VALÈNCIA. Uno de los problemas a los que se enfrenta el recientemente elegido nuevo presidente del Partido Popular de la Comunitat Valenciana (PPCV), Carlos Mazón, es su bajo índices de conocimiento entre la población, especialmente en las provincias de Valencia y Castellón, dado que su cargo como presidente de la Diputación de Alicante sí le ha permitido una mayor notoriedad en ese territorio.
Combatir el poco grado de conocimiento entre la población siempre es uno de los peores hándicaps a los que debe enfrentarse un político que aspira a grandes empresas. En el caso de Mazón, tiene además otro problema que en el pasado sufrieron los aspirantes socialistas cuando el PP gobernaba la Generalitat: el no disponer de acta de diputado en Les Corts Valencianes. Una circunstancia que impide al jefe de la oposición, en este caso el líder popular, debatir y enfrentarse cara a cara al presidente de la Generalitat, el socialista, Ximo Puig.
A grandes males, grandes remedios. En los últimos días, tal y como informó Castellón Plaza, varias calles de las ciudades más importantes de la Comunitat se han visto pobladas de vallas publicitarias y mupis con el rostro del líder del PPCV bajo el lema: El presidente de todos. Una campaña que, según publicó el diario Levante, habría costado la partido algo más de 43.000 euros.
La estrategia y mensaje son más propios de una campaña electoral que del ecuador de legislatura que en estos momentos se atraviesa. Una maniobra táctica de Mazón, apoyada en el runrún existente sobre un posible adelanto electoral que podría afrontar el presidente de la Generalitat. Pero, la pregunta es: ¿Ximo Puig va anticipar las elecciones de forma inmediata? No. Él mismo lo afirmó este viernes. Y esta era también la respuesta tajante que ofrecía cualquiera de sus colaboradores más próximos ante la duda planteada. Es más, casi nadie en general, consideraba que, atendiendo a la forma de ser del presidente y más allá de estrategias sobre el papel, este fuera el momento idóneo para plantearlo. Lo que pueda pasar dentro de medio año o un año ya es otra cuestión.
Entonces, ¿por qué una campaña ahora? Desde el punto de vista estratégico, la promoción de Mazón tiene mayor sentido si se percibe un clima de tensión electoral. Así, la situación de crisis de Podem con la salida del Consell del vicepresidente segundo, Rubén Martínez Dalmau, y los movimientos en la izquierda respecto a un gran pacto entre las distintas formaciones progresistas al margen del PSPV, han ayudado a apuntalar la idea de que el adelanto podría encontrarse a la vuelta de la esquina.
Y en esa misión, también en la formación popular han contribuido a agrandar esta posibilidad. Una forma de elevar la tensión y justificar la campaña de promoción publicitaria de Mazón, quien de esta manera ha buscado dar un pequeño salto de notoriedad para el gran público.
Una línea en la que el presidente del PPCV viene trabajando desde que tomó el timón del partido, concibiendo la propia dirección como una especie de comité de campaña al considerar que Puig podría no agotar la legislatura.
De hecho, las acciones no sólo incluyen las vallas. Como si de un programa electoral se tratase, el líder del partido lanzó el viernes un adelanto de lo que llaman la 'revolución fiscal'. Una serie de promesas que serán desgranadas los próximos días y que ya cuentan con un claro titular: que aquellas personas con salarios más bajos en la Comunitat sean las que menos impuestos paguen de España. Una estrategia, la de la bajada impositiva, que entra a competir de lleno con la de Isabel Díaz Ayuso en Madrid e, incluso, parece que con visos de superarla. Eso sí, si gobierna.
La idea es que el tramo autonómico del IRPF se reduzca del 10% actual al 9% aplicando el tope de rebaja legal. Algo que se combinaría con subir al máximo el mínimo personal –la parte del salario neto base que no se somete a tributación–un 10% para las rentas inferiores a 50.000 euros. Ésta pasaría de los 5.550 euros a los 6.105. Se trata, destacó, de un instrumento que permite la ley pero que apenas se ha usado en las autonomías.
A todo ello se suma la convención nacional del PP que se celebrará en València a principios de octubre y que incluye un mitin en la Plaza de Toros que habrá que llenar al máximo que permita la pandemia. Una cita que Mazón y su equipo llevan preparando varios meses y en la que también aprovechará para ganar visibilidad.
Ocurra o no el comentado adelanto electoral, todo apunta a que el líder popular actuará como si esta eventualidad pueda acontecer en cualquier momento para, de esta manera, crecer en grado de conocimiento para la ciudadanía lo más rápido posible y mantener además la tensión en sus filas.