El aumento en las transacciones de nuda propiedad en España se debe principalmente a que las personas mayores buscan seguridad económica sin perder su hogar. La venta de la nuda propiedad proporciona una suma significativa de dinero, aunque inferior a la venta del pleno dominio. Este ingreso puede ayudar a mantener la calidad de vida tras la jubilación
La nuda propiedad de viviendas sigue ganando peso en España, una alternativa que ya encadena tres años de crecimientos constantes tras los mínimos alcanzados en 2020 y que a cierre de 2023 registró el dato de compraventas más elevado de los últimos nueve años y medio.
En el ámbito inmobiliario, particularmente en vivienda, la compraventa de este derecho está siendo cada vez más habitual teniendo en cuenta la mayor esperanza de vida y los gastos que conlleva una casa, sobre todo para los más mayores, algunos de los cuales no tienen recursos ni una pensión suficiente que les permita seguir viviendo en su vivienda.
Eduardo Molet, consultor inmobiliario y pionero en el ámbito de la nuda propiedad, nos explica este concepto y su creciente popularidad en España. Ser propietario de una vivienda implica tener el pleno dominio, que se divide en dos derechos: la nuda propiedad y el usufructo vitalicio. La nuda propiedad es el título de propiedad sin el derecho de uso y disfrute de la vivienda, mientras que el usufructo vitalicio permite vivir en la casa hasta el fallecimiento del usufructuario. En otras palabras, uno puede vender la nuda propiedad y seguir viviendo en su casa.
El aumento en las transacciones de nuda propiedad en España se debe principalmente a que las personas mayores buscan seguridad económica sin perder su hogar. Históricamente, las familias vivían juntas en una misma casa, pero ahora cada generación tiende a tener su propio hogar. Este cambio social ha facilitado la venta de la nuda propiedad como una solución viable para obtener ingresos adicionales.
La venta de la nuda propiedad proporciona una suma significativa de dinero, aunque inferior a la venta del pleno dominio. Este ingreso puede ayudar a mantener la calidad de vida tras la jubilación. Los compradores de nuda propiedad suelen ser inversores locales, de mediana edad, que prefieren esta inversión a otras más volátiles como la bolsa. Además, estos inversores no tienen responsabilidades de mantenimiento, ya que el usufructuario sigue ocupándose de la casa.
En términos de adopción, ciertas áreas turísticas como Benidorm han visto un aumento en las transacciones de nuda propiedad. Los residentes, familiarizados con esta práctica en sus países de origen, la ven como una opción atractiva. En contraste, en poblaciones más pequeñas, la práctica es menos común debido a la menor demanda y desconocimiento.
El crecimiento de la nuda propiedad desde 2020 hasta el récord de 2023 se debe en parte a una mayor comprensión y aceptación de esta figura jurídica. Molet destaca que la nuda propiedad está establecida en el Código Civil español desde hace más de 200 años, pero su comercialización ha cobrado impulso recientemente gracias a sus esfuerzos y a la necesidad de adaptarse a las nuevas realidades sociales.
Los beneficios para las personas mayores son evidentes: permanecen en su hogar, obtienen ingresos significativos y no tienen que preocuparse por ser desalojados. Para los compradores, la nuda propiedad representa una inversión segura con una buena rentabilidad a medio o largo plazo. Este equilibrio entre seguridad y beneficio ha contribuido al auge de esta práctica.
Dirección: Rafa Lupión | Redacción: Lucía Nadal | Producción: Nacho Guerrero
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