CASTELLÓ. (EP). La vicepresidenta portavoz de la Generalitat, Mónica Oltra, ha instado este viernes a que los hosteleros de Castellón y a los de Elda-Petrer (Alicante) tengan "empatía" con los sanitarios y cumplan la ley, en lugar de llevar a cabo su acción de protesta de reabrir bares y restaurantes el 16 de febrero.
"Todos estamos cansados, pero tenemos que acordarnos del personal sanitario, que está exhausto. Y superponer una cuarta ola en las circunstancias en las que estamos ahora sería un cataclismo", ha advertido en su comparecencia semanal.
Oltra, tras poner en valor el "sentido de responsabilidad" de la patronal autonómica CEV por no apoyar la rebelión, ha hecho hincapié en que la normativa está para cumplirla y que el cierre total de la hostelería sigue vigente al menos hasta el 1 de marzo. "El bien jurídico que estamos protegiendo es la salud de las personas", ha subrayado.
Es más, ha defendido que las restricciones se toman con la certeza de que "los contagios han bajado en picado desde que se imposibilitan las relaciones". También ha destacado la evidencia científica de que las personas que frecuentan los bares tienen cuatro veces más posibilidades de contagiarse, como afirmó Rafael Bengoa, exdirector de Sistemas de Salud de la OMS.
Oltra, en este contexto, ha insistido en que la Comunitat no está en condiciones de relajar las medidas y en que la Generalitat debe ser "coherente". "A partir de ahí, obviamente la legalidad la tiene que cumplir todo el mundo", ha recalcado, para recordar a los hosteleros que las medidas también son para "proteger sus vidas y las de sus familiares".
También ha destacado que se pueden beneficiar del plan 'Resiste', que prevé llegar a 22.000 empresas, 44.000 autónomos y 136.000 asalariados. "No hay ninguna comunidad que haya destinado 380 millones para paliar los efectos económicos", ha resaltado, sumado al "escudo social" previo a la crisis.
Por todo ello, Oltra ha rogado a las asociaciones que secundan la protesta que "merece la pena continuar con el esfuerzo" para bajar la curva y que la Comunitat salga de la situación de contagio comunitario descontrolado.
Y ante la negativa a negociar de Ashocas (Asociación Hostelera de Castellón), como asociación convocante de la protesta del 16F, ha asegurado que entiende la "angustia y sufrimiento" de un sector muy afectado por el cierre, ya que "todos conocemos a gente que tiene un bar y familias que viven de eso".
Ha reconocido así que el Consell debe ayudar a preservar estos negocios y "rescatar a todas esas familias", aunque ha dudado que sea el caso del presidente de esta patronal Álvaro Amores, "ese señor que tiene un coche que vale 155.000 euros".