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Microcréditos: una manzana envenenada para la ludopatía

Especialistas en adicciones advierten de que la presión que se ejerce por cobrar las deudas es un estresor que obstaculiza el tratamiento. "Seguía jugando para poder pagar lo que debía", asegura un paciente de Patim. Las asociaciones de consumidores animan a denunciar créditos rápidos por cobrar intereses superiores al 2.500%

13/10/2023 - 

CASTELLÓ. Cuando la madre de Marcos salió del juzgado de Castellón la acompañaba una incómoda sensación de alivio. La sentencia dejaba bien claro que solo tenía que pagar el dinero que habían solicitado a su nombre y no los intereses “abusivos” que le reclamaba la empresa de microcréditos. Era el final de un proceso que resolvía la tensión que estaba ejerciendo durante meses la compañía encargada de cobrar la deuda contraída por su hijo, pero dejaba cicatrices familiares. “Era una presión desmedida -recuerda Marcos- sabían que yo tenía una ludopatía reconocida pero las llamadas no cesaban, varias veces al día, tanto a mí como a las personas que había metido en este lío”.  

Las dificultades económicas generadas por los microcréditos y los préstamos instantáneos se han consolidado como un problema adicional que presentan muchas personas que acuden a tratamiento por una conducta de juego patológico. Más de la mitad de los casos atendidos por la asociación Patim en Castellón durante el último año arrastran deudas vinculadas con este tipo de financiación a pequeña escala. Una aparente alternativa que es capaz de transformarse en una “perversión”, como apunta el psicólogo Julio Abad. “La deuda acumulada puede convertirse en la razón por la que juegan, es decir, es un reconocido factor de mantenimiento de la conducta de juego, es como si le facilitamos alcohol a una persona alcohólica”, explica.

Abad es consciente de las dificultades que atraviesan sus pacientes cuando no pueden pagar las cuotas y su influencia directa en su conducta mientras están en tratamiento. “Esa presión es un estresor para la persona que sufre juego patológico, como lo sería para cualquiera de nosotros, pero en estos casos acaba convirtiéndose además en un factor de riesgo añadido que se debe gestionar, cerrando las posibilidades para que accedan a más créditos y evitar que caigan en un círculo recurrente, aumentando de forma significativa la deuda con nuevos microcréditos”, señala.

Legislación más protectora

La legislación actual está adaptándose con rapidez para generar entornos más seguros de juego online, especialmente para los jóvenes. Se ha pasado de un enfoque individualista, centrado en que la persona jugadora es la única responsable, a uno nuevo, de carácter proteccionista, que “hace responsable de los riesgos de los juegos de azar y apuestas a las empresas”. El real decreto aprobado el pasado mes de marzo -que está desarrollándose- obliga a las empresas del sector del juego a promover pautas de consumo saludable y a minimizar la aparición de daños en la esfera personal, familiar y patrimonial de las personas jugadoras.

Como regla general, se considera que están en la categoría de 'juego intensivo' las personas que acumulen pérdidas netas iguales o mayores a 600 euros en el plazo de tres semanas seguidas. Una medida que se rebaja hasta los 200 euros cuando se trata de menores de 25 años. Además, forman parte de este “colectivo de especial protección y vulnerabilidad” quienes han solicitado restricciones en el acceso a su cuenta de juego (autoexcluidos) o se han inscrito en el Registro General de interdicciones de Acceso al Juego (autoprohibidos). Sin embargo, este muro legal que se está levantado sigue ofreciendo grietas ante una realidad adulterada por los microcréditos.

Dinero fácil

Antes de su última recaída, Marcos había limitado su acceso a salones de juego, bingos y casinos, siguiendo las indicaciones de su terapeuta, pero esos filtros fueron insuficientes. “La autoprohibición es un freno para jugar, pero todos sabemos que las barreras online son mucho menos efectivas, cualquier DNI vale para seguir adelante, y cuando no aceptaban el mío entraba con el de mis hermanos o mi madre”. En poco más de dos días obtuvo 12 microcréditos de distintas entidades. “Es un proceso fácil, muy rápido y sencillo, cualquier persona que tenga móvil es capaz de conseguir dinero extra en poco tiempo sin ninguna orientación”. Se trataba de pequeñas cantidades -150, 200, 300 euros- que en global apenas sumaban unos 4.000 euros. “Creía que podía recuperar lo perdido y seguía jugando, pero a los pocos meses nos reclamaban más de 12.000 euros con los intereses… a mí y a mis familiares, no supe qué hacer”.

La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) alerta sobre los “intereses abusivos” que esconden los microcréditos, los préstamos rápidos e incluso la refinanciación de las cantidades adeudadas ante la imposibilidad de afrontar el pago. “Son una trampa (…) claramente préstamos con usura” que pueden ser superiores al 2.500% y hay varias sentencias que así lo establecen. También cuestionan la impunidad con la que actúan estas compañías “que no son entidades de crédito” y, por lo tanto, no están sujetas a la supervisión del Banco de España. Acudir a los tribunales es, por ahora, el único camino para resolver esta situación. Desde la OCU exigen un mercado regulado y una normativa que establezca límites sobre el tipo de interés cobrado, una propuesta a la que se suman organizaciones especializadas en adicciones como Patim.

Consumos asociados

Marcos tiene 42 años y hasta hace pocos meses trabajaba como operario en una multinacional afincada en el interior de la provincia. Lleva más de cinco años con problemas de juego, especialmente online -póker, apuestas deportivas, ruleta, slots- y, tras pasar por una comunidad terapéutica, ahora acude, de forma periódica, al centro de día que gestiona Patim en Castelló para su seguimiento. Su historial se corresponde con la tipología del paciente que en los últimos cinco años ha irrumpido con fuerza en estos servicios especializados, desdibujando un estereotipo clásico del jugador de máquinas tragaperras. 

La industria del juego online ha multiplicado la oferta, las operadoras han esquivado la barrera de los horarios y la presencialidad. Se puede jugar las 24 horas sin salir de casa. El perfil del jugador patológico es, en la actualidad, mucho más complejo y en muchos casos aparece también el consumo asociado de sustancias tóxicas. “Al final te quieres autodestruir y fuerzas la máquina para que todo explote; es cuando acudía a la cocaína y al alcohol, cuando estaba frente a un precipicio total”.

La forma de actuar de las empresas encargadas del cobro de la deuda es también cuestionada por los numerosos especialistas en adicciones. Casi todas las empresas siguen un patrón muy similar, utilizando “técnicas invasivas que interfieren el bienestar del paciente”, con llamadas constantes que generan una presión añadida durante el proceso terapéutico, apunta Abad. “Este es el tercer teléfono que tengo este año y no se lo he dado a casi nadie, para centrarme en mi programa en el centro de día -relata Marcos- no sé cómo consiguen mi número, pero al cabo de un tiempo las llamadas se repiten. Llaman un día tras otro y les da igual. Quema mucho. Y hay momentos en los que llegan a tumbar la balanza, con la gran mentira que nos decimos: voy a jugar a ver si recupero”.

El negocio de la deuda

“La deuda es uno de los principales negocios del siglo XXI”, remarca la asesora jurídica de Patim, Carolina de Mingo, “por lo que las personas con trastorno por juego son objetivo fácil para aquellas entidades financieras que viven de los intereses de demora, gastos de devolución y figuras afines”. De Mingo orienta a las personas y familias afectadas por las consecuencias jurídicas y económicas que conlleva el trastorno por juego, sobre los mecanismos legales para hacer frente a situaciones de insolvencia o dificultades financieras, como es la Ley de Segunda Oportunidad y Refinanciación de Deudas. “Cada caso es único y los procedimiento y beneficios otorgados pueden variar según las circunstancias individuales, pero sería conveniente recuperar la prodigalidad como causa de incapacitación, para proteger a aquellas personas que, debido al trastorno por juego, gasten, dilapiden o malversen sus bienes de manera desproporcionada o irresponsable, poniendo en riesgo su patrimonio y sus intereses”.

Las medidas que contempla el Real Decreto sobre entornos más seguro del juego online se aplicarán de forma progresiva hasta estar plenamente operativas en marzo de 2024. Entre ellas se incluye que las empresas de juego tendrán que enviar informes mensuales a sus clientes sobre sus patrones de juego -frecuencia, cuantías, modificaciones en los límites de depósito- y no podrán emitir mensajes como “casi acertaste” o “estuviste cerca” para propiciar una nueva apuesta o juego al terminar una partida.

Los especialistas en adicciones ven con inquietud el impacto del juego online en la siguiente generación, en los nativos digitales. La última encuesta Estudes -realizada a un total de 22.323 jóvenes en España- advierte de que un 20,1% de los estudiantes de 14 y 18 años ha jugado con dinero en los últimos 12 meses, ya sea de forma online o presencial.

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