VALÈNCIA (EFE). El president de la Generalitat, Carlos Mazón (PP), cumplirá este sábado un año exacto desde que Les Corts Valencianes le eligieran para el cargo, aunque lo hará apenas dos días después de la salida de Vox del ejecutivo, tras la decisión del comité ejecutivo nacional del partido de abandonar todos los gobiernos autonómicos conformados con el PP.
Si el vicepresidente primero y conseller de Cultura, Vicente Barrera, la consellera de Justicia, Elisa Núñez, y el conseller de Agricultura, José Luis Aguirre, confirman su renuncia, Mazón deberá reestructurar su gobierno tras un año y 25 días desde que PP y Vox dieran a conocer un acuerdo programático de cincuenta puntos y ocho áreas que ambas formaciones buscaban poner en marcha a lo largo de esta legislatura.
Este primer año se ha caracterizado por leyes selladas en este curso político, la de Concordia, la de educación, la de RTVV y la de Antifraude, pero también por los desencuentros con la oposición y, en algún caso, también por las diferencias internas entre miembros de ambos partidos respecto a ciertos aspectos, como la figura de Francisco Franco, la violencia machista, el movimiento LGTBI+ o la inmigración, detonante de la renuncia.
El primer año de gobierno, que se cumplirá el 19 de julio, se ha caracterizado por la estabilidad, el acuerdo en las medidas aprobadas por el ejecutivo y puntualmente por algún desacuerdo.
Este mismo jueves el president Mazón ha felicitado en el pleno de Les Corts a todos los miembros de su gobierno por logros como la cultura para todos, la reducción de la lista de espera de la dependencia, la rebaja del déficit, las mejoras en el servicio de bomberos forestales, la bajada de las listas de espera quirúrgicas, la libertad educativa, la defensa de los agricultores y del caudal ecológico del lago de la Albufera, la eliminación de la tasa turística, y la consecución de inversiones industriales.
Uno de la media centena de puntos del primer acuerdo entre PP y Vox hacía alusión a la "violencia intrafamiliar", un término que se convirtió, casi desde el primer día, en uno de los principales motivos de disputa entre los dos partidos y que ha 'coleado' hasta el último día.
La aparición de unos cursos a policías locales organizados por el Instituto Valenciano de Seguridad Pública y Emergencias (Ivaspe) en los que se había eliminado el término "violencia machista" para incluir el de "violencia intrafamiliar" fue el último de los desencuentros sobre este tema y obligó a la vicepresidenta segunda, Susana Camarero (PP), a salir al paso para destacar que se debió a "un error", después de que la Conselleria de Justicia, dirigida por Vox, impulsara ese término, algo que "nunca debió producirse".
Este fue el último desencuentro entre ambas formaciones, cuyos líderes dentro del Gobierno valenciano, Carlos Mazón (PP) y Vicente Barrera (Vox), terminaron abrazados este jueves en Les Corts, puesto que el motivo de la ruptura del acuerdo de Gobierno se debe a una cuestión que nace desde Madrid, y no por fricciones internas de esta coalición, que había vivido momentos malos pero también buenos.
Esta 'despedida' se da apenas quince días después de que el portavoz de Vox en Les Corts, José María Llanos, asegurara el 27 de junio que el pacto entre ambas formaciones estaba "sano, es de lealtad y compromiso" al aprobar las nuevas leyes. Llanos, de hecho, llegó a bromear con que no pueden ponerse "de acuerdo en todo porque entonces sobraría el PP, o sobraría Vox", por lo que destacó que la oposición elucubra porque su deseo era que el PP y Vox no se llevaran bien.
Es eso mismo lo que PSOE y Compromís han criticado durante estos últimos meses al PP, al que denunciaron que asumiera las tesis de Vox. El síndic del PSOE, José Muñoz, llegó incluso a afirmar en una entrevista en EFE que Mazón es "la cara amable de la extrema derecha", pues mientras sonríe aplica políticas “absolutamente regresivas” y que “limitan derechos” en la Comunitat Valenciana.
No obstante, aunque para la oposición PP y Vox "son lo mismo", ha habido varios momentos en los que el Partido Popular ha intentado diferenciarse de Vox, pues, para Mazón, Francisco Franco fue un dictador y el franquismo, "una dictadura", después de que la consellera de Justicia e Interior, Elisa Núñez, dijera, preguntada por si Franco era un dictador, que es "un personaje histórico" y que ella no vivió esa época, aunque posteriormente admitió que sí lo fue.
También en asuntos sociales, el partido que lidera Mazón ha protagonizado diferencias con Vox, sobre todo después de que el partido de Santiago Abascal rechazara colgar de Les Corts la bandera LGTBI+ para celebrar el Día del Orgullo y el Día Mundial contra la LGTBIfobia.
Pero, volviendo al mes de junio del pasado 2023 y salvado el punto por el término de "violencia intrafamiliar", tanto PP y Vox se centraron en rebajar la estructura del Consell, reduciendo Consellerias, altos cargos y asesores, además de impulsar una reforma fiscal que se inició con la eliminación del impuesto de sucesiones y donaciones y siguió con nuevas deducciones en los primeros presupuestos autonómicos, uno de los grandes cambios respecto al Botànic.
La eliminación de esos impuestos fue la primera medida del Gobierno de Mazón, reunido en pleno en el Museo Arqueológico de Alicante (MARQ), donde el president enseñó a los demás consellers la exposición de los Guerreros de Xi'an.
Tras un verano tranquilo, uno de los grandes desencuentros con la oposición tuvo lugar en Burriana (Castellón), donde el concejal de Cultura y diputado autonómico, Jesús Albiol, de Vox, decidió poner fin a "la politización de la cultura" en el Ayuntamiento y anunció la cancelación de la suscripción a revistas como El Temps, Sàpiens y Llengua Nacional.
Mazón sorteó cualquier discrepancia con Vox y dijo que respetaba "la autonomía municipal", lo que comportó una sarta de reproches por parte de PSOE y Compromís.
Pero, meses más tarde, en el mismo ayuntamiento, fue el propio diputado autonómico de Vox quien criticó al alcalde del PP, Jorge Monferrer -que gobierna el municipio con el apoyo de Vox-, después de que Monferrer afirmara que las películas 'Barbie' y '20.000 especies de abejas' estarían en la Biblioteca Municipal de Burriana disponibles para los vecinos, pese a que Albiol había rechazado su compra, según la oposición, "porque 'Barbie' supone un empoderamiento de la mujer y '20.000 especies de abejas' trata el tema de la transexualidad".
Todas esas diferencias sobre inmigración, LGTBI+ o violencia machista se han escenificado también con votaciones por separado en Les Corts, donde el PP no ha respaldado las iniciativas de sus socios sobre inmigración "ilegal".