CASTELLÓN. El Ayuntamiento de Nules flexibilizará el contrato de explotación del párking subterráneo de la avenida Castellón para captar empresas interesadas. El alcalde, David García, ha asegurado que los servicios jurídicos municipales ya trabajan en el nuevo pliego de condiciones después de que el primer concurso haya quedado desierto por falta de interés empresarial. “Vamos a mejorar las condiciones del contrato y la publicidad del mismo para atraer ofertas”, ha señalado el primer edil. Su objetivo es sacar a licitación el nuevo contrato “a lo largo de este mes de enero”.
El anterior pliego de condiciones fijaba en 40 años el período de concesión del párking subterráneo y obligaba a la empresa adjudicataria a pagar al consistorio 3.000 euros anuales de canon y otros 90.276 euros por los costes de explotación. Además, imponía durante los primeros 18 meses una tarifa de 45 euros mensuales por el alquiler de cada una de las 250 plazas de garaje, 30 euros en horas nocturnas, 15 en horas diurnas, 6 euros mensuales durante las horas del mercado del miércoles, 5 euros de tarifa plana durante cada fiesta patronal y 0,015 euros por minuto por el aparcamiento de rotación, entre otros importes. A partir del décimo noveno mes, la empresa concesionaria tenía plena libertad para fijar sus propias tarifas. El alcalde ha dejado “en manos de los servicios jurídicos” el reajuste económico del nuevo contrato pero en buena lógica incidirá sobre estas cifras.
Resolver el bloqueo del párking subterráneo de la avenida Castellón es una de las patatas calientes que se encontró el heterogéneo ejecutivo cuatripartito de Nules en 2015, cuando desplazó al PP del gobierno municipal por sorpresa.
La empresa Sedesa Concesiones, propiedad de la familia Cotino, construyó el garaje subterráneo en 2008 gracias a los 2,6 millones de euros de financiación de Caixabank. Sin embargo, tras abrirlo en 2009 no logró vender ni una sola de las 250 plazas de estacionamiento y apenas firmó una decena de alquileres entre los vecinos de Nules. Ante el rotundo fracaso del negocio, cuatro años después, en noviembre de 2013, cerró la instalación y renunció unilateralmente al contrato de concesión.
El actual ejecutivo municipal impuso a finales de noviembre de 2018 una sanción de 784.052 euros a Sedesa Concesiones –hoy en fase de liquidación— por desentenderse del garaje y otra de 18.150 euros por el gasto de mantenimiento que ha acarreado hasta ahora a las arcas municipales al tiempo que licitó sin éxito el contrato de concesión que ahora va a flexibilizar. Lograr que una empresa asuma la explotación del parking parece la única salida viable para dar una utilidad al garaje ya que Caixabank exige un rescate millonario a cambio de permitir que el Ayuntamiento lo gestione de forma directa.