CASTELLÓN. El entrenador del Castellón, Óscar Cano, ha hecho un primer diagnóstico del estado anímico de la plantilla poco antes de viajar a Peralada, donde vivirá su estreno oficial como técnico albinegro. El granadino ha reconocido los miedos de los jugadores debido a la situación clasificatoria, aunque remarcó la motivación que ha advertido en el grupo para captar rápidamente su ideario.
“Me encuentro una plantilla cabizbaja y angustiada por no ver claro el futuro, pero, para sorpresa mía, jamás he dirigido, en 20 años de entrenador, un grupo de jugadores con esta predisposición a trabajar y esas ganas de absorber todo lo que le podemos ofrecer”, declaró Cano, quien no cree en el trabajo psicológico específico para levantar la moral de un equipo con dudas. “El ser humano es una unidad funcional y todo lo que podamos mejorar, nos lo va a dar el juego. No podemos obviar el fútbol y hacer hincapié solo en la parte psicológica. Es como si yo me quiero arrancar el corazón, lo tiro al suelo y consideramos que el corazón va a latir ahí. Depende de la interacción con todo. Nosotros buscaremos que la confianza florezca desde el juego y a partir de ahí mejorará el estado de ánimo”.
Para transmitir seguridad a través del fútbol, el técnico andaluz tiene claro lo que va a buscar este sábado en tierras catalanas, frente a un rival que “se hace importante a partir de tener posesiones largas de balón”. “Vamos a tratar de recuperar la pelota y jugar con criterio; saber identificar cuándo correr y cuándo calmarse y dar tres pases seguidos para volver a correr y no precipitarse. Vamos a proponer lo que ellos son y que mi presencia se note en algún sentido, pero eso se irá viendo con el tiempo”, apuntó.