dirección tras las elecciones será la encargada de acoger los actos en los que se celebren las cuatro décadas de trayectoria de esta institución. Preguntados por ello, Martínez Boluda indice en hacer una acto principal con los socios, destacando especialmente los históricos y fundadores: "Es el momento de un poco de reconocimiento y de recompensa".
"También estamos pensando un elenco de gente que ya tenemos que puedan acompañarnos en todo ello e intensificar quizá un poco todo este proceso. La idea es unir la esencia del club. Reconocer la trayectoria de muchos de ellos y vincularla con el presente y con la proyección de futuro", añade. Desde la candidatura, además, confirman estar pensando en diferentes lugares "emblemáticos" de València donde poder plasmar todos estos planteamientos.
Además, también consideran que es un buen momento para "crear sinergias con instituciones de todo ámbito, tanto empresariales como culturales y académicas". "Estas organizaciones son muy importantes y muy activas, sobre todo si nos queremos dirigir a una generación que no vemos reflejada en el socio actual", apostillan.
"Hemos planteado una candidatura que entra en conflicto con la candidatura que está planteándose por la actual presidenta, pero hemos tendido nuestra mano para hacer una candidatura conjunta paritaria. Ninguno de nosotros tiene ningún afán de poder", señala Martínez Boluda. "Entendemos que es mejor para el club evitar fricciones que luego pueden provocar una herida que pueden ser irreparable o pueden generar un desafecto", añade en torno a esta cuestión.
Es por ello que han "planteado a la presidenta ser siete y siete" y evitar competir en las urnas. "Nosotros no tenemos problema con que ella sea la presidenta el año del 40 aniversario del club. Pero en una junta donde somos paritarios, las dinámicas pueden empezar a cambiar, que es lo que queremos”, reivindica, pero lamenta: "A eso ni se nos ha contestado". Además, señalan falta de transparencia por parte de la actual junta directiva, que, a su entender, no ha permitido crear "un proceso igualitario para estos comicios".
Desde la candidatura de Martínez Boluda indican que el 4 de diciembre se pidió la relación de socios, para poder ponerse en contacto con ellos durante la campaña, algo que no se les ha facilitado. Por ello, creen que "se parte de una situación de desigualdad", puesto que la candidatura de Amparo Matíes cuenta con mayor información que la suya.
Además, critican que en este proceso electoral exista el voto delegado, por el que los socios del Club dan su voto a otra persona para que esta última vote por ella el día de las elecciones. En este sentido, alertan al censo de que los votos realizados mediante este proceso "no van a ser secretos". "Las personas que han delegado su voto van a aparecer en un listado que lo van a conocer todos los socios. Entonces, la confidencialidad del voto no se va a respetar", señalan. Por ello, desde la candidatura piden a la gente "repensar" su decisión delegar el voto e ir a votar presencialmente "de una manera confidencial y secreta".
Por parte de esta candidatura también se denuncia la "falta de democracia" en algunas de las decisiones tomadas por la actual dirección en el proceso electoral. "Como socia, no puedo entender cómo va a haber unas elecciones en el Club y no hay un debate entre las dos candidaturas para que los socios puedan conocerlas y elegir", explica Pérez Conchillo, que señala que la respuesta recibida por parte de la institución es que "no hay tiempo para un debate".
"Si este proceso transcurre de la forma que lo está haciendo actualmente va a haber mucha desafección. Hay gente que no entiende que desde un club de encuentro estamos realmente en el desencuentro, simplemente porque hay una parte que no está dispuesta a tener un diálogo", añade Hancu. Puigmoltó, que forma parte de la actual junta directiva, asegura haber tenido que "llamar la atención" en diversas ocasiones sobre la falta de publicidad que se le está dando a este proceso electoral.
El candidato a la presidencia asegura que el Club aprobará unas cuentas con un desbalance de 5.000 euros. "Al final, el club ahora mismo, lo que cotizamos los socios, con una aportación de unos 30 euros cada tres meses. Por ello, Luis -Trigo- está planteando otras formas de financiación que garantizarán la independencia del club, pero que nos darán más fuelle para hacer cosas distintas", asegura.
En este sentido, Trigo explica que València tiene una normativa de mercenario "muy interesante, y el club podría acogerse a ella". "Entonces eso determinaría que, por ejemplo, haya un retorno fiscal, lo que permitiría que viniera más gente abaratando los costes de los socios", considera. Por su parte, Hancu cree conveniente cambiar los estatutos para eliminar la medida que impone un techo de gasto de 100.000 euros anuales: "Preferiría que fuéramos más y tuviéramos más recursos porque la repercusión de lo que haríamos sería mucho mayor".