Un conflicto por los turnos de palabra provoca un visible enfado del presidente de la Generalitat
VALÈNCIA. Les Corts ha debatido este miércoles sobre la amnistía y los pactos del PSOE con los independentistas. Se trataba de un pleno pedido por Vox y asumido también por el PP en el que el presidente de la Generalitat, Carlos Mazón, ha fijado un duro posicionamiento contra los acuerdos para la investidura de Pedro Sánchez por, ha argumentado, atentar contra la separación de poderes, las libertades y la igualdad.
Hacia el final de la sesión, Mazón ha querido tirar de efecto y cambiar el paso de un debate en el que los grupos de la derecha y de la izquierda se han enfrentado con unas posiciones totalmente opuestas. De este modo, ha dirigido una propuesta a los partidos de la oposición: coordinar acciones de todos los diputados de la Comunitat Valenciana tanto autonómicos como nacionales para condicionar el apoyo a los Presupuestos Generales del Estado (PGE).
"¿Qué tal llegar a algún entendimiento y trabajar en aquello que nos pueda unir? ¿Es posible que todos estemos de acuerdo en algo? Yo pienso que sí", ha arrancado Mazón, quien a continuación ha anunciado que en los próximos días, "incluso mientras se tramita la ley de amnistía a la que mi partido se opondrá", convocará a todos los grupos políticos "sin excepción" a una ronda de diálogo "buscando unir esfuerzos en lo que aún nos importa a todos".
El presidente de la Generalitat ha recordado que su antecesor en el cargo, Ximo Puig, le propuso en el debate de investidura cinco puntos de acuerdo sobre cuestiones valencianas. "Le solicito al PSPV que me remita las propuestas para empezar a hablar", ha señalado dirigiéndose a la bancada socialista en la que –como suele ser habitual– Puig no estaba.
Mazón ha expresado su deseo de llegar a un entendimiento entre todos los partidos –incluyendo PSPV y Compromís– para exigir en los próximos Presupuestos Generales del Estado (PGE) un nuevo sistema de financiación autonómica; una distribución de inversiones en la Comunitat Valenciana acorde al peso poblacional; y un calendario creíble del pago de la deuda por el gasto derivado de la atención sanitaria a pacientes desplazados de otras comunidades y extranjeros (el conocido como Foga histórico).
El jefe del Consell ha pedido al resto de partidos que todos trabajen conjuntamente las enmiendas a los PGE en un frente común por los "asuntos fundamentales de la Comunitat Valenciana", entre los que también ha incluido la recuperación del Derecho Civil Valenciano.
La ronda de contactos incluirá asimismo el inicio de negociaciones para la renovación de los órganos estatutarios. En este momento hay cuatro entes que se encuentran en funciones: la Sindicatura de Comptes, el Consell Jurídic Consultiu, el Consell de Transparencia y el Consell Valencià de Cultura. Algunos de estos órganos resultan clave para el correcto funcionamiento de la administración valenciana, pero los partidos han sido incapaces de desbloquearlos en los últimos años.
Del mismo modo, solicitará formalmente a todos los partidos su participación, "si así lo desean", en la mesa del agua para trabajar en las reivindicaciones hídricas.
"La realidad no se detiene en este pleno de amnistía. Demos una lección de que aquí, en este territorio, somos capaces de llegar a acuerdos. No es un ultimátum ni un reto", ha afirmado Mazón.
El jefe del Consell daba así cuenta de una estrategia que tenía estudiada y a la que ha querido dar importancia en una jornada como la de este miércoles. Una manera de pillar a la oposición a contrapié y, de paso, desmarcarse de Vox buscando el consenso con la oposición en mitad de las tensiones por la amnistía. Pero su guion ha saltado por los aires por lo ocurrido seguidamente. El portavoz de Compromís, Joan Baldoví, ha tomado la palabra en su turno de réplica para criticar el "teatro" de Mazón con el intento de entendimiento.
En esa intervención ha aprovechado para enumerar diversas críticas a la gestión del PP y mencionar la causa judicial relativa a los zombies de las empresas públicas Imelsa y Ciegsa, que ha acabado en condena. Se trata de empleados de ambas empresas públicas que cobraban pero no acudían a su lugar de trabajo o que realizaban labores que no correspondían a su puesto.
Baldoví ha señalado a la diputada del PP Beatriz Gascó –aunque no ha sido condenada– como una de las beneficiadas por esa práctica de los zombies. Motivo por el que esta última ha saltado inmediatamente de su escaño para pedir la palabra por alusiones. Tras la solicitud de manera reiterada y mostrando su indignación, la presidenta de Les Corts, Llanos Massó (Vox), se la ha otorgado.
La decisión ha provocado el cabreo de los diputados de Compromís por otro episodio ocurrido anteriormente. El portavoz popular, Miguel Barrachina, había sacado a relucir en una de sus intervenciones que un parlamentario de Compromís, Juan Bordera, se enfrenta a un año y nueve meses de prisión por un delito de daño al patrimonio histórico al participar en el ataque con pintura al Congreso en abril del año pasado, según ha publicado Esdiario.
Bordera había pedido también el turno de palabra, que le había sido denegado por quien en ese momento estaba dirigiendo la sesión, el vicepresidente primero Alfredo Castelló (PP), al considerar que no se ajustaba al reglamento.
Compromís, entre gritos y protestas al entender que no estaba dando el mismo trato a su parlamentario que a la del PP por las alusiones –la presidenta de la Cámara no estaba presente en el momento en el que ha sucedido lo relacionado con Bordera–, ha abandonado el hemiciclo. La diputada popular Beatriz Gascó ha seguido insistiendo en su turno de palabra y finalmente ha podido manifestar durante un minuto que no había ninguna sentencia contra ella por los zombies.
La polémica generada ha provocado un visible enfado de Carlos Mazón y de diputados próximos a él, quien claramente hubiera preferido que se hubiera rebajado el tono ante los ataques de Compromís. El motivo no lo ha verbalizado pero parece claro. Lo sucedido desactivaba su intención de finalizar la sesión de este miércoles con una imagen de consenso y que quedara como el punto más destacado de la jornada su estrategia de acuerdo y moderación.
Con Compromís fuera del hemiciclo, el presidente de la Generalitat ha tenido que reconducir su siguiente alocución, en la que ha seguido apelando a los puntos en común con la oposición y pidiendo la ronda de encuentros. La fotografía final que ha quedado, sin embargo, ha sido la de una Cámara dividida.