EL INVERSOR ESTÁ DESNUDO / OPINIÓN

No hay dos guerras, hay una

15/11/2023 - 

VALÈNCIA. El comercio se ha ido consolidando en la historia humana como una alternativa preferida a la violencia. Por eso, todas las alianzas e iniciativas comerciales se ven como una amenaza bélica. Iniciativas comerciales como la 'Belt and Road' de China, reconfigura las rutas comerciales y energéticas mundiales. Esto desafía la hegemonía estadounidense, y deja la pelota en su tejado. ¿Cómo está reaccionando Estados Unidos frente a este desafío?

Hemos seguido este tema ampliamente, en particular enfocándonos en el control global de la logística que pretende China y en las acciones de defensa que ha emprendido EE UU para preservar una menguante ventaja tecnológica. Esto ha influido en la provocación a Putin, que entró en Ucrania alegando defensa legítima frente a los incumplimientos repetidos de la OTAN de sus compromisos previos. Y la OTAN es Estados Unidos, muy lejos de la acción.

La respuesta ha sido dispararnos en el pie, estrangulando más cadenas de suministro en plena explosión de la inflación, y desplegando una batería de embargos a Rusia que les ha empujado aún más a los amorosos brazos chinos mientras que nos ha obligado a nosotros a seguir comprando el mismo petróleo, pero más caro a través de India. No es muy discutible entender el papel clave de China en el eje oriental, como tampoco lo es aceptar que EE UU lidera el occidental. Es la verdadera guerra, librada en territorio europeo.

Pero hay que añadir nuevos desarrollos: en octubre de 2023, Hamas perpetró la masacre más salvaje y sanguinaria que se recuerda en Israel. Acto seguido, el senador estadounidense Lindsey Graham sugirió bombardear los campos petrolíferos iraníes tras el ataque sorpresa de Hamas. ¿Qué impulsa a Estados Unidos a considerar una medida tan extrema? ¿Qué relación tiene esto con Ucrania?

Hablemos de los BRICs. Al principio era el acrónimo de Brasil, Rusia India y China. Hoy, el reciente ingreso de Irán, junto con Argentina, Egipto, Etiopía, Arabia Saudita y los Emiratos Árabes Unidos, genera un grupo con PIB mayor al G7, que no deja de perder importancia global (datos desde 1970): 

Además, Irán es clave porque agita las aguas de la geopolítica mundial y plantea una pregunta fundamental: ¿Cómo alterará el equilibrio de poder global? ¿Qué consecuencias imprevistas podríamos ver los próximos meses? Comencemos con el tablero de juego. China por ahora es dependiente energéticamente. Al importar más del 70% de su petróleo, y siendo Irán uno de sus principales proveedores, cualquier interrupción en los suministros petroleros iraníes tendría un impacto directo en la economía china.

Lo que afirmamos es que existe un vínculo directo entre China y el conflicto entre Israel y Palestina, algo que no vemos en las noticias. ¿Estamos siendo conspiranoicos? Es el adjetivo de moda para cualquiera que no se alinee con el relato oficial de turno (aunque cambie a los tres meses). Pero es fácil salir de dudas. Tras las declaraciones de Graham, China, siempre estratégica, ha enviado seis buques de guerra al Medio Oriente. Esta maniobra no es solo una demostración de fuerza, sino también un indicador de que los estrategas militares chinos están preparados para proteger sus intereses, y que sus intereses están allí. No hay pues conspiranoia.


Pero si escalara la tensión, y los países BRICS respondieran con un corte de suministros críticos al Occidente, ¿cómo reaccionaría el mundo ante la inflación y la escasez?, ¿qué lecciones podemos extraer de la historia que nos ayuden a entender las posibles repercusiones de tal acción? El embargo petrolero de EE UU a Japón en 1941 nos da una perspectiva histórica interesante. Cuando Estados Unidos cortó más del 80% del suministro de petróleo de Japón, provocó una reacción inesperada: el ataque a Pearl Harbor. ¿Podría un acto similar en el presente desencadenar una respuesta igualmente dramática?

Aquí nos enfrentamos a la posibilidad de un Occidente bajo presión, donde medidas extremas como el racionamiento y restricciones de movimiento podrían convertirse en la nueva normalidad. Son imágenes de un pasado no tan lejano, donde actos como el Emergency Price Control Act de 1942 en EE.UU. marcaron épocas de restricción y control.

Proteger y potenciar las inversiones

Finalmente, ¿cómo se pueden proteger y potenciar las inversiones? La clave podría estar en identificar aquellos activos que prosperan en tiempos de escasez y conflicto, los activos 'antifrágiles', como diría Taleb. Esto incluye todos los procesos de renacionalización, todos los campeones nacionales, y todas las potencias que permanecen de perfil de cara a un friendshoring, como India. En otras palabras, aquellas que reciben a todas las empresas que salen de China pero que necesitan una base de producción en Asia, preparada y competitiva.

En resumen, la entrada de Irán en los BRICS no es solo un cambio en el tablero geopolítico. Es el inicio de una serie de eventos encadenados que podrían redefinir las relaciones internacionales, la economía mundial y el futuro de la inversión global. La historia nos ha enseñado que tales cambios a menudo vienen acompañados de consecuencias imprevistas. La pregunta es: ¿aceptamos esta realidad o preferimos pensar que es una exageración?

Alejandro Martínez es socio director de inversiones y cofundador de EFE & ENE Multifamily Office

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