'Palabra de bar', la campaña para devolver la dignidad a los establecimientos de toda la vida

16/12/2022 - 

CASTELLÓ. Nuestros bares son historia viva de nuestra cultura, todo un símbolo de la gastronomía local. Muchos de ellos llevan años trabajando con productos de la mejor calidad, siguiendo antiguas recetas y procesos de elaboración tradicionales que han mantenido hasta el día de hoy. Pequeños locales que han ido pasando de generación en generación, compartiendo experiencias y conocimientos, creciendo y manteniéndose frente a las adversidades hasta ser auténticos referentes gastronómicos y de ocio de la zona.

Y es que, tanto en España como en nuestra provincia, somos tierra de bares, cuya función social nos proporciona una mayor satisfacción vital y una mayor confianza vecinal. Detrás de sus barras se han compartido siempre los mejores consejos, las anécdotas más divertidas, y las verdades más sinceras son historia viva de nuestra cultura y patrimonio de nuestra gastronomía local.

Palabra de bar es una campaña desarrollada por Ashotur en colaboración con Turisme Comunitat Valenciana y L’Exquisit Mediterrani que pretende ensalzar su labor y en la que han participado bares de toda la provincia. La iniciativa pone el foco al otro lado de la barra y nos anima a conocer y descubrir la historia de nuestros hosteleros para otorgarle el verdadero reconocimiento que merecen.

De entre los participantes en esta primera edición se puede encontrar a Jovi Selma, propietario de la Vermuteria 1858 en Castellón; Rafael Pitarch, propietario de Casa Paquita en Eslida; Agustín Roda, propietario de La Perdi, en Sant Mateu, David, propietario de Bar Amado en Castellón y José Vicente Aguilar, propietario de Cafetería Jossmi en La Vall d’Uixó.

Una historia detrás de cada uno

Jovi Selma, propietario de La Vermuteria 1858, lleva más de 40 años dedicados a la hostelería. Con más de 40 años al frente de negocios del sector, Selma es la tercera generación de hosteleros después de que su abuelo, Pepe Selma, iniciara su andadura en los años 40 del siglo pasado al frente del Bar Restaurante Selma. De él y de su padre, Vicente Selma, aprendió todo los detalles de un oficio tan noble, sacrificado pero muy gratificante a su vez.

Casa Paquita se ha convertido en poco tiempo en todo un templo del almuerzo popular. Un lugar de encuentro en el que reponen fuerzas cientos de ciclistas y senderistas de la Serra d'Espadà cada fin de semana. Un local que lleva abierto desde 1975, cuyos fundadores, Paquita y Rafael, abrieron en primer lugar en el bar La Cope y que a día de hoy continúan sus hijos Rafa y Vicent, ayudados y apoyados por personal de cocina y sala cualificado.

Jossmi es una cafetería con una larga tradición en el sector hostelero y la industria vinetera de la Vall d’Uixó. Corrían los años 50 cuando los padres de José Vicente Aguilar, actual propietario, José Aguilar y Milagros Tido fundaron el Bar Milagros en la Calle Xacó, un bar muy conocido por sus ricos callos. Tiempo después, con estos antecedentes, en 1985, Jose Vicente Aguilar decidió fundar su propio negocio, la cafetería Jossmi, muy próxima al mercado de la Vall d’Uixó, de donde adquieren la mayor parte de los productos de su carta, estrechando así unos lazos que han continuado hasta el día de hoy y fomentando la economía local.

La Perdi, en pleno corazón de Sant Mateu, es un referente desde el año 1941. En toda su historia, La Perdi ha sido pensión, taberna, fonda, hotel y café hasta convertirse en el bar restaurante que es actualmente. Antes de mudarse a la calle Historiador Betí, estaban delante de la Font del Pla como un local de taberna y comestibles. Y es allí donde tuvo lugar el origen de su propio nombre La Perdi. Suelen contar los más mayores del pueblo que la fuente era un lugar de encuentro entre las chicas jóvenes y sus novios, que solían estar ya en la taberna. Cuando las chicas tardaban mucho en volver a sus casas, sus madres y padres les decían, esa taberna será vuestra perdición, y de ahí nació el nombre de La Perdi. Un nombre que ha perdurado hasta el día de hoy.

El Bar Amado forma parte de la cultura gastronómica de nuestra ciudad, siendo parte esencial de las Tascas de Castelló. Amado Tauste abrió las puertas de este local en 1993, antes denominado Cafés Almela. Ubicado en el centro de Castelló y con vistas a la plaza Santa Clara, en sus inicios nació como un proyecto de cafetería que abría solamente por las mañanas pero que poco a poco fue abriéndose paso a la Calle Barracas, una de las más antiguas de la ciudad, que cada tarde se llenaba de jóvenes y no tan jóvenes en busca de tapas y quintos. Entre aquellas pequeñas callejuelas se empezaba a gestar lo que a día de hoy conocemos como las Tascas de Castelló, una zona cuya esencia se originó en el pasado pero sigue latente y más viva que nunca.

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