CASTELLÓ. El Ayuntamiento de Onda, en colaboración con la Fundación Gorriz-Beltrán (Casa de Dalt), ha inaugurado una exposición especial con motivo del 300 aniversario de la ampliación del Ermitorio del Santísimo Salvador. El acto inaugural, presidido por la alcaldesa de Onda, Carmina Ballester, y acompañada por el representante de la Fundación, Vicent García Edo, ha congregado a vecinos y autoridades locales para celebrar este importante encuentro histórico y cultural.
En la inauguración, Ballester ha destacado la relevancia de la conmemoración: "Esta exposición no solo celebra la historia de un lugar de culto venerado por generaciones de ondenses, sino que también refuerza nuestro compromiso con la preservación y promoción de nuestro patrimonio cultural y espiritual”. “La Ermita del Santísimo Salvador es un símbolo de identidad y fe para nuestro pueblo, y es nuestro deber honrar y conservar su legado", ha añadido.
La exposición conmemorativa reúne una selección de obras de arte, testimonios gráficos y documentos inéditos relacionados con la figura del Santísimo Salvador. Estos materiales ilustran el profundo respeto y devoción que el pueblo de Onda ha mantenido hacia su patrón durante siglos.
Desde su ampliación en 1724, el ermitorio del Santísimo Salvador ha sido testigo de innumerables muestras de devoción y festividad, acogiendo a los ondenses en momentos de alegría y reflexión. La exposición, que estará abierta al público durante las próximas semanas y que se podrá visitar también en el mismo Ermitorio durante las festividades, ofrece a los visitantes una oportunidad única de explorar la rica historia y el patrimonio cultural de Onda.
Asimismo, el consistorio ha preparado un documental que recoge todos los años de historia del Ermitorio para que los ondenses puedan conocer y recordar la rica herencia cultural y los eventos que envuelven la devoción al Santísimo Salvador.
Situada a 4 kilómetros de Onda, sobre una pequeña colina, la Ermita del Salvador es un testimonio de fe y arte. Construida en 1724 sobre un edificio anterior, el altar mayor fue dorado en 1734 y en 1792 se le añadió un precioso frontal de mármol jaspeado, obra maestra del cantero local Miguel March.
El templo, de estilo dórico, alberga la venerada imagen del Salvador, una escultura de belleza excepcional. Su pavimento de finos azulejos, pintados a mano por Manuel Garcés, añade un toque de elegancia y tradición. La hospedería y el edificio administrativo ofrecen comodidad y acogida a los visitantes, decorados con cuadros de artistas reconocidos como López, Camarón, Maella y Oliet.