CASTELLÓ. El Ayuntamiento de Onda ha convocado una año más las becas de formación en prácticas para personas con discapacidad y víctimas de violencia de género. La finalidad de esta iniciativa es favorecer el derecho a la educación y el desarrollo socio-profesional de estos colectivos en riesgo de exclusión social, proporcionándoles una experiencia que pueda facilitarles el acceso al mundo laboral.
En total se ofertan diez becas, seis para personas con discapacidad y cuatro para víctimas de violencia de género, y la duración de esta formación será de cuatro meses, entre septiembre y diciembre, con una remuneración mensual de 600 euros brutos por 25 horas semanales. El plazo de presentación de solicitudes finaliza el 12 de agosto y, en el caso de las personas con discapacidad se podrán presentar de forma presencial, vía registro de entrada en el SAT, mientras que las víctimas de violencia de género deberán presentarlas obligatoriamente por vía telemática, a través del portal de administración electrónica del Ayuntamiento.
Las solicitudes tendrán que ir acompañadas de los justificantes de los requisitos enumerados en la base tercera y de los méritos que se aleguen, así como la autobaremación incluida en el modelo telemático de solicitud. Así, el gobierno municipal mantiene su compromiso con estas becas para ayudar a los colectivos en riesgo de exclusión social con una inversión total de 27.000 euros.
Al respecto, el concejal de Recursos Humanos, Juan López, ha señalado que “en Onda nadie debe quedarse atrás y todos los ciudadanos merecen una oportunidad, por eso convocamos estas becas para echar una mano a quien más la necesita”. Los becarios realizarán labores de apoyo a la consejería del Ayuntamiento, Centro de Ocupación Monteblanco y las instalaciones deportivas municipales, además de reforzar el personal del Museo del Azulejo Manolo Safont, el local de asociaciones y la Biblioteca Municipal.
Entre los requisitos comunes para optar a las becas destacan tener entre 18 y 64 años, ser vecinos de Onda y encontrarse en situación de desempleo. En concreto, para las becas formativas a personas con discapacidad se requiere acreditar un grado de discapacidad de al menos un 33 por ciento.
Por su parte, para las becas de viogen deberán reunir la condición de mujer superviviente a la violencia de género, acreditada bien a través de una sentencia condenatoria, una resolución judicial con medidas para la protección de la víctima o una orden de protección a favor de la víctima.
Cabe destacar que en ambos casos las personas becadas serán supervisadas por parte de un técnico como paso previo al inicio de la beca. Este profesional realizará una valoración de las competencias laborales y personales de los candidatos seleccionados y prestará apoyo, intermediación y formación a los beneficiarios de las becas en el desempeño de sus tareas.