VALÈNCIA. El presidente de la Generalitat, Carlos Mazón, ha cumplido uno de sus compromisos electorales más reiterados y que figuraba además en su programa: reducir a la mitad el personal eventual del Gobierno valenciano. Así lo anunció este martes la portavoz del Consell, Ruth Merino, en la rueda de prensa tras la clásica reunión del Ejecutivo, donde detalló que el límite de asesores fijado se sitúa en 61, mientras que el Botànic conformado por PSPV-PSOE, Compromís y Unides Podem ostentaba al final de la pasada legislatura 116 asesores.
De esta manera, con esta reducción del 47% en el personal eventual -trabajadores de libre designación en las consellerias-, Mazón se enfrenta al reto de dirigir un ejecutivo con el menor número de asesores de, como mínimo, los últimos cinco gobiernos. Una decisión que el presidente de la Generalitat ha adoptado a sabiendas de las quejas existentes en diversos departamentos, donde se considera muy complicado atender todas las cuestiones exigidas con un balance de personal tan limitado.
En este sentido, la portavoz Merino no detalló en su comparecencia cómo se distribuirá el personal eventual. Tal y como informó este diario, el 'tope' estándar que parece haberse introducido en las consellerias es de cuatro asesores por departamento: un jefe de Gabinete, un asesor de prensa, un asesor de asuntos parlamentarios y un asesor de asuntos generales. De momento, como es lógico, Presidencia está fuera de este límite (actualmente hay 13 designados, si bien tres de ellos están delegados al expresidente de la Generalitat, Ximo Puig).
Todo apunta a que quizá las dos vicepresidencias o algún área de gran volumen presupuestario como Sanidad o Educación puedan tener algún trabajador más de estas características, pero siempre con el límite máximo general de 61 (actualmente hay nombrados 50). La cifra, no sólo es sensiblemente inferior a la del último gobierno del Botànic, si no también a la del primer ejecutivo de izquierdas de 2015 formado por PSPV y Compromís, que situó el límite en 74, una cifra mucho más baja que la del anterior ejecutivo liderado por Alberto Fabra (PP), que ostentó 99 asesores, un número también inferior al del anterior gobierno presidido por su compañero de partido, Francisco Camps.
¿Se puede gobernar de forma eficiente con 61 asesores? Esa es la pregunta. Cabe recordar que en el primer Botànic el citado límite de 74 asesores ocasionó muchas quejas en las distintas consellerias, al considerar que la cifra era demasiado baja para poder gestionar con solvencia las distintas áreas. Sobre esto, y según ha podido constatar este diario, actualmente reina el escepticismo -y en algún caso malestar- en las carteras controladas por Vox pero también en los propios departamentos gestionados por el PP, especialmente cuando además hay consellerias en algunos casos mucho más grandes por haberse suprimido dos carteras con el correspondiente reparto de competencias en otros departamentos.
Preguntada por si el nuevo Ejecutivo puede acusar esta falta de manos, Ruth Merino mostró su confianza en que este personal será suficiente. "Se puede trabajar con la misma eficiencia", afirmó, para poner en valor "un gesto político que evidencia la forma de gestionar de este Consell".
La portavoz del Ejecutivo cifró en 13,2 millones de euros el ahorro en personal eventual con esta medida, a los que hay que sumar los cerca de 7 millones por la reducción de altos cargos, por lo que se estima que se dejarán de gastar 20 millones de euros en toda la legislatura en este ámbito.