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Anotaciones al margen / OPINIÓN

No soy un robot

Un nuevo 'favorito' se ha instalado en las pestañas de marcadores de los ordenadores de millones de personas conectadas 24/7. Es un sitio web donde conversar con una inteligencia artificial a la que han llamado ChatGPT

27/04/2023 - 

VALÈNCIA. Su nombre abreviado recuerda a un antiguo modelo de coche, pero el completo nos lleva sin interferencias del pasado a un presente que empieza a parecerse a lo que hemos visto y leído en películas y novelas de ciencia ficción. Tanto en el original Chat Generative Pre-trained Transformer como en su versión traducida, suena a lo que es: un chatbot diseñado para conversar y redactar textos. Él, ella, elle o el nuevo género que nos plazca otorgarle al artefacto es tan distinto de los humanos que sabe perfectamente cuál es su sentido en esta vida de algoritmos que lleva: «Mi objetivo es responder preguntas y realizar tareas basadas en el lenguaje, como traducir, describir imágenes o generar texto. Doy información precisa y útil».  

La velocidad con que responde a lo que sea que le planteas deslumbra. Lo mismo te explica los errores cometidos en la gestión de la pandemia advirtiendo de que comprenderlos nos ayudará a enfrentar las venideras crisis de salud pública, que te señala las críticas a la despechada Shakira desde una perspectiva feminista frente a los argumentos de sus defensores apelando a la libertad de expresión y la creatividad artística. 

El formato conversacional es su fuerte pero, hasta ahora, mi relación con él, más que un diálogo, es un interrogatorio en toda regla y produce cierta satisfacción que te pida amables disculpas por que no tiene respuesta. «Lo siento, no tengo acceso a información específica sobre las referencias de las investigaciones mencionadas». Comprobado que no sirve para localizar artículos científicos, por ejemplo. Y cumpliendo su servicial cometido, sugiere realizar una búsqueda en bases de datos especializadas. 

Es modesto y reconoce cometer errores. Avisa de que no es de fiar al cien por cien porque «ocasionalmente puede generar información incorrecta, instrucciones dañinas o contenido sesgado». Y así es. Es fácil pillarle en un desliz. Además, su conocimiento de la realidad y los hechos sucedidos en este planeta acaban en 2021, aunque estaba enterado de la Session #53 de Shakira y Bizarrap. Habrá aprendido sobre el tema chateando con sus usuarios. Más de uno debe haberle salpicado con los aullidos de la loba porque son miles los que charlan a la vez con el invento de moda. Saturado se encuentra.

Tras su presentación el 30 de noviembre de 2022, consiguió en cinco días un millón de personas registradas, algo que a otras redes sociales les costó meses. Pero no le gusta hablar de usuarios. Dice que no los tiene en el sentido convencional porque se le mide en términos de tareas realizadas. 

«Más que un diálogo, mi relación con ChatGPT es un interrogatorio. Produce satisfacción que pida amables disculpas por que no tiene respuesta»

Esta IA es capaz de detectar equivocaciones en las preguntas y rechaza peticiones inapropiadas o racistas. Funciona agrupando palabras y frases con 175.000 millones de parámetros, imitando las redes neuronales mediante algoritmos de aprendizaje automático (deep learning), pero no entiende nada de lo que dice. 'Solo' procesa el contexto de una conversación y genera respuestas coherentes y significativas.

Por sus habilidades representa una amenaza para trabajos basados en crear información repetitiva y estructurada. Y, pensando en el bien de la humanidad, para Elon Musk & 'Los inversores' ahí está la clave: liberar a las personas de tediosas faenas les permitiría producir más y también concentrarse en otras ocupaciones más creativas, más humanas.  Como escribir cuentos. Le pedí que me escribiera un relato sobre una joven que se enganchó al ChatGPT-3. El resultado fue decepcionante. Por ahora. De momento sirve como asistente personal de redacción de titulares, resúmenes, cuestionarios... Pero los que nos acordamos de cómo eran los buscadores de los primeros años del s. XXI esperamos la rápida evolución de este y otros modelos que están apareciendo para ponerse a disposición del gran público y acabar quizás consiguiendo hacerse pasar por uno de nosotros. 

Ustedes, mis lectores, no me conocen personalmente, pero les aseguro que no soy un robot, como no se olvida de preguntar OpenAI al registrarte, pero me encantaría conocer a uno. 

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