CASTELLÓ. El mercado inmobiliario de la provincia de Castellón sigue en crecimiento constante impulsado en gran medida por la adquisición de vivienda como refugio inversor. Entre enero y agosto se han firmado 5.153 hipotecas, frente a las 3.533 del mismo periodo del año anterior, lo que supone un aumento del 45,8%, según los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) correspondientes a las hipotecas inscritas en los registros de la propiedad. Además, el importe medio de las hipotecas se ha elevado de 39.198 a 64.210 euros, un 63,8% más, al calor de una mayor confianza bancaria pero también del alza sostenida de precios en el sector inmobiliario.
Las compraventas de viviendas también registran un importante repunte, según los datos del INE: 9.515 transacciones entre enero y agosto de 2025, un 20,4% más que las 7.900 del mismo periodo de 2024. La actividad se mantiene especialmente alta durante los meses de primavera y verano, con un pico en julio, cuando se cerraron cerca de 1.400 operaciones.
En el último mes disponible, agosto de 2025, se contabilizaron 1.053 compraventas, frente a las 998 de agosto de 2024, lo que supone un incremento interanual del 5,5%. En paralelo, se firmaron 550 hipotecas, un 25% más que un año antes, con un importe medio un 42% superior (57.156 euros frente a 40.215). Estos datos consolidan la tendencia alcista de este año.
El análisis conjunto revela que el 54,2% de las viviendas vendidas en 2025 se financiaron con hipoteca, mientras que el 45,8% restante se pagaron al contado. Aunque el uso de la financiación bancaria crece respecto a 2024 (44,7%), sigue habiendo un volumen significativo de operaciones sin crédito, impulsadas por fondos de inversión y particulares con liquidez, que continúan apostando por el ladrillo como valor refugio.
El decano del Colegio de Economistas de Castellón, José Manuel Salvador, apunta que "continúa habiendo inversión por parte de fondos, pero también de particulares que disponen de ahorros y prefieren destinarlos al sector inmobiliario antes que al financiero". Según explica, la baja rentabilidad de los depósitos a plazo fijo y la inestabilidad bursátil "hacen que muchos opten por invertir en vivienda, especialmente de segunda mano, para rehabilitarla y destinarla al alquiler, donde la rentabilidad es mucho mayor que en un producto financiero".
Predominio del mercado de segunda mano
De hecho, el mercado de segunda mano es el que concentra la mayor parte de la actividad, también movido por la falta de vivienda nueva. De las 9.515 compraventas registradas en 2025, 7.687 corresponden a vivienda usada (el 80,8% del total), frente a 1.928 de vivienda nueva (el 19,2%). Este reparto confirma que la oferta de obra nueva sigue siendo limitada y que buena parte de las operaciones se concentran en el parque residencial existente, especialmente en municipios donde los inversores encuentran oportunidades para reformar y alquilar.
Salvador subraya además que "se está destinando mucho ahorro particular a la rehabilitación de viviendas y también de locales comerciales que se transforman en vivienda, porque el alquiler turístico ofrece una rentabilidad mucho mayor que cualquier producto financiero tradicional".
El resultado es un mercado dual: mientras la financiación hipotecaria gana peso gracias a la relajación de los tipos de interés, el 46% de las compraventas siguen siendo de inversores, lo que mantiene una fuerte presión sobre la oferta y sobre los precios. Castellón consolida así un modelo inmobiliario mixto, donde la demanda residencial convive con la inversión especulativa y el auge del alquiler turístico.