CASTELLÓ. Pablo Roig debutó en el primer equipo del Castellón la pasada temporada, de la mano de Sergi Escobar. Lo hizo en la primera jornada de Liga, frente al Atlético Baleares, en un partido que supuso el regreso de los albinegros a Segunda División B tras siete campañas consecutivas en Tercera.
El canterano no volvió a contar hasta la jornada 18, ya con Óscar Cano en el banquillo y desde entonces encontró cierta continuidad, disputando 12 partidos, entre ellos el que certificó la permanencia de los orelluts en la categoría, con un gol de César Díaz en la última jugada.
Un año después, el centrocampista castellonense integra un equipo que está a 90 minutos de poder dar el salto al fútbol profesional. “La pasada temporada estuvimos peleando hasta el final por salvar la categoría y un año después nos encontramos con esta maravillosa oportunidad de la que me siento muy orgulloso. Estoy muy emocionado de poder vivirla en primera persona porque para un canterano es una experiencia única en todos los niveles”, comenta Roig.
Desde que se conoció la identidad de su rival en la promoción, el Castellón trabaja con la mente puesta en minimizar sus cualidades. “El Logroñés es un equipo muy completo que domina varios registros y que nos obligará a estar muy atentos si queremos ganar la eliminatoria”, explica el centrocampista albinegro, que reconoce que las condiciones “extrañas” que se va a encontrar en este play off exigen “un nivel de concentración todavía mayor”.
Pablo Roig prevé un duelo igualado en el que las precauciones podrían ser mayores que en encuentros de la fase regular. “El hecho de que la eliminatoria sea a un partido hará que los equipos asuman pocos riesgos. Además, somos dos conjuntos que queremos tener el control del juego y eso hará que en algún momento seamos algo contemplativos”, reconoce. “La preparación física tomará una importancia mayor, pero además debemos fallar lo menos posible y poner en práctica lo que sabemos hacer bien”, concluye Pablo Roig.