VALÈNCIA. (EFE) - Un total de 1.638 empresas y organizaciones se han adherido al Código Ético del Turismo de la Comunitat Valenciana, que fomenta la cordialidad, el respeto, la inclusión, la sostenibilidad y la profesionalidad como valores diferenciales, con el objetivo de impulsar el turismo ético y responsable del destino.
En concreto, se han adherido 804 entidades públicas, como ayuntamientos, mancomunidades y entes municipales; 374 asociaciones; 179 trabajadores autónomos; 263 cooperativas; una federación y otra sociedad colectiva.
Por provincias, Alicante cuenta con 529 entidades suscritas; Valencia con 786 y Castellón con 311, y también se han sumado otras ciudades españolas como Madrid, Barcelona, Albacete, Málaga, Murcia y Zaragoza, según datos de la Generalitat.
El documento adapta al destino Comunitat Valenciana el Código Ético Mundial para el Turismo aprobado por la Organización Mundial del Turismo y reconocido por la ONU.
El secretario autonómico de Turisme, Francesc Colomer, ha ofrecido estos datos durante la apertura del seminario web "El código ético del turismo valenciano", que bajo el marco de Aula de Turisme ha organizado la Federación Valenciana de Municipios y Provincias (FVMP) en colaboración con Turisme Comunitat Valenciana, y que ha reunido de forma telemática a representantes de 280 municipios y empresas.
Colomer ha destacado el trabajo llevado a cabo en divulgación, explicación y pedagogía para que haya más de 1.600 entidades comprometidas con el turismo responsable y sostenible, y ha avanzado que ya se ha constituido el Comité de Ética, cuyos miembros serán los encargados de "dar toda la credibilidad al programa, dando servicio a las entidades para el cumplimiento y seguimiento de los compromisos adquiridos", ha añadido.
Francesc Colomer ha estado acompañado por el presidente de la Comisión de Turismo de la FVMP y alcalde de Dénia (Alicante), Vicent Grimalt, quien ha destacado "la importancia de esta jornada en un momento en que debemos poner en valor más que nunca la aplicación de este código ético".
Para Grimalt "ya no valen solo las buenas intenciones", sino que se debe trabajar en aplicaciones "reales y prácticas".