VALÈNCIA. La sesión de control a Carlos Mazón celebrada este jueves en Les Corts ha demostrado la diferente marcha a la que van el Consell y la oposición. En definitiva, cada uno a su libro. Mientras el PSPV y Compromís se han dedicado a incidir en que el presidente de la Generalitat es rehén de la ultraderecha de Vox aunque quiera llevar la estrategia de aparecer como centrado, Mazón ha evitado entrar el trapo de todas las acusaciones. Su objetivo era uno: focalizar en las derivadas del 'caso Koldo' en la Comunitat Valenciana y destacar que el Ejecutivo autonómico que él dirige realizará una "escrupulosa" investigación de los contratos de emergencia del anterior Gobierno del Botànic durante la pandemia.
"La emergencia puede justificar errores, nunca chanchullos", ha afirmado Maz´n, quien ha subrayado que los valencianos "se merecen saber qué se ha hecho, qué se hace y qué se hará con los impuestos que pagan hasta el último céntimo de euro". "Todas estas exigencias son ineludibles, innegociables y en cualquier contexto, momento y ámbito de gestión pública. Pero si hubiera un ámbito y un contexto que merecerían intensificar esa exigencia, ese es el de la salud. Y ese contexto sería el de una pandemia que nos encerró a todos en casa y que costó miles de vidas. Si la urgencia se confundió con un cheque para una gestión opaca, tenemos efectivamente derecho a saberlo todos los valencianos. Si las contrataciones de material se convirtieron en un banquete solo para amiguetes, tenemos derecho a saberlo", ha remarcado.
Por ello, ha señalado que han encargado una auditoría para analizar los procedimientos de contratación, las empresas a las que se contrató, los mecanismos de control, el material adquirido, su uso y si se almacenó "impunemente" y también por qué no se usó. "Si alguien ha obtenido algún tipo de aprovechamiento dudoso, como mínimo, lo vamos a saber, tenemos que saberlo, porque una cosa es endeudarnos a todos y otra muy distinta es hacerlo a costa de enriquecer a unos pocos", ha comentado.
Con este asunto, Mazón ha lanzado el mensaje que quería realmente encajar en la sesión de control de este jueves. Y, en el otro lado, la oposición pretendía ir con el suyo: el de las complicadas relaciones entre el PP y Vox.
El portavoz del PSPV en Les Corts, José Muñoz, ha acusado al jefe del Consell de incumplir los cinco puntos de su pacto de gobierno firmado con Vox "en una servilleta". "El único que ha respetado es el de gobernar con la extrema derecha, permitiendo la intolerancia, la censura, la apología del odio y la ignorancia en las tribunas públicas", ha apuntado. "Entiendo que quiera lavarse las manos sobre lo que ocurre en la Comunitat Valenciana, pero ya no cuela. Usted es el único responsable de lo que pasa aquí. Va de la mano con los que desprecian la lucha por la igualdad, que desprestigian la Acadèmia Valenciana de la Llengua (AVL) y que censuran libros en bibliotecas; con quienes quieren acabar con el estado autonómico, pero cobran nóminas de él; con los que jalean la agresión fascista en Castellón y evitan condenar los hechos. Es usted el que eliminó el Premio Guillem Agulló en Les Corts. Esto es un teatrillo en el que se viste de moderado frente a Vox, pero es usted el responsable. Es el PP el que desprotege a las víctimas de violencia de género; es el PP el que vota por sepultar la lucha contra los delitos de odio; está gobernando con lo peor de la historia de Europa y piensa que no depende de usted. Pero si piensa, habla, señala y vota como Vox, a lo mejor es que usted es Vox", ha incidido Muñoz.
El síndic socialista le ha pedido que "deje de ser prisionero de la ultraderecha" porque el PSPV "le ofrece una salida" con pactos como el de la gestión de emergencias. "Corre el peligro de que su legado sea el del presidente que le abrió la puerta a los ultras y al odio", ha dicho.
Mazón ha evitado meterse en este asunto y ha reprochado al PSPV que le ofrezca "pactos que son contratos de adhesión" y que incluyan medidas propuestas por el anterior gobierno del Botànic como la Unidad Valenciana de Emergencias (UVE) que derogó el actual Consell. "Solo faltaba que nos impusieran de consellera a Gabriela Bravo", ha ironizado.
El presidente de la Generalitat ha criticado la "confusión" de los socialistas y ha exigido que se "tranquilicen" y se centren en el control al Consell y en cuestiones que "bloquea" el Gobierno central, de su partido, como las ampliaciones de los aeropuertos de Alicante y Valencia o el soterramiento del paso a nivel de Alfafar (Valencia), donde han muerto decenas de personas en las últimas décadas. "Ayer el Gobierno de España decidió prorrogar los Presupuestos Generales del Estado de 2023 para que no tengamos en 2024. Las provincias de la Comunitat quedarán ninguneadas nuevamente y la de Alicante será la número 52 de 52 en inversiones. La situación política gracias al Gobierno de su partido es de bochorno permanente", ha respondido.
Los socialistas, al igual que Compromís, han hecho especial hincapié en la polémica de la eliminación en Les Corts del premio Guillem Agulló –asesinado en 1993 por un grupo de fascistas–. El PP y Vox aprobaron la supresión, pero los populares han reculado ante esta cesión a sus socios y quieren recuperar el galardón en la Federación Valenciana de Municipios y Provincias (FVMP), donde los voxistas no tienen representación. Este mismo miércoles incluso se abrieron a apoyar una nueva propuesta en la Cámara.
El PSPV ha apelado directamente a la opinión del vicepresidente del Consell Vicente Barrera (Vox), quien ha salido a responder que su partido y el PP son distintos aunque sean socios de Gobierno. "Nuestra posición en el tema de Guillem Agulló es la de lamentar profundamente la muerte de una persona por unos hechos que nunca tuvieron que ocurrir. Condenamos la violencia, pero nos parece lamentable que se instrumentalice la memoria de una persona y que se aprovechen de los valores de este premio, que no son exclusivos de la izquierda", ha expuesto ante un aplauso de toda la derecha y un gesto de aprobación de Mazón.
Compromís, por su parte, que se ha sumado a los ataques de los socialistas por el premio Guillem Agulló, ha centrado las críticas al PP en el supuesto trato de favor que el presidente de Ribera Salud, Alberto de Rosa, tuvo en el hospital de Vinalopó cuando se sometió a una operación.
El portavoz de la coalición en Les Corts, Joan Baldoví, le ha planteado la situación directamente a Mazón. "Imagine que entra al tren, vacían el vagón, le ponen personal extra y cambian la tapicería de los asientos. Esto es lo que pasó en el hospital público de Vinalopó. En un hospital público pero gestionado por Ribera Salud, Alberto de Rosa fue asistido de esta manera. Recibió un trato absolutamente privilegiado. Cerraron habitaciones a su alrededor, pusieron personal de seguridad privada, personal sanitario específico y le cambiaron la cama. ¿Le parece esto de recibo?". le ha preguntado al jefe del Consell.
Aquí Mazón sí ha decidido entrar de lleno a la réplica. "Ha pinchado en hueso una vez más. Retuerce la realidad como si fuera un documental de Netflix. Lo que usted denuncia se produjo el 28 de junio de 2023, cuando su gobierno estaba en funciones y le correspondía vigilar el Hospital del Vinalopó. ¿Si tan grave fue ese supuesto trato de favor, por qué no se enteraron ni en la Conselleria ni en el Palau de la Generalitat y por qué no lo supo el comisionado en ese hospital nombrado por el Botànic, por ustedes?", ha contestado entre aplausos de la bancada de la derecha.
El jefe del Consell ha advertido asimismo de las consecuencias de desvelar datos sanitarios de un paciente y ha recordado que la dirección del hospital emitió un desmentido de que hubiera un trato de favor.