VALÈNCIA. El paso de la Dana por Paiporta, en la comarca de l'Horta Sud, ha dejado al municipio sumido en una crisis sin precedentes. El temporal, que inundó calles, viviendas y comercios, también provocó el colapso casi total del sistema eléctrico municipal, con lo que ha dejado a cientos de vecinos en la oscuridad durante semanas. A pesar de los avances en los últimos días, que han permitido recuperar el suministro de agua potable, la electricidad es, en la actualidad, un problema crítico en varias áreas de la localidad y su restauración avanza paulatinamente debido a la magnitud de los daños.
La red eléctrica de Paiporta fue una de las más golpeadas por la tormenta. Las lluvias torrenciales derribaron farolas, levantaron kilómetros de cableado y dejaron inoperativa gran parte de las instalaciones. Según fuentes del ayuntamiento consultadas por Valencia Plaza, los daños han sido tan cuantiosos que ha resultado imposible restablecer la electricidad de forma inmediata, por lo que se ha priorizado la iluminación de las calles principales y puntos estratégicos del municipio.
"En algunas zonas hemos podido recuperar el servicio, pero en otras, como el Sector II y el casco antiguo, la situación es crítica. Allí, las farolas están destruidas, tenemos que reponer nuevas y el cableado sigue inservible", explican desde el consistorio. De hecho, estas mismas fuentes aseguran que los técnicos municipales y la empresa concesionaria trabajan a contrarreloj para devolver la electricidad a todas las zonas de Paiporta.
La falta de luz no solo afecta a la movilidad y la seguridad de los vecinos, sino que también limita los trabajos de reconstrucción y paraliza buena parte de la vida cotidiana en Paiporta. Sin alumbrado público, muchos habitantes optan por permanecer en sus casas desde el atardecer, lo que ha generado una sensación de aislamiento e inseguridad. Para los comerciantes, la falta de electricidad ha sido devastadora. De los 200 negocios afectados por la Dana, apenas ocho han reabierto, ya que las tareas de limpieza y reparación de los locales, anegados de lodo, resultan prácticamente imposibles sin suministro eléctrico.
Para hacer frente a la falta de electricidad, el Ayuntamiento de Paiporta ha recurrido a la instalación de generadores eléctricos, un dispositivo encargado de suministrar energía eléctrica en situaciones de emergencia. Estas herramientas, claves para mitigar los efectos de la crisis en el municipio, se han desplegado en puntos neurálgicos de la localidad, como el Auditori Municipal de Paiporta, donde los vecinos acuden para recoger alimentos o enseres personales, así como en los dos puentes principales, que conectan distintas zonas del pueblo.
Además de garantizar iluminación en lugares clave del municipio, los generadores eléctricos permiten que las tareas de reconstrucción, como la limpieza de lodo y la reparación de infraestructuras, puedan continuar en condiciones óptimas. Sin embargo, estos dispositivos resultan "una solución temporal" que no cubre la totalidad de las necesidades de los vecinos y vecinas de Paiporta. Con todo ello, su mantenimiento implica un gasto significativo para las arcas municipales y requiere un esfuerzo logístico para su transporte hasta la localidad. "Contribuyen a mantener la actividad en algunas zonas, pero no podemos depender de ellos de forma indefinida", advierten las autoridades locales a este diario.
No obstante, Paiporta ha logrado algunos avances en la recuperación de servicios básicos. El suministro de agua potable, interrumpido de forma inicial, se restableció a la semana del temporal y el sistema de alcantarillado, que colapsó en su totalidad, ya opera al 85% de su capacidad gracias al trabajo de la Unidad Militar de Emergencias (UME). De hecho, el Ayuntamiento de Paiporta ha firmado este lunes un convenio con la Diputación de Valencia para la contratación de una empresa concesionaria que refuerce las labores de limpieza y extracción de lodo de los bajos y viviendas afectadas.
El sistema educativo de Paiporta también se encuentra paralizado en gran medida. Aunque se planteó la reapertura de los centros escolares el 25 de noviembre, la falta de condiciones adecuadas ha retrasado el regreso de los estudiantes a las aulas. Por el momento, solo una parte del alumnado de Secundaria ha podido volver a clase, mientras que los centros de Infantil y Primaria siguen clausurados a la espera de evaluaciones estructurales y sanitarias.
"Es imprescindible garantizar la estabilidad de los edificios y establecer medidas que eviten riesgos para la salud de los estudiantes y el personal docente", demandan desde el consistorio, que también ha reclamado a la Conselleria de Educación "garantías" sobre la seguridad estructural de los centros educativos, así como la implementación de medidas sanitarias que mitiguen los riesgos de infección tras las inundaciones. "Nuestra prioridad es que los niños y niñas de Paiporta puedan regresar a un entorno seguro y adecuado para su aprendizaje", subrayan fuentes municipales a este diario.