El albinegro Rafa Gálvez conduce el balón en el Teruel-Castellón de la primera vuelta, en el Estadio de PinillaCASTELLÓN. El Castellón y el Teruel han seguido caminos parecidos en su sufrido discurrir esta temporada. Y no solo a nivel clasificatorio, donde sus penurias han sido constantes desde el principio, sino a la hora de buscar soluciones para revertir la situación.
Los turolenses, al igual que los albinegros, han tirado del mercado de invierno para poner remedio a sus males. De hecho, el próximo rival del Castellón ha hecho más cambios que los de La Plana en enero, pues ha incorporado a nueve jugadores, por los ocho que ha fichado el equipo orellut. También ha visto salir a ocho futbolistas, entre ellos Rubén Díez, que ha reforzado al Castellón y que por contrato no podrá jugar ante su ex equipo este fin de semana.
Donde no ha habido revolución es en el banquillo, que ha contado desde el principio con la figura Dani Aso, el hombre que ascendió a los aragoneses la pasada temporada. En ese apartado, los aragoneses han mostrado más estabilidad que en el Castellón, que echó al entrenador que lo ascendió, Sergi Escobar, tras solo cuatro jornadas disputadas y que aún tuvo tiempo de despedir a un segundo técnico, cuando dio por cerrada la fallida etapa de David Gutiérrez.
Los cambios realizados por el Teruel han tenido incidencia positiva en sus resultados, pues ha sumado dos triunfos y tres empates en las cinco últimas jornadas y se ha metido de lleno en la pelea por salir del descenso después de poner freno a una dinámica que parecía abocarle al pozo de forma irremediable.
Las caras nuevas de ambos equipos harán que el duelo de este fin de semana en Castalia nada tenga que ver con el de la primera vuelta, en el Estadio de Pinilla, que se saldó con empate a cero. También cambia el contexto, ya que los dos conjuntos se juegan mucho más que tres puntos.
