VALÈNCIA. Esta es la principal conclusión que extraigo del debate de política general, en el que durante más de cinco horas Mazón mintió, manipuló datos, infirió falsedades absolutas, retorció realidades, todo ello con elevadas dosis de soberbia y burla, buscando el aplauso de los suyos, y sin rubor alguno, al contrario, encantado de lucir su capacidad de mentir sin que siquiera el paso de las horas hiciera mella en su actuación.
Pero claro, no es lo mismo mentir hacia quien desconoce la realidad que hacerlo a quien está detrás de los datos o los ha tratado de cerca, como diputados y sociedad civil que íbamos desmintiendo su relato ficticio a través de las redes sociales.
No llegó a afirmar que los inmigrantes se estaban comiendo a los perros y gatos, como aseveró Trump, pero sí que dijo que barcos de salvamento marítimo como el Aita Mari sí que pagaban tasas a los puertos del Estado, cosa que la ONG negó vía Twitter, pues están exentos por una norma igual que la autonómica, solo que se ve que el gobierno central la cumple y Mazón no, y por ello se ve en la necesidad de mentir y tapar sus vergüenzas ¿Pagó a VOX por sus apoyos? Eso parece.
En Sanidad, con un incremento del 50% del presupuesto, más de 15.000 nuevos profesionales, una pandemia por el medio cuya gestión es alabada por toda España, una inversión en infraestructuras sanitarias nunca antes realizada, eliminación de copagos, el incremento del cribado de cáncer de mama y la puesta en marcha del piloto del cribado de cáncer de cervix, al Sr. Mazón se le ocurrió decir que no habíamos hecho nada. Es más, acusó al Botánic de dejación, cuando aquí lo que se hizo fue salvar vidas. Indignante.
En depuración de aguas nos encontramos con 22 personas en la cárcel por malversación y una deuda de más de 700 millones de euros, que el Botànic dejó atrás para siempre, incrementando las infraestructuras de depuración de aguas que nos han llevado a ser la Comunidad Autónoma que más agua depura de España. Según Mazón no hemos hecho nada. Mazón miente.
En educación se pretende apropiar de los avances en la educación gratuita de 0 a 3 años, que se iniciaron con el Botánic y se dejaron para este año proyectados más pasos presupuestados. Niegan los recortes en profesorado mientras el TSJ les obliga a recuperar los más de 1900 docentes que recortaron en la pública. Donde antes había barracones ahora hay colegios. Mazón miente.
En políticas sociales, fue el Botànic quien heredó una larga lista de espera sin fondos, que para hacerle frente se creó un crédito ampliable. Acabamos con esa lista de espera de 70.000 personas e incorporamos a 140.000 que además recibieron prestaciones como la persona cuidadora no profesional, lo que facilita que la gente se quede en su hogar sin necesidad de ir a una residencia. Mazón miente.
Mazón no solo hace borrón y cuenta nueva de la etapa de 20 años de un PP corrupto, tal y como está confesando Serafín Castellano estos días, sumándose a un extenso grupo de ex altos cargos del PP que para evitar la cárcel van cantando sus vergüenzas. Por cierto, condenados del gobierno del Botànic, ninguno.
Mazón miente sobre la herencia recibida, se apropia de proyectos ajenos que hereda y nos acusa a la oposición de todos los males del universo, y no le tiembla el pulso.
Y la pregunta es ¿qué necesidad tiene un President de mentir tanto? Pues porque él y su equipo saben perfectamente que el Botànic no perdió las elecciones por una mala gestión. Al contrario, no existía pulsión de cambio en la sociedad valenciana.
El voto en clave estatal, los votos perdidos de Unidas Podemos o la guerra sucia contra Mónica Oltra quizás sean los motivos con mayor peso en el aumento de diputados de PP-VOX.
Así que ahora la obsesión es denostar al gobierno del Botànic que sí que heredó una deuda imposible, una gestión corrupta y una administración abandonada. Y con esos mimbres hicimos frente a la peor pandemia de la historia moderna con nota y pusimos en múltiples indicadores a la Comunitat Valenciana a la cabeza en políticas sociales o en economía productiva.
Dicen que la historia la cuentan los vencedores y en ello están. Seguramente es por ello la obsesión del PP de impedir o reducir nuestras intervenciones en el parlamento valenciano, como ocurrió en el debate de política general y por ello protestamos. Solo quieren que se escuche su relato, plagado de falsedades. Ellos tienen una estrategia: mentir para ganar, nosotros tenemos la verdad de los hechos.
Isaura Navarro es diputada de Compromís en Les Corts