CASTELLÓ. Los ayuntamientos de Onda y la Vilavella han dado pasos decisivos para volver a poner en valor, a pleno rendimiento, dos parkings subterráneos que en los últimos años permanecían infrautilizados.
En el caso de Onda, el consistorio ha indemnizado a la empresa Promonsa con 299.092 euros que corresponden al 80% del justiprecio de 373.865 euros que fijó el Jurado provincial de expropiación forzosa por la cancelación anticipada, en junio de 2020, del contrato de explotación del parking subterráneo de la plaza de España. Esa rescisión unilateral se dio siete años y medio después de que fuera la propia empresa quien dejó de pagar el canon anual de la concesión al comprobar que no sacaba rédito económico de la explotación del parking.
La concejala María Baila considera que, pese al desembolso económico realizado, la salida de Promonsa ha sido "muy positiva", ya que "daba un servicio nefasto a los vecinos de Onda y no pagaba el canon". Baila recuerda que en estos más de tres años transcurridos desde la rescisión del contrato "hemos reparado las goteras que tenía el parking, hemos cambiado las luminarias, se volvió a pintar el interior y se puso en marcha y sigue funcionando para todos los comercios de Onda tíquets a disposición de los clientes para que puedan disfrutar de las compras y tengan una hora gratuita en el parking", enumera. También se ha reducido la tarifa a todos los vecinos que se ven afectados por la instalación del mercado ambulante de los jueves en la zona centro.
La nueva gestión del parking subterráneo está en manos de la empresa ETC Servicios Mediterráneo desde noviembre de 2020. Abona al Ayuntamiento un canon anual de 54.450 euros, fijado hasta diciembre de 2042, aunque los dos primeros años ha estado exento del pago gracias a una subvención municipal.
El parking posee 196 plazas de rotación horaria en su primera planta subterránea y otras 206 plazas en régimen de alquiler en la segunda planta, en su mayoría ya ocupadas.
Por su parte, los técnicos del Ayuntamiento de la Vilavella ya evalúan las ofertas presentadas a cada una de las 79 plazas que integran el aparcamiento subterráneo de la plaza del Mercat. El consistorio las puso a la venta el pasado mes de julio por 8.131 euros cada una de ellas, un importe económico mejorable al alza. Si se vendieran todas, el Ayuntamiento recaudaría un mínimo de 642.404 euros y, de esa forma, recuperaría los cerca de 500.000 euros que ha inyectado en el rescate y en la posterior adecuación del garaje.
El ejecutivo municipal de la Vilavella compró el parking subterráneo a mediados de 2021 por 434.500 euros ante el temor de que los tribunales dieran la razón a la empresa que lo construyó, que reclamaba una indemnización de 1,8 millones pese a desentenderse de él por su nula rentabilidad económica. Meses después a finales de 2021, el Ayuntamiento desafectó el garaje para vender esas 79 plazas en propiedad e inició todos los trabajos de adecuación para recuperar su uso, como la activación de los sistemas de ventilación y de emergencias o la sustitución del antiguo ascensor por otro nuevo.
Los nuevos estatutos del parking subterráneo ya aprobados por el Ayuntamiento permitirán a los futuros propietarios usar sus plazas de garaje como trastero y colocar un poste individual de recarga de vehículos eléctricos, entre otros derechos. El consistorio se reservará cuatro plazas para uso propio.
El parking subterráneo que sí funciona a pleno rendimiento pero será sometido en breve a una reforma será el de la plaza del Mercado de Almassora. El Ayuntamiento ha adjudicado a la empresa Pacale 10 la sustitución del actual ascensor por otro nuevo que se instalará en el lateral de la plaza, junto a la escalera de acceso. Los trabajos empezarán en breve, durarán tres meses y costarán 202.553 euros.
La idea municipal es trasladar el ascensor para despejar visualmente la fachada principal del Mercado. En el espacio libre que dejará el ascensor podrán colocarse mesas y sillas para celebrar actos gastronómicos.
El Mercado de Almassora fue alzado en el año 1934 aunque posteriormente fue remodelado en 1997 y 2004. Ahora cuenta con 16 paradas de alimentación, otra para eventos gastronómicos y otra más del Ayuntamiento, pero hay cinco vacías. El objetivo es frenar la paulatina pérdida de actividad comercial y relanzar la instalación con actividades gastronómicas al aire libre y con la ayuda del mercado ambulante, que tiene 87 puestos de venta.