CASTELLÓ. El Ayuntamiento de Moncofa asume la propiedad de una villa centenaria situada en la playa y llevará a cabo su rehabilitación para albergar un centro para personas con movilidad reducida, con una inversión de 342.147 euros. La Dirección Provincial de Costas acaba de aprobar la concesión del inmueble, situado en la avenida Mare Nostrum, al consistorio, un trámite necesario al encontrarse en dominio público marítimo-terrestre.
Se trata de una de las edificaciones más antiguas del litoral de Moncofa, data de los años 20 del siglo pasado y fue erigida para un dispensario médico. Ocupa una parcela de 720 metros cuadrados y la adecuación respetará las características arquitectónicas del conjunto. "Conseguimos el permiso de Costas para mantener una casa que iba a iniciar el proceso de derribo; una construcción que forma parte de nuestra historia y se convertirá en un punto de playa adaptada", destaca el alcalde de Moncofa, Wences Alós, que resalta la apuesta del municipio por un turismo sostenible y sensible con el entorno.
El Ayuntamiento trasladó en mayo a Costas su interés en hacerse cargo de una nueva concesión para evitar su demolición y para ello planteó su reconversión en un espacio de accesibilidad, con duchas, vestuarios, aseos, almacén, oficina y todos los elementos vinculados con esta actividad. En su propuesta, el consistorio quiere con esta actuación prolongar durante todo el año el servicio de playas adaptadas, que ahora solo se desarrolla en verano, además de favorecer las políticas inclusivas y de igualdad.
El proyecto intervendrá en la edificación principal y en el entorno exterior, con un plazo de ejecución de las obras de 12 meses. En el primer caso, la reforma irá encaminada a recuperar la esencia de la finca original, eliminando elementos impropios y redistribuyendo el espacio para adaptarlo a las nuevas necesidades de un punto de playa accesible, conservándose la estructura primigenia, arcadas y pavimentos. Al respecto, se retirará una construcción realizada en los años 60 para un almacén.
Por su parte, la parte de fuera acogerá un nuevo jardín, con mobiliario urbano como bancos, jardineras, pérgolas y pasarelas, así como dos plataformas al norte y sur de la villa para el disfrute general y de los usuarios del centro.
Cabe tener en cuenta que el inmueble principal se encuentra en mal estado tras años en desuso y haber sufrido "vandalismo e intrusismo", aunque conserva en buenas condiciones los cerramientos exteriores, según la memoria de la propuesta.