VALÈNCIA. El congreso extraordinario del PSPV-PSOE arranca este viernes en la localidad de Benicàssim. Un cónclave que servirá para despedir a Ximo Puig como líder de los socialistas valencianos y bendecir como sucesora a la ministra Diana Morant.
Hasta ahora, se mantienen diversas incógnitas sobre la conformación de la nueva ejecutiva del partido, sobre la que la nueva secretaria general viene trabajando con discreción. No obstante, según ha podido saber este diario, ya hay una primera confirmación respecto a uno de los puestos honoríficos del cónclave.
Morant ha decidido que el alcalde de Cullera, Jordi Mayor, sea el presidente del Congreso que se inicia hoy. Un puesto que supone una visibilidad y protagonismo relevante para el que lo ostenta, dado que ocupa un lugar de privilegio y ejerce unas funciones de maestro de ceremonias a lo largo de todo el fin de semana, por lo que se suele reservarse para algún dirigente al que se tiene en especial consideración ya sea por su trayectoria o de cara a su presente y futuro en la organización. Por ejemplo, el propio Ximo Puig presidió el 40º Congreso Federal del PSOE celebrado en València, como un gesto de proximidad de Pedro Sánchez.
La elección, además, contiene un interesante componente orgánico. Jordi Mayor está considerado próximo al secretario provincial de Valencia, Carlos Fernández Bielsa, quien retiró su candidatura a las primarias para dejar paso a Morant. Un gesto por el que se acordó que el también alcalde de Mislata formaría parte de la nueva dirección del PSPV, concretamente en el cargo de vicesecretario general.
En los últimos días, ha crecido la incertidumbre respecto a la dirección que planea Morant, donde todavía no se conoce quién ocupará el área más relevante del PSPV, la secretaría de Organización. Esto, unido al secretismo sobre la nueva ejecutiva, ha sembrado cierto nerviosismo especialmente en los sectores con dirigentes que retiraron su candidatura, como el del citado Bielsa o que capitanea el líder provincial de Alicante, Alejandro Soler.
La designación de Mayor, que también mantiene buena relación con Morant de su época juntos en la Diputación de Valencia, parece un guiño para ofrecer confianza a las familias políticas que decidieron retirarse del proceso para que la ministra fuera secretaria general sin llegar a la votación.