La infancia se adueña de la ciudad con un Pregó Infantil convertido en una multitudinaria manifestación de alegría que irradia esperanza de futuro y contagia a los mayores
CASTELLÓ. “Els xiquets som poble ja”. Las palabras del pregoner infantil Adrián Gil Vallés han resonado a las 12.18 h ante la tribuna de la Puerta del Sol, mientras el sol intentaba abrirse paso en el cielo, en el momento culminante de la cabalgata infantil de la Magdalena 2024. A sus 12 años, el portavoz de la infancia de Castelló cantaba ante la alcaldesa la verdad que dejó escrita el inolvidado Vicent Pau Serra: “almenys per una setmana serà de tots Castelló”. Antes y después, más de 2.000 niñas y niños han convertido el recorrido en un dulce caos de sonrisas y emociones desatadas en una mañana para el recuerdo, de esas que no se olvidan y quedan grabadas en la retina de niños y mayores. El clamor de la esperanza, la mejor medicina ante la incertidumbre del mundo de los adultos.
Pasadas las 10 de la mañana en la calle Sant Roc, el alegre sonido de la Escola Municipal de Dolçaina i Tabal abría la comitiva junto con la patrulla canina de la Policía Local, que ha hecho las delicias de todos. De las dos ruedas del Club Motovespa Castelló, con sus relucientes motos blancas y verdes, se ha pasado a las cuatro con una atractiva representación de carros engalanados de la Federació de Colles, con L’Olla, La Marcha, Quatre Gats i la Iaia, Cremaet, Carril i Via Ampla o Bufanúvols, entre otras. Tras esta introducción, se pasaba página y se abría el primer capítulo del cuento que siempre es el Pregó -también el Infantil-, con la Mitología de la ciudad como protagonista y los más pequeños de la Colla del Rei Barbut haciendo presentes desde su carroza a los personajes de Tombatossals, acompañados por la Colla Xaloc.
La Historia Fundacional, segundo episodio del relato matinal, arrancaba con el abrazo de las tres culturas que marcaron la primera etapa de la villa medieval. En primer lugar, las fieras miradas de las filaes de unos Moros d’Alqueria ataviados con sus elegantes vestimentas, seguidos de una carroza de l’Aljama repleta de criaturas que en muchos casos hacían su estreno en la cabalgata.
El barco de la Colla Bacalao mostraba a unos piratas berberiscos muy metidos en su papel, dispuestos a asaltar las calles en una invasión tan cierta como pacífica. Tras los pequeños de la Host del Castell Vell, ha llegado el turno de los Cavallers Templers, al son de los bombos de la Cofradía de Santa María Magdalena, que a su vez abrían paso a la nueva generación de la Germandat dels Cavallers de la Conquesta, con sus espadas y sus cotas de malla, siempre impolutas. Cerraba este apartado una nueva representación de los más jóvenes de las collas, a bordo de los carros engalanados de la Panderoleta, A Casa Nó, Tombatossals o Carabassa, entre otros grupos, con el colofón del Centro Aragonés de Castellón.
Y como la palabra Pregó, en nuestra ciudad, es sinónimo de acogida y hermandad, también llegó el turno para las delegaciones de poblaciones hermanas, con la participación en la cabalgata de las Fallas de Burriana o las Fogueres de Alicante, flanqueadas por grupos locales como Els Agramaors, el Grup de Danses el Forcat, Ramell o la Escola de Dansa Castelló.
Llegado el momento de la representación de la capital de la Plana, una grupa de la Gestora de Gaiates abría paso a madrinas y presidentes infantiles de los 19 sectores de la ciudad, que en compañía de La Nova Escola, Grup de Danses Illes Columbretes i Grup Castelló caldearon el ambiente ante la inminencia de la llegada del pregonero y sus versos inmortales, en presencia de la escuadra de gala y la guardería de campo. El recordatorio de las y los niños de Castelló: “Som el futur i esperança / de un Castelló que ja avança / i que ningú pararà”. Seguidamente, como es tradicional, los aplausos estallaban al paso de la carroza de la Reina Infantil, Vega Torrejón Garrote, y su Corte de Honor, compuesta por Catalina Bastida Gasch, Lucía Benedito Ordaz, Ahinara Hernández Suárez, Lara Martínez Querol, Judith Subero Feliu y Náyade Valverde Peralta.
La última parte de la cabalgata, con el reloj avanzando hacia la hora de comer, la han protagonizado como siempre las niñas y niños que desfilaron en representación de más de 30 colegios de la ciudad, en una participación organizada por sus respectivas asociaciones de madres y padres, y precedida de una nueva representación de carros engalanados de diferentes collas. Fue el largo -y sin embargo- entusiasta colofón de una mañana llena de esa magia que solo los más pequeños son capaces de activar. El día en que niños y niñas hacen suya la ciudad y devuelven a los mayores, por unas horas, una mirada más limpia y feliz sobre las fiestas fundacionales de Castelló.