VALÈNCIA. La eclosión de la Formación Profesional (FP) como alternativa a los títulos universitarios ha alcanzado este curso un punto de inflexión más allá de las estadísticas. Tras años de crecimiento en alumnos y oportunidades, tanto la política nacional como la autonómica han colocado a la FP en una posición relevante, como demuestran el proyecto de Ley aprobado este mes por el Consejo de Ministros y la apuesta decidida de la Conselleria de Educación por estos estudios. En la Comunitat, la tasa de empleo de los graduados superiores en FP está entre las más altas del país, aunque en otras cuestiones, como la remuneración, todavía hay margen de mejora respecto a la media nacional.
Así pues, los estudiantes matriculados en algún tipo de Formación Profesional ya suponen en territorio valenciano casi el 33 % de todos los inscritos en enseñanzas de Bachillerato, FP y grados y postgrados universitarios, mientras que el peso de estas otras dos vías académicas se ha reducido en el último lustro. Es un escenario que evidencia el creciente interés por este tipo de estudios, pero también el aumento de la oferta. Según indicó el secretario autonómico de Educación y Formación Profesional, Miguel Soler, en la presentación del presente curso escolar, el ejercicio 2021-22 ha arrancado con 6.526 nuevas plazas de FP en centros sostenidos con fondos públicos tras la apertura de 197 ciclos y 23 cursos de especialización.
Los datos de alumnado matriculado en la Comunitat mejoran pues los que arroja el conjunto del país, donde los estudiantes de Formación Profesional representan el 30 % del total. En España, y según las previsiones del Ministerio de Educación, este año se superará por primera vez el millón de alumnos en grados medios o superiores, mientras que solo la Conselleria ya tiene inscritos a más de 106.000 estudiantes en centros públicos y concertados. Hace tan solo unos años esa cifra apenas rebasaba los 85.000, y para Soler este crecimiento de la FP “se debe a dos factores”. Por un lado, se apunta al “incremento de la oferta formativa ajustada a las necesidades del tejido productivo”, y por otro “a las grandes oportunidades de empleabilidad”.
En esta misma línea se pronunció también la ministra de Educación, Pilar Alegría, quien subrayó en Consejo de Ministros que el impulso de la Formación Profesional “es la mejor manera de invertir en la modernización de la economía y de reducir el desempleo juvenil”. La nueva ley de FP, la primera en casi dos décadas, garantiza así que todos los estudiantes tengan un periodo de prácticas que abarque al menos el 25 % del grado, aunque en el caso de la Formación Profesional intensiva se podría alcanzar incluso el 50 %. Con estas novedades, las posibilidades de que el número de estudiantes de FP, que en este curso habría vuelto a crecer más de un 4 % según las previsiones del Ministerio, siga en aumento se multiplican.
Las opciones laborales de la FP son por tanto uno de sus principales alicientes, sobre todo en una región como la valenciana, donde la tasa de empleabilidad de los grados superiores está entre las más elevadas del país. Según la última encuesta al respecto del Instituto Nacional de Estadística (INE), que a fínales del pasado año actualizó unos registros para los que no se ofrecían nuevos datos desde 2007, solo Cataluña, La Rioja, Aragón y Navarra obtendrían mejores números que la autonomía valenciana. De este modo, la Comunitat presenta una tasa de empleo del 82,4 % mientras que a nivel estatal el porcentaje es del 79,5 %.
El territorio valenciano, asimismo, posee una de las tasas de paro más bajas en los ciclos superiores, con un 11,1 %, un punto y medio porcentual por debajo del registro nacional, donde la situación varía en función de la rama de estudio escogida. De esta forma, y en el conjunto de España, los grados superiores relacionados con las artes gráficas (19,9 %), imagen y sonido (18,9 %) y los servicios socioculturales (13,9 %) se encuentran entre los que más paro registran. En el lado opuesto, en cambio, el desempleo se reduce en la electrónica (8 %), el comercio (10 %) y la informática (10 %).
En este sentido, y con el objetivo de mejorar todavía más la empleabilidad y de conectar la formación a las necesidades de los diversos sectores productivos de la Comunitat, desde el Consell se crearon también este verano diecinueve consejos territoriales de Formación Profesional. Como explicó en una entrevista a Plaza el secretario autonómico de Educación, en ellos estarían presentes tanto empresarios y sindicatos como miembros de las administraciones públicas, de forma que se puedan definir los sectores productivos actuales, “si estos son los que se van a consolidar, qué oferta formativa requieren y qué otros se quieren impulsar”.
No obstante, y pese a que la situación valenciana es muy destacada respecto a la media española, todavía existen algunos aspectos en los que se aprecia margen de mejora. Quizás el más relevante sea la remuneración económica, donde los números de la Comunitat sí son inferiores a los estatales. Según los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), que en 2019 evaluaban la situación laboral de los graduados superiores graduados en el curso 2013-14, cerca de un 33 % de quienes trabajaban lo hacían por menos de 1.000 euros netos al mes, un punto y medio por encima del dato que registra todo el territorio español.
Del mismo modo, los porcentajes de jóvenes graduados con ingresos a 1.500 euros son superiores en la media española, ya que alcanzan el 20,7 % mientras que en la Comunitat ese registro se queda en el 17,6 %. Igualmente, si se compara la situación de los titulados en ciclos superiores con la de los recién titulados en universidades valencianas, se agudizan de nuevo las diferencias salariales. Así, en las franjas inferiores a los 1.500 euros netos mensuales los estudiantes de graduados superiores son mayoría, mientras que de esa cantidad en adelante el porcentaje de titulados universitarios crece con fuerza.
Por último, y también según la encuesta publicada por el INE con resultados que hacían referencia al periodo anterior a la pandemia, un alto número de alumnos que habían obtenido un título superior de FP aseguraban que la formación adquirida no les había servido para conseguir su empleo. En concreto, en la Comunitat Valenciana ese dato se encuentra en el 35 % del total, mientras que en España ese porcentaje se ubica en el 36,6%. Son registros elevados que quedan, por tanto, como aspectos a mejorar para esas nuevas políticas que acaban de aterrizar.